martes, 20 de mayo de 2008

Cowboys






Presidente número 43 de los EE.UU. y pasado gobernador de Texas desde 1994 hasta el año 2000. Nace un 6 de julio de 1946 en New Haven, Connecticut. George W. Bush, a quien desde muy pequeño gustaba que le llamasen “W” es el hijo mayor del pasado presidente de los EE.UU. George Herbert Walker Bush y Barbara Pierce Bush, creciendo junto al resto de su familia en la parte central del Estado de Texas donde su padre trabajará por años en el negocio de la explotación petrolera.

Sus hermanos –incluyendo a Jeb, pasado gobernador de la Florida- serán también Neil, Marvin y Dorothy. Otra hermana, Robin, moría en 1953 al contraer la enfermedad de Leucemia a los tres años. Tragedia familiar esa que encanecería a la entonces joven madre Bárbara Bush para siempre porque a partir de ahí nunca quiso teñirse el cabello.

“W” Bush, el mas parecido a su padre, habría de asistir a la prestigiosa Academia de Massachutts (Philips Andover Academy) antes de matricularse en Yale. Finalmente en 1968 obtiene en Yale un Bachelor Degree aprovechando, asimismo el tiempo, para ingresar en la Sociedad Secreta Skull & Bone. Finalmente, después, se dirige a Texas para unirse a la Guardia Nacional de EE.UU entrenándose como piloto de Jets de combate. Alcanza el grado de Teniente, pero nunca será llamado a pelear en Vietnam.

En una ocasión al peguntársele ¿por qué piloto de Jets de combate? Y contesta: “quise seguir la senda de mi padre también él piloto de aviones de combate”.

Los primeros años de los 1970s marcarán una diferencia en la vida de “W” Bush, que se trasladará al este de Texas trabajando fuertemente como director de entrenamiento en una firma de Explotación Agrícola, así como trabajando también paralelamente en campañas políticas de la Florida y Alabama.

A la pregunta de un reportero sobre “su adicción a la bebida alcohólica” en tiempos de estudiante, “W” Bush responderá :”fue una etapa de mi vida donde me comporté como un nómada”.

En 1972 “W” Bush entra en el Harvard Busines School para finalmente
graduarse en un Master de Bussines Administration.

Mas tarde, y como queriéndo calzarse en los zapatos de su padre,“W” Bush incursiona en el negocio del petroleo, fundando una compañía de exploración de gas y petróleo que bautizará con el nombre de “Arbusto” (que significa “Bush” en español).

En 1977 se casa con Laura Welch, una maestra y bibliotecaria.

En 1981 Laura da a luz dos niñas gemelas que se les llamará Bárbara y Jenna.

En medio de su mundo empresarial, “W” Bush se lanza también a la aventura política para un asiento en la Casa de Representante de los EE.UU., y aunque gana las primarias, al medirse contra el Senador Demócrata del Estado Kent Hance, pierde la elección por una pequeña diferencia de seis puntos algo formidable para un aspirante bisoño.

Cumplidos los 40 años , “W” Bush tiene un gran cambio en su vida personal y profesional. Deja finalmente de beber bebidas alcoholicas en ocasiones sociales, y se acerca más a la religión de su esposa Laura dentro de la Iglesia Metodista. Se une a su padre en su aspiración a la presidencia de los EE.UU. mudándose “W” Bush con su familia a Washington D.C. en el otoño de 1987. Su encomienda es convertirse en una especie de liason entre su padre para presidente y los cristianos conservadores.

George Herbert Walker Bush gana las elecciones de 1988, y “W” Bush regresa a Texas, esta vez a Dalla, organizando un grupo de inversionistas –incluyéndose él- para la compra del team de baseball “Los Texas Rangers”. Como propietario de los Texas Rangers mejoró considerablemente el team hasta que al venderlo gana alrededor de unos 15 millones de dólares.

En 1994 es electo gobernador de Texas, triunfando sobre la famosa gobernadora tejana Ann W. Richards por 350,000 votos. Su plataforma de gobierno no es otra que “Reforma Escolar”, “Reforma del Welfare” y “limitación de las ganancias de los abogados en los lawsuits”.& amp; amp; amp; lt; /SPAN>

En 1998 es re-electo de nuevo a gobernador de Texas. Ganando en esta
ocasión por un 65% del voto contra un 35% del contrario. Y algo interesante sucede: logra un significativo apoyo de los negros y los hispanos que votaron republicano en Texas.

Su carácter simpático y sencillo. Su forma de dirigirse el público: simple y directa. Su defensa de los temas sin cambios de rumbos u oportunismo político transmite confianza y seguridad en el votante. Es un Ronald Reagan pero tejano, no californiano.

En 1999 George W. Bush anuncia su aspiración a la presidencia de los EE.UU. identificándose él como un “conservador compasivo”. Basando su campaña hacia la Casa Blanca en hacer un Partido Republicano mas dedicado a restaurar la dignidad del cargo que debe de prevalecer en los inquilinos de la Casa Blanca (como queriendo aludir a Bill Clinton). Asimismo prometiendo hacer cambios profundos en el Sistema Educativo de EE.UU. como también reformar el Welfare y el sistema de Taxes.

Es historia ya que la madrugada a principio de noviembre del año 2000 todo se vino abajo en el Estado de la Florida. Temprano en la noche “W” Bush es declarado presidente y Al Gore lo llama para felicitarlo en la mejor tradición estadounidense; pero horas después -de madrugada- Gore cambia, no acepta los resultados de la elección, y pide un reconteo de cada voto en el Estado de la Florida. Por espacio de 5 semanas se libraría toda una complicada batalla legal a altos niveles para que EE.UU. tuviera un presidente. Finalmente la Corte Suprema de los EE.UU. declara ganador a George W. Bush en el Estado de la Florida por 537 votos.

