Yo no tengo más que agradecimientos en mis recuerdos y en mis memorias para el Padre Pastor, por su empeño y enseñanzas para lograr lo que con el tiempo se ha comprobado como una labor GIGANTE ante la adversidad...Todos los que fuimos sus discipulos, en cualquier parte del mundo en que nos encontremos, hemos sabido sembrar su huella. Una huella tan fuerte, que ni comunismo, ni capitalismo, ni idiosincrasia alguna o idioma ajeno, ha podido borrar...Aún nuestros hijos, sin haberlo conocido, siguen esas huellas...Sin embargo, muchas de sus enseñanzas costaron serias lágrimas a algunos...En el tiempo en que yo me fui con mi familia, Pastor aún no comulgaba con la idea del exilio y me costó mucho ver como diferiíamos en la idea, aunque supo que fue demasiado doloroso para mi la partida porque aunque salía con mi familia, perdía muchas cosas...Solo años después, Pastor se dió cuenta de que sus jóvenes tenían que sacar alas y volar. Para entonces demasiadas cosas habían pasado y muchos quedamos marcados en el proceso; con la muerte de algunos, cárcel para otros, umap, separaciones de familias, exilio, depuraciones y todas las cosas que ya estamos cansados de contar...Todos estamos dispersos ahora, pero mas juntos que nunca según vamos avanzando en edad...Ahora entendemos todas las razones de Pastor...Cada uno de nosotros tenemos una profesión, que si no es universitaria, para los muchachos de Pastor, es una labor a realizar en esta vida como complemento de lo aprendido...Todos hemos tenidos nuestros trabajos como forma de vida, pero también el trabajo de seguir sembrando lo que tanto nos costó aprender...Los discípulos de aquel gran hombre están dispersos por todo el mundo con la gracia de Dios, para que asi se haya hecho más grande la obra...Los que salimos, por suerte, lo hemos hecho muy bien para orgullo de nuestro Maestro, cada uno en su labor sin que ninguno de los otros haya tenido que decirle cómo hacerlo...Los que por desgracia se quedaron, también han hecho su labor diligentemente como ellos creen que deben hacerlo...Ellos conocen mejor que nadie su labor y la forma en que deben llevarla a cabo...Nosotros salimos y no tenemos la más remota idea de como se vive allá y lo que se tiene que hacer para hacer el trabajo lo mejor posible para beneficiar a los más afectados, aquellos que no tienen voz y puedan salvar aunque sea una vida o llevar de comer a los más hambrientos...Solo sabemos los discípulos de Pastor que nuestros trabajos en donde quiera que nos encontremos tiene siempre que ser el mejor y a favor de los que más nos necesiten...Esa es parte de la enseñanza de aquel legendario Padre Pastor quien por suerte para nosotros, un dia cualquiera llegó a Guantánamo como pudo haber llegado a cualquier otro pueblo de Cuba...Dios no se equivocó. quizá era el pueblo que más lo necesitaba...
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