2 hours ago
Esta anecdota es real. Todo acontecio segun los hechos y lo cuento hoy, dia de Nochebuena, (vispera de Navidades) por el significado que tuvo y tiene a mi fe religiosa desde los anos de mi juventud. Lo hare en tres partes porque cada parte es crucial y necesaria, aunque en realidad hay tantas partes en mi vida que encajan perfectamente en lo que quiero compartir de esas experiencias con ustedes. Todo fue tal como lo cuento y espero que sirva de algo.
Y me puse de su lado. (Parte I)
Era el mes de mayo de 1971. Mi madre como una loca me agarra, olvidandose del vecino chivaton del Ministerio del Interior -al lado nuestro- y que ademas era recabuchador, y grita: Si no sales de este Guantanamo como un rayo para Camaguey te llamo a la policia, porque prefiero llevarte una jabita estando vivo en la carcel que ir al cementerio a recojerte en pedazos si tratas de irte por la Base. Ya tengo el pasaje listo y yo mismo te montare en la guagua. Y me deje montar porque sabia que ya me habia visto hecho pedazos y esa imagen no habia quien se la sacara del cerebro, lo mismo le pasaba con el rio que tanto terror le tenia a que me ahogara, como sucedia a cada rato, y me lo prohibia a base de palos, sin ningun exito por supuesto ya que siempre me las ingeniaba con ella.
Tan pronto el chofer llego al puente de San Justo, cerquita del cementerio San Rafael; en donde las madres cubanas iban desesperadas a tratar de reconocer a sus hijos desaparecidos en cuerpos -y partes de cuerpos- expuestos como una muestra del terror oficial a quienes trataban de cruzar la Base por tierra o por mar; lo mismo por una mina que por cualquier tiburon; ahogado que ametrallado, lo cual tenia a las madres aterrorizadas cuando un hijo no dormia en casa. Le dije al chofer que habia olvidado mi carnet de identidad y que no podia seguir ese viaje. El me firmo el pasaje con derecho al proximo omnibus que saliera de Guantanamo. Ahi mismo me fui para el cuarto del hermano de Angelito en la calle Moncada (Linea) y a los tres dias partimos a cruzar la Base por mar. Llegamos cerca del poblado Los Canos y cruzamos unos pantanos por mas de 45 minutos y llegamos, eshaustos a un pequeno terreno de tierra firme donde anos atras parece ser hubo una vivienda de lo cual solo sobrevivia algunas tablas podridas y algunos cactus de un jardin abandonado y un pozo de agua seco. Llegamos haciendose de noche. Cuando la oscuridad cayo como dando el toque de queda, sin luna por supuesto, las piernas temblaron mas del miedo que del cansancio. Segun informes que teniamos, toda esa parte estaba siendo minada y teniamos que atravezar unos 25 metros para llegar al fango en forma de playa. En eso Angelito dice que teniamos que comer para recuperar energia y todos estuvimos de acuerdo, mas por el miedo que por conviccion y que el iba a cojer cualquier transporte en Los Canos para traer comida de Guantanamo y que regresaria al siguiente dia, sin dejar de recordarme lo que habiamos pactado. El chino enseguida dijo que el iria a buscar agua al rio y estaria de regreso enseguida y asi los dos partieron en compania. Alberto (creo que asi se llamaba) y yo nos quedamos en espera. Paso el primer dia, el segundo y gracias a Dios que teniamos frutas en los cactus lo cual nos hacia orinar rojo como la sangre y un poco de agua que bebiamos de la superficie del pantano. Sedientos y hambrientos pasamos 3 dias y medio, escuchando a los perros de los guardafronteras, escondidos debajo de zarzas, hasta que convecido que algo le habia pasado a Angelito; el chino yo sabia que se habia rajado y nunca espere que regresara con el agua, ya que aunque solo tenia 14 anos era un hombrecito en su palabra.
