lunes, 9 de mayo de 2011

LA INTELLIGENSIA SIEMPRE COMPLICE DE LOS ROJOS A PARTIR DEL REALISMO SOCIALISTA DE LENIN.


Este artículo cortesía del Blog "Por Cuba y Para Cuba" director Juan Cuellar
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Casi monólogo: la promesa cumplida de Enriquito Núñez Rodríguez
Por: Waldo González López Fecha: 2010-08-19 Fuente: CUBARTE
La sola mención de sus apellidos basta para evocar a una familia, cuyo centro, el padre, mereció la justa celebridad por sus deliciosas crónicas y varias comedias escénicas notabilísimas por su cubanísimo humor. Pero el vástago posee indudable valía, no sólo como compositor y trovador, sino en otras vertientes en los que ha merecido lauros nacionales y extranjeros. Así, que conozcamos más a Enriquito Núñez Rodríguez.

Enriquito, ¿dónde y cuándo naces? Ah, di tu nombre real, que muchos no conocen…

Bueno, ya que enseguida lo preguntas: nací en la capital el 28 de marzo de 1953, y mi nombre real es Enrique Núñez Díaz, aunque, por tener el mismo de mi célebre papá, siempre me endilgan sus apellidos: Núñez Rodríguez.

¿Qué música escuchabas de pequeño, cuándo llegó a tus manos una guitarra?

Ay, Waldo, yo era un niño melómano y, cuando pude encender solito el tocadiscos de casa, escuchaba lo mismo a Pedrito Rico, que I love Paris, de Michel Legrand, o un disco de marchas de la Banda del Ejército Soviético. Mi adolescencia transcurrió de la mano de los Beatles. Más tarde, con Silvio Rodríguez, Serrat y Mercedes Sosa, pero también los conjugaba con Bola de Nieve y Esther Borja. Ese maravilloso ajiaco me abrió el apetito por la música. También yo era ‘raro’, porque iba a la Sinfónica los domingos, mientras mis congéneres se quedaban oyendo "la dobliukiueiem" en el Patricio Lumumba. Pero también porque en las clases de química del preuniversitario me ponía a leer a Martí, Vallejo y Walt Whitman. En el 68 me prestaron una guitarra, aprendí los primeros acordes, los mismos que le vi poner a Silvio, Pablo y Noel en el memorable recital en Casa de las Américas. Entonces empecé a escribir canciones y cantarlas... hasta hoy

¿Y tus primeras canciones?

Bueno, las primeras dignas de llamarse así fueron Ministro de metal y Buenos días, Isel, las quesurgieron al conjuro de aquellas inolvidables descargas en casa de Teté Vergara, e intercambiando canciones con Los Kents y Amaury Pérez. Era el verano de 1969. Con la emoción fresca de aquellas melodías en la memoria, ingreso al ITM, donde me matricularon mis padres “para enderezarme”. Pero el bicho de la trova y la bohemia ya me habían picado en un lugar que suele estar entre pecho y garganta.

¿Qué recuerdas de tu estancia en las FAR?

Mira, lo que más recuerdo es la altura de la cerca del Instituto Técnico Militar, que saltaba cada vez que podía escaparme para ir a cuanta descarga oficial o informal convocaban los pioneros de la Nueva Trova. Por fin, una comisión médico-siquiátrica, bastante comprensiva y benévola, me da la baja de las FAR a principios de 1971: “Te haces artista, o te vuelvo a meter pa´ dentro…” me dijo el Dr. Bello, del Hospital Naval.

¿Estudios musicales?

Hice mis primeros estudios de técnica musical en el Centro de Desarrollo de la Música del antiguo Centro Nacional de Cultura, y como oyente en las clases que recibía el Grupo de Experimentación Sonora del ICAIC, de parte de los maestros Leo Brouwer, Federico Smith y Juan Elósegui. Allí me vinculé aún más a la creación de aquellos jóvenes trovadores y músicos. Por esos días también asistía a menudo a la Peña del Parque de los Cabezones de la Universidad y participaba en los recitales de trova que hacían en el Teatro Hubert de Blanck y en la Televisión Universitaria. Cantaba en numerosas actividades organizadas por la UJC y, en febrero de 1972, asciendo a la Sierra Maestra, integrando la primera brigada artística que actuó en aquella histórica región oriental. En diciembre del propio año, soy uno de los 43 jóvenes trovadores que fundaron en Manzanillo el Movimiento de la Nueva Trova.

