CARTER DESDE EL SHA-AYATOLLA HASTA EL CARDENAL-RAUL: CONSPIRACION
Manuel Prieres
La Comisión Trilateral (Trilateral Commission, en inglés) es una organización internacional privada fundada en 1973, establecida para fomentar una mayor cooperación entre los Estados Unidos, Europa y Japón.
Fue fundada por iniciativa de Davi...d Rockefeller, miembro ejecutivo del Council on Foreign Relations y del Grupo Bilderberg y aglutina a personalidades destacadas de la economía y los negocios de las tres zonas principales de la economía capitalista: Norteamérica, Europa y Asia-Pacífico. Precisamente la inclusión de miembros de Japón es la principal diferencia con el Grupo Bilderberg.
En la reunión del Grupo Bilderberg en 1972, David Rockefeller propuso la creación de la «Comisión Internacional para la Paz y la Prosperidad» (International Commission of Peace and Prosperity), conocida comúnmente como «Comisión Trilateral». La iniciativa tuvo muy buena acogida en la reunión. La primera reunión de miembros ejecutivos tuvo lugar en Tokyo, Japón en octubre de 1973.
La Comisión Trilateral está vinculada a (o incluso forma parte de) el Grupo Bilderberg y el Council on Foreign Relations.
La Comisión Trilateral se congrega periódicamente manteniendo en sus encuentros reuniones en las que se unen proporcionalmente miembros de las tres áreas geográficas, combinando políticos, empresarios y personalidades académicas.
La importancia de sus miembros le genera numerosas críticas que alimentan la conocida teoría de la conspiración.
Actualmente la comisión es presidida por el congresista demócrata Tom Foley por los Estados Unidos, el empresario y político irlandés Peter Sutherland por Europa y el presidente de Fuju-Xerox, Yotaro Kobayashi, como representante japonés.
Entre las personalidades que han formado parte destacan los ex-presidentes de Estados Unidos George Bush sr., Jimmy Carter y Bill Clinton y el ex-Secretario de Estado de Estados Unidos Henry A. Kissinger.
El abogado español Antonio Garrigues Walker también es miembro de la Trilateral, así como Juan Villalonga. Han sido también españoles de la Trilateral en el pasado, personalidades como Carlos Ferrer Salat, José Luis Cerón Ayuso, Emilio Ybarra, Claudio Boada Vilallonga, José Antonio Segurado, Jaime Carvajal Urquijo y Jesús Aguirre y Ortiz de Zárate (Duque consorte de Alba). Recientemente han sido aceptados como miembros Javier Solana (ex Alto Representante de Política Exterior de la UE), Ignacio Polanco (presidente del grupo PRISA), Borja Prado (presidente de Endesa) y Fernando Rodés (consejero delegado del grupo de comunicación Havas).
Fue fundada por iniciativa de Davi...d Rockefeller, miembro ejecutivo del Council on Foreign Relations y del Grupo Bilderberg y aglutina a personalidades destacadas de la economía y los negocios de las tres zonas principales de la economía capitalista: Norteamérica, Europa y Asia-Pacífico. Precisamente la inclusión de miembros de Japón es la principal diferencia con el Grupo Bilderberg.
En la reunión del Grupo Bilderberg en 1972, David Rockefeller propuso la creación de la «Comisión Internacional para la Paz y la Prosperidad» (International Commission of Peace and Prosperity), conocida comúnmente como «Comisión Trilateral». La iniciativa tuvo muy buena acogida en la reunión. La primera reunión de miembros ejecutivos tuvo lugar en Tokyo, Japón en octubre de 1973.
La Comisión Trilateral está vinculada a (o incluso forma parte de) el Grupo Bilderberg y el Council on Foreign Relations.
La Comisión Trilateral se congrega periódicamente manteniendo en sus encuentros reuniones en las que se unen proporcionalmente miembros de las tres áreas geográficas, combinando políticos, empresarios y personalidades académicas.
La importancia de sus miembros le genera numerosas críticas que alimentan la conocida teoría de la conspiración.
Actualmente la comisión es presidida por el congresista demócrata Tom Foley por los Estados Unidos, el empresario y político irlandés Peter Sutherland por Europa y el presidente de Fuju-Xerox, Yotaro Kobayashi, como representante japonés.
Entre las personalidades que han formado parte destacan los ex-presidentes de Estados Unidos George Bush sr., Jimmy Carter y Bill Clinton y el ex-Secretario de Estado de Estados Unidos Henry A. Kissinger.