Salimos por un pequeno camino en la Salina y en un par de minutos estabamos en el entronque que nos habia tomado 45 minutos atravezando manglares. La proxima vez vengo por aqui, le dije a Alberto y partimos rumbo a Guantanamo. Cuando llegamos nos enteramos enseguida que Angelito lo habian cojido preso en Los Canos y se lo habian llevado para la prision de Boniato. Lo peor de todo es que se habia corrido la bola que yo habia logrado cruzar pero que el pobre Angelito lo habian cojido. Tambien que habiamos perecidos por una mina que exploto. Los del G2 staban buscando a un tal Juan. Me entero tambien que mi mama salio como una loca hacia Camaguey cuando le dijeron todo esos rumores: "A Juancito lo monte yo misma en una guagua hacia Camaguey...eso no puede ser cierto" decia Mima llena de angustia.
Me fui para la terminal con mi pasaje firmado y me monte en la primera guagua que salio para Camaguey. Temiendo que la Seguridad daria conmigo, de la terminal en Camaguey fui directo al Ministerio del Trabajo y me acogi a la ley contra la vagancia, recien anunciada, y pedi trabajo. Me dijeron que 2 dias iria al central Lugareno a trabajar en los ferrocariles. De ahi parti hacia la casa de mi abuela y cuando llego, me entero que Mima habia regresado para Guantanamo desesperada y pensando lo peor y le mande un telegrama diciendole que estaba trabajando en los ferrocariles. Mi tia ni me pregunta donde habia estado desde que Mima me monto en la guagua, sino, con su sarcasmo de siempre me cuenta que Mima habia ido a ver a Irma, la espiritista y que esta le habia dicho que yo estaba escondido, rodeado de mar y pantanos, sediento y hambriento; que ella oia ladridos de perros pero que nada me iba a pasar ya que yo estaba tratando de irme del pais pero ese no iba a ser mi tiempo, pero que eventualmente lo lograria porque estaba protegido por una fuerza poderosa. Cuando mi tia me dijo eso me quede en silencio y le pregunte cuando Irma le dijo semejante cosa a Mima y me respondio que hacia 2 dias, o sea mientras estabamos aun escondidos Alberto y yo en ese momento. Yo me hice el loco y le dije que Irma era una embustera y que yo me habia bajado en Santiago de Cuba con una transfer que me dio el chofer al decirle que habia dejado mi carnet de identidad en Guantanamo y me habia quedado con unos amigos en Santiago. No habia manera de quitarme de la cabeza las palabras de Irma ni la curiosidad por saber cual fuerza era la que me protegia y le comunicaba a ella cosas que nadie puede saber, ni siquiera la omnipresente Seguridad del Estado.
En el Central Lugareno me pusieron en un contingente para reparar traviesas que habian cojido fuego con la quema de cana. Albergados en tres vagones de trenes. Curiosamente recuerdo que montado en una "chispita" con otros jovenes que estabamos siendo llevado camino al albergue, pasando cerca de Lugareno le dije a los que estaban ahi, como jodedera, pensando en Irma, que iba el proximo domingo a ver una pelicula de Alain Dellon que estaban poniendo en el cine del pueblo. ?Y tu eres adivinador o come mierda? dijo uno que hacia rato me habia puesto el ojo. Cuando vayas al batey sabras quien es realmente el come mierda. Ahi mismo sabia que el y yo chocariamos tarde o temprano, lo presenti como si adivinara el futuro.
Continuara.
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Esta anecdota es real. Todo acontecio segun los hechos y lo cuento hoy, dia de Nochebuena, (vispera de Navidades) por el significado que tuvo y tiene a mi fe religiosa desde los anos de mi juventud. Lo hare en tres partes porque cada parte es crucial y necesaria, aunque en realidad hay tantas partes en mi vida que encajan perfectamente en lo que quiero compartir de esas experiencias con ustedes. Todo fue tal como lo cuento y espero que sirva de algo.