¿Cuándo comienzas a laborar profesionalmente?

Sí, mira, en 1973 empiezo, ya profesionalmente, en el Centro de Desarrollo de la Música, que mencioné anteriormente, como autor-intérprete. Allí, ofrecía recitales en solitario o compartidos con trovadores como Vicente Feliú, Mike Porcel y Jesús del Valle, entre otros. Por entonces, recorrí todo el país con mi guitarra durante cinco años. A partir de entonces, mis canciones comienzan a ser interpretadas por Elena Bourke, Alina Sánchez, Miguel Ángel Piña, Omara Portuondo, Los Cañas, Martha Jean-Claude, Elizabeth de Gracia, Fernando Sánchez, José Valladares, entre otros. Participé en los discos colectivos de la Nueva Trova: “Jornada de Solidaridad con Chile”, “Forjadores del Futuro” y “De un pájaro las dos alas”.

¿Cuándo viajas a Angola?

Pues, en octubre de 1976, viajo a la República Popular de Angola, especialmente invitado por el Presidente Agostinho Neto, de quien yo había musicado su poema Volveremos, integrando junto a Alina Sánchez, Virulo, José Valladares y Rey Montesinos una de las primeras brigadas artísticas que actuó para los combatientes internacionalistas cubanos y el pueblo del hermano país.

¿También has actuado?

Sí, imagínate: a finales de la década de los 70 fui uno de los protagonistas de un programa “Palco 1”. Interpreté dos papeles secundarios en la serie “Día y Noche”, dirigida por Abel Ponce y un protagónico en “La Mandrágora”, Teatro en televisión dirigido por Carlos Piñeiro. En ese lapso, algo hermoso fue, sin duda, que en 1977, Omara Portuondo grabó mi canción dedicada al poeta de la Generación del Centenario y mártir del asalto al Moncada, Raúl Gómez García.

Lo de intérprete dramático continúa, fíjate: entre 1978 y 1980, trabajé como actor-cantante en el Teatro Musical de La Habana, donde llegué a compartir con Adolfo Llauradó el rol protagónico de la pieza Roda Viva, de Chico Buarque, en una puesta de Jesús Gregorio.

En 1980, comienzo a laborar como jefe de escena en el Teatro Nacional de Cuba, donde me formé como Director Artístico, y, dando continuidad a mis incursiones en las tablas, en 1981 interpreté, junto a Alberto Pujol, Yolanda Ruiz, Frank González, Renecito de la Cruz, Vicente Feliú, Angelito Quintero y Xiomara Palacio, uno de los roles protagónicos de la puesta en escena de La Cuadratura del Círculo, de Valentín Kataev, dirigida por Fabio Alonso.

Pasaste un Curso en la Escuela de Cuadros “Julio Antonio Mella”…

En 1982 me gradué con las mejores calificaciones en el Primer Curso para Jóvenes Artistas y Escritores de la Escuela Nacional de Cuadros de la UJC Julio Antonio Mella. Ese año, junto a otros fundadores de ese movimiento, en acto solemne en la Casa de las Américas, Silvio Rodríguez me impuso la Medalla 10mo. Aniversario de la Nueva Trova.

También obtuve varios premios y menciones en el Concurso 13 de Marzo de la Universidad de La Habana. En 1982 fui a cantarles a los maestros internacionalistas cubanos en Nicaragua. En esos años, como pasatiempo, actué en pequeños roles en los filmes Mella, Maluala, Habanera y Cecilia, todos del ICAIC, y en La Gran Rebelión y Como nosotros, de los ECITV’FAR.

¿Has merecido Premios en el Concurso Guzmán…?

En 1983 gané el Tercer Premio del Concurso Adolfo Guzmán con Para esperar la despedida, que cantó Xiomara Laugart. En 1984, merecí la Primera Mención con la canción Deja que te ignore, interpretada por Miguel Ángel Piña. En 1986, alcancé el Gran Premio por la obra Sin artículo mortis, que interpretó Pablo Milanés, y en la edición del 2000, el Primer Premio con Que el sol te sorprenda, cantada por Niurka Reyes.

