miércoles, 13 de mayo de 2015

PART III LA ULTIMA CONVERSACION DEL POETA SOSTENIDA CON EL PADRE PASTOR GONZALEZ ANTES DE SUICIDARSE.

PART III
LA ULTIMA CONVERSACION  DEL POETA  SOSTENIDA CON EL PADRE PASTOR GONZALEZ ANTES DE SUICIDARSE.

Dedicado a “La Comisión de la Verdad Ariel Falcón”.

@Manuel Prieres

Ariel se había incorporado del sofa: “Cierto, el UMAP hizo añicos gran parte de mis sueños e ilusiones depositados en mis estudios y permanencia en La Habana. Había tenido que regresar al Oriente a purgar mi cuota “delictiva”. Para mí el UMAP fué devastador y lascerante ya que jamás, en los dos años y medios de permanencia en aquellos inhumanos campos de trabajos forzados, pude acostumbrarme a la vida de paria, de  penurias, enfermedades, golpizas y miedo constante. A diferencia de otros de mis compañeros, nunca acabé por adaptarme a la infamia oficial fríamente calculada y ejecutada para triturar. Mi instinto de conservación sencillamente que no funcionó. Las horas, los días, los meses, los años, se tornaron un martirio.

“Cuando mi hermano enfermó de gravedad…pude venir a verlo porque antes, a ex profeso, me corté con la “mocha” el tendón de la mano derecha. Todavía la cicatriz es un verdugón, !mire, Padre! (le enseñó la mano estropeada). Sí, demencial, pero era la única forma de estar junto a mi hermano. A tiempo llegué para permanecer a su lado a la hora de la muerte de aquél que era sangre de mi sangre”.

Ariel contempló a Pastor: “Usted tiene que entender que he tenido mala suerte. Cuando por fín fuí liberado del UMAP , atrás quedaban dos años y meses de mi vida. Regresé, y primero que todo gestioné mi reincorporación  a la Universidad de La Habana. Y ¿cuál fué el resultado?: “Negativo, ciudadano: su expediente dice que fue castigado en  el UMAP por lacra social”.

“Un día, con mi ración a las espaldas,  toque a las puertas del MICONS (MINISTERIO DE CONSTRUCCION) solicitando trabajo. Lo conseguí gracias a mis altas calificaciones de bachiller y casi universitario. Aparentemente en aquella Unidad del gobierno no interesaba tanto mi pasado de desterrado. Fue entonces que me animé algo, participé con mucho entusiasmo en las actividades de nuestra Parroquia y hasta gané el Primer Premio Literario en el género de Poesía que patrocina anualmente nuestra Parroquia; pero la mala suerte otra vez me asaltó porque  la noticia de mi poesía Premiada corrió como un reguero de pólvora hasta llegar a oídos de los comunistas. Un día estando en mi trabajo se me acercó el jefe superior, un veterano  comandante de La Sierra, y me “escupió” en tono de pocos amigos:”Sabemos que estás escribiendo poesía contrarrevolucionaria, aconséjate, porque eso te va a perjudicar”.

"No pasaron muchos días de mi desdichado encuentro con el  comandante, cuando estando laborando en mi Departamento se me informo que integraría una Brigada Voluntaria de apoyo en los cortes de caña de la zafra gigante de los 10 Millones. Ahí estaba inflexible la represalia por “haber escrito poesía contrarrevolucionaria”. Y era conmigo la cuestión porque al resto de mis compañeros de Departamento no se les molestó. Lo demás ya lo conoce, Padre. A la hora de subir al camión me vino un desmayo  que si bien evitó me llevasen a la agricultura movilizado permanente, significó la desgracia que a partir de ese momento mi salud quedaba bastante afectada pues aquello había sido un principio de derrame cerebral."


(Continuará con una cuarta y última entrega)

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