Y me puse de su lado. (Parte I)
Era el mes de mayo de 1971. Mi madre como una loca me agarra, olvidandose del vecino chivaton del Ministerio del Interior -al lado nuestro- y que ademas era recabuchador, y grita: Si no sales de este Guantanamo como un rayo para Camaguey te llamo a la policia, porque prefiero llevarte una jabita estando vivo en la carcel que ir al cementerio a recojerte en pedazos si tratas de irte por la Base. Ya tengo el pasaje listo y yo mismo te montare en la guagua. Y me deje montar porque sabia que ya me habia visto hecho pedazos y esa imagen no habia quien se la sacara del cerebro, lo mismo le pasaba con el rio que tanto terror le tenia a que me ahogara, como sucedia a cada rato, y me lo prohibia a base de palos, sin ningun exito por supuesto ya que siempre me las ingeniaba con ella.
Tan pronto el chofer llego al puente de San Justo, cerquita del cementerio San Rafael; en donde las madres cubanas iban desesperadas a tratar de reconocer a sus hijos desaparecidos en cuerpos -y partes de cuerpos- expuestos como una muestra del terror oficial a quienes trataban de cruzar la Base por tierra o por mar; lo mismo por una mina que por cualquier tiburon; ahogado que ametrallado, lo cual tenia a las madres aterrorizadas cuando un hijo no dormia en casa. Le dije al chofer que habia olvidado mi carnet de identidad y que no podia seguir ese viaje. El me firmo el pasaje con derecho al proximo omnibus que saliera de Guantanamo. Ahi mismo me fui para el cuarto del hermano de Angelito en la calle Moncada (Linea) y a los tres dias partimos a cruzar la Base por mar. Llegamos cerca del poblado Los Canos y cruzamos unos pantanos por mas de 45 minutos y llegamos, eshaustos a un pequeno terreno de tierra firme donde anos atras parece ser hubo una vivienda de lo cual solo sobrevivia algunas tablas podridas y algunos cactus de un jardin abandonado y un pozo de agua seco. Llegamos haciendose de noche. Cuando la oscuridad cayo como dando el toque de queda, sin luna por supuesto, las piernas temblaron mas del miedo que del cansancio. Segun informes que teniamos, toda esa parte estaba siendo minada y teniamos que atravezar unos 25 metros para llegar al fango en forma de playa. En eso Angelito dice que teniamos que comer para recuperar energia y todos estuvimos de acuerdo, mas por el miedo que por conviccion y que el iba a cojer cualquier transporte en Los Canos para traer comida de Guantanamo y que regresaria al siguiente dia, sin dejar de recordarme lo que habiamos pactado. El chino enseguida dijo que el iria a buscar agua al rio y estaria de regreso enseguida y asi los dos partieron en compania. Alberto (creo que asi se llamaba) y yo nos quedamos en espera. Paso el primer dia, el segundo y gracias a Dios que teniamos frutas en los cactus lo cual nos hacia orinar rojo como la sangre y un poco de agua que bebiamos de la superficie del pantano. Sedientos y hambrientos pasamos 3 dias y medio, escuchando a los perros de los guardafronteras, escondidos debajo de zarzas, hasta que convecido que algo le habia pasado a Angelito; el chino yo sabia que se habia rajado y nunca espere que regresara con el agua, ya que aunque solo tenia 14 anos era un hombrecito en su palabra.
Salimos por un pequeno camino en la Salina y en un par de minutos estabamos en el entronque que nos habia tomado 45 minutos atravezando manglares. La proxima vez vengo por aqui, le dije a Alberto y partimos rumbo a Guantanamo. Cuando llegamos nos enteramos enseguida que Angelito lo habian cojido preso en Los Canos y se lo habian llevado para la prision de Boniato. Lo peor de todo es que se habia corrido la bola que yo habia logrado cruzar pero que el pobre Angelito lo habian cojido. Tambien que habiamos perecidos por una mina que exploto. Los del G2 staban buscando a un tal Juan. Me entero tambien que mi mama salio como una loca hacia Camaguey cuando le dijeron todo esos rumores: "A Juancito lo monte yo misma en una guagua hacia Camaguey...eso no puede ser cierto" decia Mima llena de angustia.