Pero, como siempre, hago varias cosas. Así, antes ya había sido el primer director artístico que tuvo la Casa del Joven Creador y, desde esa responsabilidad, escribí el guión y dirigí “Abril de Juventud en la Plaza”, el primer concierto (después de uno que hizo Benny Moré en 1962) realizado en la Plaza de la Revolución con integrantes de la Nueva Trova. Ese concierto reunió durante cinco horas a más de 200 mil espectadores en la Plaza, y fue presenciado por el Comandante en Jefe. Por ese trabajo, se me fue conferido el Premio Rubén Martínez Villena, de la UJC.

En 1988 fui Asistente de Dirección de Pablo Milanés en el Festival Internacional de la Canción de Varadero. Ah, espérate, se me olvidaba: en ese tiempo, estudié en la Universidad de La Habana, donde por fin me gradué en 1990 de Licenciatura en Historia del Arte, con el Trabajo de Diploma “La Nueva Trova Cubana en el contexto de la Nueva Canción en Latinoamérica”.Ese año merecí el Tercer Premio del Concurso de la Canción Francesa convocado por la Alianza Francesa de Cuba.

¿Los discos?

Comenzaron a llegar en 1990, cuando grabé el primero: Con dulce rabia (Premio EGREM de la Crítica), donde recogí parte de mi labor como autor e intérprete, y en el que cantan mis canciones: Pablo Milanés, Sara González, Omara Portuondo y Silvio, entre otros. En ese disco también colaboraron los maestros Frank Fernández, José María Vitier y Ernán López-Nussa. En la edición de 1990, obtuve, entre 18 concursantes, el Primer Premio del Concurso de la Canción Francesa, de la Alianza Francesa de Cuba.

¿Qué si he estado en México lindo y querido?

Claro que sí. Ya te digo: en 1993, viajé a Mérida, Yucatán, donde dirigí un espectáculo de cabaret. Regresé a ese país hermano en 1994, invitado por la UADY, a realizar presentaciones y grabar dos canciones en el discoUn salitre lejano, con textos del poeta yucateco Fernando Espejo. Vuelvo nuevamente a México en 1995, esta vez en mi doble condición de trovador y Director Artístico de las Jornadas de la Cultura Cubana, en la Universidad Autónoma de México.

¿A España?

Sí, también la visité. En 1995 integré el espectáculo cubano que actuó en el Festival Cidade Vella, en Santiago de Compostela, y permanecí diez meses dando presentaciones en España, la mayor parte de ellas coordinadas por organizaciones de solidaridad con Cuba.

¿Has dirigido espectáculos musicales?

Entre 1996 y 2002 dirigí varios espacios habituales en el Piano Bar Delirio Habanero y en el Café Cantante Mi Habana, ambos en el Teatro Nacional de Cuba, donde también dirigí hasta el 2006 Galas Artísticas, Veladas, Conciertos y Actos Conmemorativos en las salas Avellaneda y Covarrubias.

¿La poesía de Nicolás Guillén?

Claro, en 1997 musiqué el poema Che Guevara, de Nicolás Guillén, que fue interpretado por Liuba María Hevia en el disco Tu querida presencia (editado por Bis Music), para conmemorar el 30 aniversario de la caída del Guerrillero Heroico. Con el mismo motivo, mi canción Ministro de metal (que había compuesto al Che en 1969 mientras era cadete del ITM) fue incluida en una antología de canciones de autores de todo el mundo, dedicadas al comandante Ernesto Guevara, editada por el Departamento América del Comité Central del PCC. Además, recibí en 1988, al cumplir 25 años de trabajo, la Orden Raúl Gómez García.

Fui elegido, en el 2001, Miembro de la Academia Latina del Grammy, y en noviembre ofrecí un recital en el espacio A guitarra limpia, del Centro Pablo de la Torriente Brau.