El abogado español Antonio Garrigues Walker también es miembro de la Trilateral, así como Juan Villalonga. Han sido también españoles de la Trilateral en el pasado, personalidades como Carlos Ferrer Salat, José Luis Cerón Ayuso, Emilio Ybarra, Claudio Boada Vilallonga, José Antonio Segurado, Jaime Carvajal Urquijo y Jesús Aguirre y Ortiz de Zárate (Duque consorte de Alba). Recientemente han sido aceptados como miembros Javier Solana (ex Alto Representante de Política Exterior de la UE), Ignacio Polanco (presidente del grupo PRISA), Borja Prado (presidente de Endesa) y Fernando Rodés (consejero delegado del grupo de comunicación Havas).
Manuel Prieres Jimmy Carter correligionario de primera de David Rockefeller miembros de la COMISION TRILATERAL.Manuel Prieres Jimmy Carter permitio 444 dias de humillación nacional que fueron los dias que permanecieron rehenes en Iran americanos de la Embajada
Manuel Prieres
La crisis de los rehenes en Irán, se desarrolló en un periodo de 444 días, durante el cual el nuevo gobierno surgido tras la revolución iraní, tomó como rehenes 66 diplomáticos y ciudadanos de los Estados Unidos de América (EE.UU.).[1] La c...risis empezó el 4 de noviembre de 1979 y duró hasta el 20 de enero de 1981.
Protesta en Washington DC. El cartel dice: "Deporten a todos l
Los iraníes".
Contenido
[editar] Toma de la embajada
El 22 de octubre de 1979 el Sah Mohammad Reza Pahlevi, monarca de Irán, viajó a Nueva York para ser sometido a un tratamiento contra el cáncer. El 1 de noviembre el nuevo líder de Irán, el ayatolá Ruhollah Jomeini, lanzó a su pueblo a manifestarse contra intereses de Estados Unidos e Israel. El 4 de noviembre la embajada estadounidense fue rodeada por un grupo de alrededor de 500 estudiantes iraníes (aunque los números varían entre 300 y 2000) que se dieron a conocer como los Discípulos del Imán. Parte de este grupo islamista se juntó alrededor de la embajada a modo de protesta.
Durante el disturbio y con la confusión, seis personas escaparon y se ocultaron en el apartamento de uno de ellos antes de encontrar refugio en la embajada canadiense, donde les dieron pasaportes falsos, de modo que pudieran dejar la embajada canadiense sin ser identificados. Trece de los rehenes, concretamente las mujeres y los afroamericanos que había en el grupo, fueron liberados entre el 19 y 20 de noviembre, pero los 53 restantes siguieron como prisioneros, si bien un último rehén fue liberado debido a una enfermedad el 11 de julio de 1980.
A menudo, se mostraban los rehenes con los ojos vendados a la población local y a las cámaras de televisión. Los ciudadanos cautivos serían liberados únicamente a cambio de la extradición del Sah a Irán, para ser juzgado por "crímenes contra el pueblo iraní". También ha sido considerado un acto de venganza contra los años en los que Estados Unidos había apoyado la política autoritaria del Sah.
Jomeini era un fuerte antiestadounidense en su retórica, denunciando al gobierno estadounidense como "el Gran Satán" "y el enemigo del Islam".[2] De hecho, la embajada ya había sido secuestrada brevemente una vez durante la revolución.
[editar] Reacción estadounidenses
Carter en 1980.
El presidente estadounidense, Jimmy Carter, inmediatamente aplicó presión económica y diplomática sobre Irán: las importaciones de petróleo de Irán se cortaron el 12 de noviembre, de 1979, algunos iraníes en EE.UU. fueron expulsados (aunque muchos de ellos no tenían ninguna relación con la crisis o con el nuevo gobierno iraní), y alrededor de 8 mil millones de dólares en activos iraníes en EE.UU. se congelaron el 14 de noviembre de 1979.
En febrero de 1980, el gobierno iraní hizo públicas sus demandas a cambio de la liberación de los rehenes. Exigían la vuelta del antiguo Sah a Irán, aparte de algunos gestos diplomáticos como el reconocimiendo de las acciones que EE.UU. había tomado en Irán (incluyendo el golpe de estado apoyado por EE.UU. contra el primer ministro Iraní en 1953) y la promesa de no volver a interferir en el futuro.