Me fui para la terminal con mi pasaje firmado y me monte en la primera guagua que salio para Camaguey. Temiendo que la Seguridad daria conmigo, de la terminal en Camaguey fui directo al Ministerio del Trabajo y me acogi a la ley contra la vagancia, recien anunciada, y pedi trabajo. Me dijeron que 2 dias iria al central Lugareno a trabajar en los ferrocariles. De ahi parti hacia la casa de mi abuela y cuando llego, me entero que Mima habia regresado para Guantanamo desesperada y pensando lo peor y le mande un telegrama diciendole que estaba trabajando en los ferrocariles. Mi tia ni me pregunta donde habia estado desde que Mima me monto en la guagua, sino, con su sarcasmo de siempre me cuenta que Mima habia ido a ver a Irma, la espiritista y que esta le habia dicho que yo estaba escondido, rodeado de mar y pantanos, sediento y hambriento; que ella oia ladridos de perros pero que nada me iba a pasar ya que yo estaba tratando de irme del pais pero ese no iba a ser mi tiempo, pero que eventualmente lo lograria porque estaba protegido por una fuerza poderosa. Cuando mi tia me dijo eso me quede en silencio y le pregunte cuando Irma le dijo semejante cosa a Mima y me respondio que hacia 2 dias, o sea mientras estabamos aun escondidos Alberto y yo en ese momento. Yo me hice el loco y le dije que Irma era una embustera y que yo me habia bajado en Santiago de Cuba con una transfer que me dio el chofer al decirle que habia dejado mi carnet de identidad en Guantanamo y me habia quedado con unos amigos en Santiago. No habia manera de quitarme de la cabeza las palabras de Irma ni la curiosidad por saber cual fuerza era la que me protegia y le comunicaba a ella cosas que nadie puede saber, ni siquiera la omnipresente Seguridad del Estado.
En el Central Lugareno me pusieron en un contingente para reparar traviesas que habian cojido fuego con la quema de cana. Albergados en tres vagones de trenes. Curiosamente recuerdo que montado en una "chispita" con otros jovenes que estabamos siendo llevado camino al albergue, pasando cerca de Lugareno le dije a los que estaban ahi, como jodedera, pensando en Irma, que iba el proximo domingo a ver una pelicula de Alain Dellon que estaban poniendo en el cine del pueblo. ?Y tu eres adivinador o come mierda? dijo uno que hacia rato me habia puesto el ojo. Cuando vayas al batey sabras quien es realmente el come mierda. Ahi mismo sabia que el y yo chocariamos tarde o temprano, lo presenti como si adivinara el futuro.
Continuara.
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Y me puse de su lado. (Parte II)
El domingo siguiente un grupo de nosotros fuimos a Lugareno y para sorpresa estaban pasando la pelicula de Alain Delon que habia anunciado, empujado por algo, camino al albergue en la chispita. El socio que me tenia los ojos puestos estaba en el grupo y algunos comenzaron a decirle riendose "comemierda" en jodedera ya que se paso el tramo del albergue al batey diciendo "salio adivinador y llego comemierda" y se reia sarcasticamente que me dieron ganas de caerle encima. Yo estaba atonito ante el afiche de la pelicula y el cine que me fuera tan familiar, como si ya antes lo hubiese visto sin recordar cuando o es que asi lo habia visto cuando lo anuncie. Esas cosas me habian ocurrido con anterioridad. Recorde a Piti, el haitiano de la cuarteria donde viviamos, hablando con Mima de algo similar, diciendole que eso se llamaba Dejavu y que eran fuerzas poderosas dentro de nosotros y que lo mismo eran buenas que malas; te protegian y te destruian. Me pase la noche pensando en Irma la espiritista y todo lo que le habia dicho a Mima. Recorde entonces como yo nunca habia creido en nada de eso desde nino en Camaguey, como cojia los kilos de las ofrendas y trabajos que tiraban por el barrio diciendo "Lo que Dios quiera" y le compraba una fruta a Rosa o un pedazo de mermelada de guayaba en la bodega de Antonio. Como sentia repulsion a estar en los bembe en la casa de la madre de mi padrastro y como siempre ignoraba el altar a Ogun de mi padrastro en casa y como le decia a Mima que lo botara a la calle. Pense en todo lo que me habia sucedido desde entonces. Recorde cuando me meti dentro de aquella caja y al cruzar la calle me arrollo el jeep de los casquitos del Cuartel Agramonte partiendome una pierna y como una voz me decia que no cruzara y otra que si. Cuando quede enganchado por el parpado en unos alambres de puas que tenian de tendedera en el patio de la casa de los bembe y que no me quede tuerto de milagro. Como siempre algo malo me pasaba y algo me salvaba tambien.