Compuse, en el 2002, tres canciones con textos del Héroe de la República de Cuba Antonio Guerrero, para la grabación del disco Regresaré, donde además compartí la producción con Vicente Feliú. Asimismo, escribí y dirigí el concierto de presentación del disco, el 16 de octubre, día del cumpleaños del poeta prisionero, en el Teatro Auditorium Amadeo Roldán, que contó con la presencia del Comandante en Jefe Fidel Castro, las familias de los Cinco Héroes, y fue trasmitido por la Televisión Cubana. Regresarérecibiría un Premio Especial en el Festival CUBADISCO 2003. En el 2002, retomo la figura de Nicolás Guillén. Entonces compuse la guaracha La fiesta de Nicolás, dedicada al Poeta Nacional en el centenario de su natalicio, grabado con el septeto Café Amargo.

¿No has musicado algo de nuestro Martí?

Por supuesto, en el 2003, mi canción Los pueblos no están hechos, con texto de José Martí, fue estrenada en la Marcha de las Antorchas, el 28 de enero. En junio fui invitado a cantarla en la Tribuna Abierta de la Revolución, del Municipio 10 de Octubre. Asimismo, fue interpretada por Eduardo Sosa en el Acto Central por el 50 Aniversario del Asalto al Cuartel Moncada, el 26 de julio en Santiago de Cuba. El 26 de octubre, la televisión cubana estrenóGeneralísimo Hermano, video-canción que realicé sobre un tema mío cantado por Omara Portuondo, dedicado a Máximo Gómez. En el 2003, cumplí 50 años y 34 de vida artística, y fui homenajeado el día de mi cumpleaños en el Centro Provincial de Superación para la Cultura Félix Varela, por un nutrido grupo de artistas y admiradores. El 15 de junio me fue impuesta la Distinción Por la Cultura Nacional.

¿Has grabado más discos?

Hace años que no me gano la vida cantando. Pero fui de los primeritos trovadores profesionales que hubo en Cuba hace 37 años. Pero como no me grababan discos, ni me mandaban al extranjero con los otros trovadores que viajaban, quise intentar otras cosas. Primero estuve de actor en el Teatro Musical y luego aprendí la profesión de Director de Espectáculos en el Teatro Nacional de Cuba, donde trabajé 26 años ─la mitad de mi vida, como el que dice─ desde 1980 hasta el 2006. Mi primer disco ─de acetato─ lo hice en 1990. En todos estos años no he dejado de cantar donde me inviten, no vaya a ser que se acuerde el Dr. Bello, del Hospital Naval, aquel que te conté al inicio de la entrevista.

Debo decirte también, en honor a la verdad, que yo nunca fui un autor muy prolífico. Solamente unas 250 canciones desde que empecé en 1968. La inmensa mayoría con letra y música mías, pero también muchos poemas musicados de Martí, Guillén, Eliseo Diego, Martínez Villena, del yucateco Fernando Espejo y, más recientemente, de Antonio Guerrero.

De cualquier modo, en el 2004, además de hacer la Dirección Artística de dos espectáculos de gala para el VI Festival del Habano, comencé la grabación con la EGREM de mi segundo disco: Con cierta ternura, en el que participó Danny Rivera, quien grabó la canción Como hace un año. Pero también participaron. Miriam Ramos, Aníbal Cruz, Vannia, Liuba María Hevia, Niurka Reyes, Pedro Romero, Chaviano, Amaury Pérez, Leo Vera, Coco Freeman, Manuel Argudín, Raquel Hernández, Mayito Rivera y Pablo Milanés. Las notas del disco fueron escritas por el cineasta Humberto Solás. Mi canción Puede ser Atenas fue escogida por el INDER como Tema Oficial de la Delegación Cubana a los XXVIII Juegos Olímpicos.

Y en el 2005 terminé de grabar un nuevo disco y dirigí un gran espectáculo para un evento que tuvo lugar en Dubai, Emiratos Árabes Unidos, con el que la corporación ZMG de ese país, y Habanos S.A., de Cuba, celebraron sus 40 años de relaciones comerciales.

En el Auditorio del Olimpo, en Mérida, Yucatán, ofrecí un recital de poesía y canciones en marzo de 2006, compartido con el célebre poeta mexicano Fernando Espejo. Ese año cumplí 26 años de trabajo en el Teatro Nacional de Cuba, durante los cuales más de 1000 artistas cubanos y extranjeros de todas las manifestaciones actuaron en espectáculos de diversa índole dirigidos por mí. Pero hay más: fui invitado a cantar en una Gala de Premiados del Concurso de la Canción Francesa de la Alianza Francesa de Cuba. Y el tres de diciembre estrené en la televisión mi video-canción Un largo camino, dedicada a los médicos internacionalistas cubanos. También en 2006 apareció mi disco Con cierta ternura.

