Presidente George W. Bush
Foto google Internet/ El Nuevo Herald
HONOR Y GLORIA
AL PRESIDENTE DE HIERRO
EN TIEMPOS DIFICILES.
AL PRESIDENTE DE HIERRO
EN TIEMPOS DIFICILES.
Por Manuel Prieres
Aquella mañana del 11 de septiembre en una escuela de La Florida un ayudante se acercaba al presidente y le hablaba al oido. El polvo de antrax apareciendo y haciendo daño en muchos sitios gubernamentales, incluyendo la Casa Blanca. Bush sobre una pila de escombros de lo que quedaba de las Twin Towers con un megáfono en la mano y junto a un veterano bombero. Sus primeras, y últimas lágrimas, derramadas por él en público al asistir a una ceremonia religiosa en Washington pocos días después del 9-11.
Hechos éstos que cambiarán y marcarán para siempre a George W. Bush.
La responsabilidad como Comandante En Jefe de defender a la Nación que puso en él la encomienda de conducirla y protegerla le apabulla. Solamente Laura y las paredes interiores de la Oficina Oval testigos cómplices de la soledad del hombre más poderoso del mundo en días posteriores del 9-11.
¿Qué hacer? Se preguntará, una y mil veces, el presidente al deambular por los vacíos salones de la Casa Blanca en las noches. ¡Quiero el punto de partida, el punto de partida! Quiero sacar a la nación de su depresión colectiva como consecuencia del 9-11.
Comienzan a brotar canas en sus sienes.
George W. Bush dejará de ser ese joven de buena posición económica, de caminar “rutinero” y tomador de botellas de cervezas demás, para atarse fieramente a un Let motiv que no es otro que el de proteger a los Estados Unidos de Norte América “¡a como sea!”
El 7 de octubre del 2001 de súbito comienzan los fuegos artificiales (letales) en un país tan remoto como Afganistán. Guarida del Talibán, guarida de Osama Bin Laden y Omar. 37 días después terminaba la invasión con la toma de Kabul (13 de noviembre del 2001).
“En esta larga lucha solamente hay dos caminos, los que están a favor del terrorismo o los que están del lado nuestro” –sentenció el Presidente de Hierro número 43 de la Unión Americana.
“No hipotecaremos a las administraciones por venir con algo que debemos enfrentar nosotros” –declarará “W” Bush. Una indirecta a su padre por el trabajo incompleto en la Guerra del Golfo de 1981.
Este cowboy en sus noches solitarias entre las paredes de la Oficina Oval llega al convencimiento que América fue muy golpeada en sus entrañas en el fatídico 9-11.
9-11: Puntillazo definitivo en una carrera de agresiones terroristas a los EE.UU. a lo largo de mucho tiempo. Demasiado tiempo. Por tanto hay que dar una colosal lección a los enemigos para que en centurias no se recuperen de la paliza proferida. La “Lección de Afganistan” no es suficiente. Hay que crear un escenario, un terreno, de confrontación con el terrorismo donde se de el gran y definitivo castigo y al mismo tiempo sacar el terrorismo de las sagradas calles de América.
Iraq.
El 20 de marzo del 2003 se inician los letales Fuegos Artificiales en la Antigua Babilonia. Sadam Hussein comienza a sufrir los efecto de los Tomahawk. El 1 de mayo del 2003 Bagdad capitula a los marines. Los Johnnys solamente necesitarán 42 días para cumplir con su duty.
A amigos y a enemigos, ¡al Mundo! Los americanos han de demostrar que son capaces de tomar en días a un país militarmente. La determinación de ello en los bemoles del cowboy inquilino en la Casa Blanca. “W” Bush: el único Comandante en Jefe estadounidense que ha visitado a sus tropas en plena confrontación en la historia. Hoy los enemigos cuentan hasta diez antes de querer imitar a Osama, porque “dice peligro”. El “Síndrome del Cowboy” los apacigua.
“Tenemos que luchar porque haya libertad en todo el mundo. Y cuando hay libertad, hay paz; y cuando existen libertad y paz, entonces se puede ejercitar la democracia” - Doctrina de George W. Bush.
Ahora al merecido reposo. En su rancho en Texas. Rodeado de naturaleza en sus grandes extensiones que la vista se pierde. Mundo bucólico donde es fácil encontrarse con Dios.
¡Dios Salve América!
¡Arriba USA!
Hechos éstos que cambiarán y marcarán para siempre a George W. Bush.
La responsabilidad como Comandante En Jefe de defender a la Nación que puso en él la encomienda de conducirla y protegerla le apabulla. Solamente Laura y las paredes interiores de la Oficina Oval testigos cómplices de la soledad del hombre más poderoso del mundo en días posteriores del 9-11.