Me di a la tarea de trabajar y pasar inadvertido pero habia algo, como una fuerza oculta que lo impedia, era algo que me perseguia siempre. El jefe de nosotros tambien me habia puesto el ojo encima, positivamente, y fue una pieza clave en lo que me depararia el futuro. Los pases eran 4 dias cada mes y se descansaba el domingo. La mayoria de nosotros eramos de la ciudad de Camaguey. Yo le pedi al jefe que si yo podia trabajar dos meses y cojer seis dias y el lo acepto. Yo queria permanecer mas tiempo escondido y mas tiempo para saber que le habia pasado a Angelito cuando fuera de pase a Camaguey. Angelito, antes de partir con el Chino, habia dicho que si a el lo detenian el iba a decir que estaba cojiendo cangrejos en los mangles y de ahi nadie ni nada lo iba a sacar. El y yo eramos lo que habiamos planeado todo. Y habiamos acordado que si el viaje se rompia yo me iba para Camaguey y el me avisaria de nuevo con un telegrama a la casa de mi abuela de una aparente gravedad de Mima.
Las noches las pasaba pensando como me tiraria, sin el mas minimo miedo, a cruzar ese tramo de mangle, posiblemente minado, que me habia aflojado las piernas ese dia. Y luego las 5 millas de mar oscuro esperando el bajante que te llevaria con su corriente directico al resplandeciente reflector de luz de la Patana americana. No tenia miedo de quitarme el chalequito de corchos tan pronto comenzaramos a ver el reflector. Tampoco temia que nos cojiera una Griffin que se cruzaban con luces dispuestos a acribillarte ahi mismo. No pensaba ya en los tiburones y ni siquiera en la parte mas peligrosa del viaje; cuando la misma luz que iluminaba el Canal de entrada a las aguas de la Base le servia de luz a una garita cubana cercana, de espalda a la base para disparar a gusto tan pronto te vieran y donde siempre estaba alerta la posta. Ese tramo que ya habiamos practicado en el rio nadando debajo del agua varias veces. Ahi, donde cortariamos el nylon que teniamos para avisarnos de cualquier ruido de motor durante la travesia y cada uno por su lado en la corriente fuerte que corre durante la marea baja. Muchos se ahogaban porque lo hacian con el subiente (marea alta) Nosotros lo sabiamos bien. Recordaba cuando escuchaba American Woman en la estacion de musica de la base y me imaginaba estar ahi. Cuando iba al estadio Van Troy; no a ver el juego de pelota, sino a sentarme a contemplar, desde las gradas, las luces brillantes de todos los colores emanando de la Base como un cielo de estrellas. La pista del aeropuerto se veia como dibujos de luces de diferentes tamanos, algunas intermitentes, pero todas brillantes como una galaxia: rojas, verdes, azules y amarillas. Sin embargo, Caimanera, desde mas cerca, ahogada ante tanto resplandor, emitia escasamente una luz tenue y parpadeante...moribunda. Pense en las veces que sone que habia cruzado y como sentia una alegria inmensa jamas experimentada por mi para luego despertar con tristeza a la realidad en la que me encontraba a punto de caer preso de nuevo y para siempre. Y seguia pensando en Irma.