¿Musicaste un poema de mi admirado amigo, el poeta y pedagogo Raúl Ferrer?

Claro, Waldo, en el 2007, mi canción Lección de Frank País, con texto de Raúl Ferrer, e interpretada por Raquel Hernández, fue escogida para cerrar la Velada Conmemorativa por el 50 aniversario de la caída de Frank País, el 30 de julio, en Santiago de Cuba. Ese mismo día se estrena en la televisión cubana el video-canción del mismo título, realizado por mí.

Pero cuéntame más, Enriquito, que tu vida ha sido pródiga en creación y actividades…

Bueno, pues ese año, 2007, el 14 de julio, “Día Nacional de Francia”, dirigí un concierto en el que tomaron parte la compañía Ópera de la Calle de la que fui Subdirector Artístico de 2006 a 2008 y la Banda Nacional de Conciertos, interpretando obras francesas y cubanas, así como, por primera vez en Cuba, la versión original completa cantada de La Marsellesa.

Viajé a Francia por un mes en noviembre de 2007, a un entrenamiento en dirección artística de ópera, pero también canté en una actividad del Partido Comunista francés y en dos en solidaridad con Cuba y por la liberación de los Cinco Héroes prisioneros del imperio.

El 27 de enero de 2008 interpreto, junto a Eduardo Sosa, mi canción Los pueblos no están hechos, con texto de José Martí, en la actividad cultural de La Marcha de las Antorchas, al pie de la escalinata de la Universidad de La Habana. El primero de febrero actúo en el acto patriótico por el aniversario 41 del Instituto Técnico Militar José Martí. Ese año actué invitado en el Concurso de la Canción Francesa. Omara Portuondo grabó mi canción Guardafrontera de acero, en ocasión del 45 aniversario de esa institución. Por esa celebración, dirigí la Velada Artística en la Sala Universal FAR.

Mi canción Iremos a Beijing, interpretada por los solistas de la compañía Ópera de la Calle, resultó una de las cuatro finalistas del concurso convocado por el INDER para escoger el tema de la delegación olímpica cubana a los juegos de Beijing 2008. En octubre de 2008 arribé a 35 años de trabajo profesional. Escribí el guión e hice la dirección artística de La noche de Compay Segundo, un Concierto de Gala y Cena en La Plaza Vieja, el 22 de noviembre, como cierre de las celebraciones por el Centenario del célebre músico cubano. En el 2009, cumplí 40 de vida artística, desde que en 1969 hice mis primeras actuaciones como trovador aficionado.

La canción Nuestra media rueda, en homenaje al 50 Aniversario del Triunfo de la Revolución, e interpretada por Augusto Enríquez, Basilio Repilado, María Victoria, Jenny Sotolongo y el Coro Solfa, junto a David Álvarez y su grupo Juego de Manos, en un vídeo-canción realizado por mí, se trasmitió por la televisión cubana durante todo el año. Yo la canté en un acto por el 50 Aniversario en el MINVEC, el 10 de enero.

Con motivo de la Semana de la Francofonía, el 19 de marzo, dirigí un concierto de la cantante francesa de jazz Laure Donnat, junto a Bobby Carcassés y un grupo de músicos estrellas cubanos en la Sala Hubert de Blanck. Y el 25 me invitaron a cantar en el homenaje que los Ministerios de Salud Pública y Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente les ofrecieron a los combatientes y oficiales del MININT, con motivo del 50 Aniversario de los Órganos de la Seguridad del Estado.

No me has hablado de tu vida personal, familiar…

Chico, estoy casado con la Lic. Nancy Benítez, Directora del Centro Nacional de Investigaciones de las Artes Escénicas, y tengo tres hijas. Pero, luego de que te he hecho el Cuéntame tu vida, ahora, al final, te pregunto: ¿No crees que cumplí con la promesa que en 1969 hice al Dr. Bello, del Hospital Naval? Porque al menos yo creo que sí. ¿Qué tú crees

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