Es así como el 20 de enero del 2001 “W” Bush se inaugura como el presidente no. 43 de los EE.UU.

A nadie le pasaba por la mente que el mundo cambiaría con la llegada de este tejano cowboy a la Casa Blanca, y cabalgando junto a él, meses más adelante, la fatídica fecha del 11 de septiembre del 2001: El 9-11.

Aquella mañana del 11 de septiembre en una escuela de La Florida un ayudante se acercaba al presidente y le hablaba al oido. El polvo de antrax apareciendo y haciendo daño en muchos sitios gubernamentales, incluyendo La Casa Blanca. Bush sobre una pila de escombros de lo que quedaba de las Twin Towers con un megáfono en la mano y junto a un veterano bombero. Sus primeras, y últimas lágrimas, derramadas por él en público al asistir a una ceremonia religiosa en Washington pocos días después del 9-11.

Hechos éstos que cambiarán y marcarán para siempre a George W. Bush.

La responsabilidad como Comandante En Jefe de defender a la Nación que puso en él la encomienda de conducirla y protegerla le apabulla. Solamente Laura y las paredes interiores de la Oficina Oval testigos cómplices de la soledad del hombre más poderoso del mundo en días posteriores del 9-11.

¿Qué hacer? Se preguntará, una y mil veces, el presidente al deambular por los vacíos salones de la Casa Blanca en las noches. ¡Quiero el punto de partida, el punto de partida! Quiero sacar a la nación de su depresión colectiva como consecuencia del 9-11.

Comienzan a brotar canas en sus sienes.

George W. Bush dejará de ser ese joven de buena posición económica, de caminar “rutinero” y tomador de botellas de cervezas demás, para atarse fieramente a un Let motiv que no es otro que el de proteger a los Estados Unidos de Norte América “¡a como sea!”

El 7 de octubre del 2001 de súbito comienzan los fuegos artificiales (letales) en un país tan remoto como Afganistán. Guarida del Talibán, Guarida de Osama Bin Laden y Omar. 37 días después terminaba la invasión con la toma de Kabul (13 de noviembre del 2001).

“En esta larga lucha solamente hay dos caminos, los que están a favor del terrorismo o los que están del lado nuestro” –sentenció el presidente número 43 de la Unión Americana.

“No hipotecaremos a las administraciones por venir con algo que debemos enfrentar nosotros” –declarará “W” Bush. Una indirecta a su padre por el trabajo incompleto en la Guerra del Golfo de 1981.

Este cowboy en sus noches solitarias entre las paredes de la Oficina Oval llega al convencimiento que America fue muy golpeada en sus entrañas en el fatídico 9-11.

9-11: Puntillazo definitivo en una carrera de agresiones terroristas a los EE.UU. a lo largo de mucho tiempo. Demasiado tiempo. Por tanto hay que dar una colosal lección a los enemigos para que en centurias no se recuperen de la paliza proferida. La “Lección de Afganistan” no es suficiente. Hay que crear un escenario, un terreno, de confrontación con el terrorismo donde se de el gran y definitivo castigo y al mismo tiempo sacar el terrorismo de las sagradas calles de América.

Iraq.

El 20 de marzo del 2003 se inician los letales Fuegos Artificiales en la Antigua Babilonia. Sadam Hussein comienza a sufrir los efecto de los Tomahawk. El 1 de mayo del 2003 Bagdad capitula a los marines. Los Johnnys solamente necesitarán 42 días para cumplir con su duty.

A amigos y a enemigos, ¡al Mundo! Los americanos han de demostrar que son capaces de tomar en días a un país militarmente. La determinación de ello en los bemoles del cowboy inquilino en la Casa Blanca. “W” Bush: el único Comandante en Jefe estadounidense que ha visitado a sus tropas en plena confrontación en la historia. Hoy los enemigos cuentan hasta diez antes de querer imitar a Osama, porque “dice peligro”. El “Síndrome del Cowboy” los apacigua.

“Tenemos que luchar porque haya libertad en todo el mundo. Y cuando hay libertad, hay paz; y cuando existen libertad y paz, entonces se puede ejercitar la democracia” - Doctrina de George W. Bush.

A partir del 11 de septiembre del 2001, se podrá decir que “ antes del 9-11, y después del 9-11”. La “Doctrina de George W. Bush” encaja perfectamente en el después del 9-11.

Estamos un poco distante todavía a las puertas de un nuevo Afganistán, de un nuevo Iraq, donde la Doctrina “W” Bush libertad-paz-democracia germinará. De lo que sí no hay dudas es que hacia ahí se va inexorablemente.

La cruzada para ello ha sido cíclópea. A un costo muy alto, pero nunca como los 636,000 muertos en la Guerra Civil Americana en 391 batallas. Com o los 116,000 muertos americanos en la Primera Guerra Mundial. O los 460,000 muertos y 600,000 heridos americanos en la Segunda Guerra Mundial.O los 54,000 muertos americanos en la Guerra de Korea, o los 58,000 americanos muertos en la Guerra de Viet Nam.

Lo ha dicho “W” Bush muchas veces a lo largo de su mandato, “después de nuestra presencia militar en Afganistán e Iraq, el mundo es más seguro”. “Las calles de América están protegidas”.

Para concluir, lo quiero hacer con Cuba. “W” Bush ha sido el presidente de los EE. UU. que más se ha identificado con las víctimas del comunismo en Cuba. El cowboy tejano leal amigo de los cubanos que con hechos lo ha demostrado. En su última alocución a los cubanos ha sentenciado: “para Cuba no queremos estabilidad con una sucesión entre las mismas viejas caras de la tiranía, sino Libert ad”.

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