¿Qué hacer? Se preguntará, una y mil veces, el presidente al deambular por los vacíos salones de la Casa Blanca en las noches. ¡Quiero el punto de partida, el punto de partida! Quiero sacar a la nación de su depresión colectiva como consecuencia del 9-11.
Comienzan a brotar canas en sus sienes.
George W. Bush dejará de ser ese joven de buena posición económica, de caminar “rutinero” y tomador de botellas de cervezas demás, para atarse fieramente a un Let motiv que no es otro que el de proteger a los Estados Unidos de Norte América “¡a como sea!”
El 7 de octubre del 2001 de súbito comienzan los fuegos artificiales (letales) en un país tan remoto como Afganistán. Guarida del Talibán, guarida de Osama Bin Laden y Omar. 37 días después terminaba la invasión con la toma de Kabul (13 de noviembre del 2001).
“En esta larga lucha solamente hay dos caminos, los que están a favor del terrorismo o los que están del lado nuestro” –sentenció el Presidente de Hierro número 43 de la Unión Americana.
“No hipotecaremos a las administraciones por venir con algo que debemos enfrentar nosotros” –declarará “W” Bush. Una indirecta a su padre por el trabajo incompleto en la Guerra del Golfo de 1981.
Este cowboy en sus noches solitarias entre las paredes de la Oficina Oval llega al convencimiento que América fue muy golpeada en sus entrañas en el fatídico 9-11.
9-11: Puntillazo definitivo en una carrera de agresiones terroristas a los EE.UU. a lo largo de mucho tiempo. Demasiado tiempo. Por tanto hay que dar una colosal lección a los enemigos para que en centurias no se recuperen de la paliza proferida. La “Lección de Afganistan” no es suficiente. Hay que crear un escenario, un terreno, de confrontación con el terrorismo donde se de el gran y definitivo castigo y al mismo tiempo sacar el terrorismo de las sagradas calles de América.
Iraq.
El 20 de marzo del 2003 se inician los letales Fuegos Artificiales en la Antigua Babilonia. Sadam Hussein comienza a sufrir los efecto de los Tomahawk. El 1 de mayo del 2003 Bagdad capitula a los marines. Los Johnnys solamente necesitarán 42 días para cumplir con su duty.
A amigos y a enemigos, ¡al Mundo! Los americanos han de demostrar que son capaces de tomar en días a un país militarmente. La determinación de ello en los bemoles del cowboy inquilino en la Casa Blanca. “W” Bush: el único Comandante en Jefe estadounidense que ha visitado a sus tropas en plena confrontación en la historia. Hoy los enemigos cuentan hasta diez antes de querer imitar a Osama, porque “dice peligro”. El “Síndrome del Cowboy” los apacigua.
“Tenemos que luchar porque haya libertad en todo el mundo. Y cuando hay libertad, hay paz; y cuando existen libertad y paz, entonces se puede ejercitar la democracia” - Doctrina de George W. Bush.
Ahora al merecido reposo. En su rancho en Texas. Rodeado de naturaleza en sus grandes extensiones que la vista se pierde. Mundo bucólico donde es fácil encontrarse con Dios.
¡Dios Salve América!
¡Arriba USA!
Ja.. tu presidente de hierro que manda a asesina Irakies pobres. Morón, yu presidente de hierro se va por la puerta de atrás por no haber sabido hacer nada. Destrozó el sistema económico, invadió países que sufrieron pérdidas millonarias, fue uno de los responsables del anticipado atentado de la 11-s y ni siquiera supo comportarse ante las cámaras. NO TIENES IDEA DE LO QUE ES UN PRESIDENTE RESPETABLE. LEE TODOS ESOS LIBROS QUE TIENES EN ESA BIBLIOTECA DETRÁS DE TU FOTO Y FIJATE QUE TU PRESIDENTE ES SÓLO UNA MANCHA EN LA HISTORIA!---ME DAS VERGUENZA, COMO PERSONA Y COMO SER HUMANO...
ResponderEliminarNo puedo sinceramente creer que haya alguien como tu en el mundo. Celebrar la guerra es para idiotas. Te haces el escritor y desparramas ira hacia cualquier parte.Festejas los "Fuegos Artificiales" que no son nada artificiales sino que hieren y matan a mucha gente inocente en nombe de un cowboy borracho. Eres muy pobre tipo. Eres una sobra del Nazismo. Sentís que la guerra es una competencia sana entre las naciones pero no tienes ni idea lo que es estar en una GUERRA. Ojala sufras lo que un niño iraki debajo de un tomahawk. Sos un piola bárbaro, la ves de afuera y escribes en tu mesita con tu café con leche pero no estás ni cerca de tener las pelotas bien puestas para defender al ser humano.
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