Carter rehusó ceder a las demandas. Jomeini utilizó la situación para consolidar su poder y anular los desafíos del ala moderada de su gobierno, encabezada por su presidente. La euforia por la humillación a la nación más poderosa distrajo al pueblo iraní de las dificultades económicas de su país. Carter, en abril de 1980, rompió relaciones diplomáticas con Irán e impuso un embargo comercial, exceptuando medicinas y alimentos. Los fondos iraníes en EE.UU. quedaban congelados y contabilizados para indemnizar a los rehenes al ser liberados y pagar las demandas de las empresas estadounidenses contra Irán. Un problema de relaciones internacionales se convirtió en un problema electoral. Su principal contrincante, el republicano Ronald Reagan, acusaba a Carter de “estar equivocado desde el principio”. Reagan declaró: "Los rehenes no debieron estar cautivos seis días, mucho menos seis meses."
Protesta en Washington DC. El cartel dice: "Deporten a todos l
Los iraníes".
Contenido
[editar] Toma de la embajada
El 22 de octubre de 1979 el Sah Mohammad Reza Pahlevi, monarca de Irán, viajó a Nueva York para ser sometido a un tratamiento contra el cáncer. El 1 de noviembre el nuevo líder de Irán, el ayatolá Ruhollah Jomeini, lanzó a su pueblo a manifestarse contra intereses de Estados Unidos e Israel. El 4 de noviembre la embajada estadounidense fue rodeada por un grupo de alrededor de 500 estudiantes iraníes (aunque los números varían entre 300 y 2000) que se dieron a conocer como los Discípulos del Imán. Parte de este grupo islamista se juntó alrededor de la embajada a modo de protesta.
Durante el disturbio y con la confusión, seis personas escaparon y se ocultaron en el apartamento de uno de ellos antes de encontrar refugio en la embajada canadiense, donde les dieron pasaportes falsos, de modo que pudieran dejar la embajada canadiense sin ser identificados. Trece de los rehenes, concretamente las mujeres y los afroamericanos que había en el grupo, fueron liberados entre el 19 y 20 de noviembre, pero los 53 restantes siguieron como prisioneros, si bien un último rehén fue liberado debido a una enfermedad el 11 de julio de 1980.
A menudo, se mostraban los rehenes con los ojos vendados a la población local y a las cámaras de televisión. Los ciudadanos cautivos serían liberados únicamente a cambio de la extradición del Sah a Irán, para ser juzgado por "crímenes contra el pueblo iraní". También ha sido considerado un acto de venganza contra los años en los que Estados Unidos había apoyado la política autoritaria del Sah.
Jomeini era un fuerte antiestadounidense en su retórica, denunciando al gobierno estadounidense como "el Gran Satán" "y el enemigo del Islam".[2] De hecho, la embajada ya había sido secuestrada brevemente una vez durante la revolución.
[editar] Reacción estadounidenses
Carter en 1980.
El presidente estadounidense, Jimmy Carter, inmediatamente aplicó presión económica y diplomática sobre Irán: las importaciones de petróleo de Irán se cortaron el 12 de noviembre, de 1979, algunos iraníes en EE.UU. fueron expulsados (aunque muchos de ellos no tenían ninguna relación con la crisis o con el nuevo gobierno iraní), y alrededor de 8 mil millones de dólares en activos iraníes en EE.UU. se congelaron el 14 de noviembre de 1979.
En febrero de 1980, el gobierno iraní hizo públicas sus demandas a cambio de la liberación de los rehenes. Exigían la vuelta del antiguo Sah a Irán, aparte de algunos gestos diplomáticos como el reconocimiendo de las acciones que EE.UU. había tomado en Irán (incluyendo el golpe de estado apoyado por EE.UU. contra el primer ministro Iraní en 1953) y la promesa de no volver a interferir en el futuro.
Carter rehusó ceder a las demandas. Jomeini utilizó la situación para consolidar su poder y anular los desafíos del ala moderada de su gobierno, encabezada por su presidente. La euforia por la humillación a la nación más poderosa distrajo al pueblo iraní de las dificultades económicas de su país. Carter, en abril de 1980, rompió relaciones diplomáticas con Irán e impuso un embargo comercial, exceptuando medicinas y alimentos. Los fondos iraníes en EE.UU. quedaban congelados y contabilizados para indemnizar a los rehenes al ser liberados y pagar las demandas de las empresas estadounidenses contra Irán. Un problema de relaciones internacionales se convirtió en un problema electoral. Su principal contrincante, el republicano Ronald Reagan, acusaba a Carter de “estar equivocado desde el principio”. Reagan declaró: "Los rehenes no debieron estar cautivos seis días, mucho menos seis meses."
Ahora si me la pusistes dificil M, no se realmente si llorar mas o reirme
ResponderEliminarNi llores ni te rias de todas maneras tu cara es de extreñido, ajajajajajaja.
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