Dos dias antes de salir de pase, y luego de varias provocaciones que trataba de eludir, parece que el socio no pudo mas y saliendo la chispita, de regreso al albergue, se me lanza con pico en mano y ahi caimos los dos enredados, yo sali con una herida en la frente del pico y el con la cara hinchada de los golpes. Se me jodio el escondite, pense, y ya estaba listo a que me botaran. El jefe me llamo y me dijo que el habia visto mi record y se habia fijado en mi disposicion al trabajo y que se habia comunicado con las oficinas centrales para que yo fuera a trabajar alla que era donde debia estar y lo habian aceptado. Y que esa bronca no cambiaria nada. A los dos dias parti de pase.
Yo en mi blog publique un articulo en noviembre de 2009 titulado: "Siempre ha sido asi Yoani" en respuesta a una historia similar que contaba Yoani. La reproduzco porque es parte de la historia.
Todo acontecio un mes de julio de 1971. Dos meses antes hube de presentarme ante las oficinas del Ministerio del Trabajo para cumplir con la recien Ley contra la Vagancia; una orden del mayimbe en jefe que obligaba a todo joven que no estudiara a trabajar a como diese lugar. Nadie se escapaba. Lo mismo cercaban un cine, una fiesta, un parque, una parada de omnibus; dondequiera que se dieran cita varios jovenes ahi estaban ellos con palos y alambres electricos tan torcidos como su revolucion. A base de amenazas y golpizas lo mismo te llevaban a una plantacion de esclavos que a una fabrica de trabajo forzado. Mi asignacion fue el central azucarero Lugareno, en la provincia de Camaguey. El trabajo era reemplazar las traviesas de las lineas de los ferrocarriles que se quemaban facilmente cuando prendian los canaverales. Las vigas, de fabricacion rusa, ardian tan facil como cualquier sustancia volatil, extendiendo nuestro horario de trabajo por mas de 14 horas, lo mismo de dia que de noche. Tres mese estuve trabajando como un pordiosero para obtener un pase por una semana.
Esa noche iba de vista a la casa de mi abuela en el barrio Agramonte cuando un auto Plymouth se paro a mi lado y tres sujetos se apearon pidiendome la identificacion. Yo le mostre el permiso y ellos indagaron por mi larga cabellera. -No ven que llevo tres meses trabajando y alla no hay barberos. Hoy es mi primer dia de pase.
Sabia que estaban al acecho de los peludos debido al caso Agapito, ya me habia enterado de la suerte del pobre joven a quien conoci personalmente. Estando preso trato de fugarse y lo acribillaron por la espalda. El grupo del comercio (jovenes que se daban cita en la Sombrillita, al centro de la ciudad) salieron con el fetreo funebre de Agapito para velarlo en pleno comercio. A ellos se uniron estudiantes del pre-universitario y la conmocion fue tal que desplegaron toda sus fuerzas pletoriana en contra de cualquier "pelu" que se encontraran. Yo era uno de ellos.
-?A donde vas? pregunto el que estaba leyendo mi pase. Le dije que iba a ver a mi abuela que vivia a dos cuadras de alli. -!Montate! que te vamos a llevar para ver si es verdad. Le dije que no hacia falta y uno me cojio por la cabeza y me lanzo dentro. Sabia que no la iba a pasar bien. En sus caras veia un odio atroz. Ya habia sentido la fuerza brutal de esos esbirros cuando me enviaron a la carcel con solo treces an~os. El carro llego a la Carretera de Palomino, antiguo Camino Real y en vez de doblar a la derecha, donde vivia mi abuela, tomaron rumbo al Cuartel Agramonte hacia las afueras de la ciudad. Senti como si ese dia fuera mi ultimo. Lo sabia porque ya lo habia experimentado, pero habia aprendido que con ellos la cobardia los agranda y la valentia los encolera, solo queria salir de ese auto rodeado de tres matones dispuestos a todo. Le pregunte a donde me llevaban. Ellos no hablaron. ?Saben que?, indague lo mas tranquilo que pude, ustedes no saben quien realmente soy y les pido que me lleven a las oficinas del Departamento Tecnico de Investigaciones (DTI)para identificarme. Uno, el mas viejo y el de la mirada asesina extrajo de su cartera un acordion de carneses. Hasta uno de hijo de puta pareciome ver. -Identificate muchacho y te soltamos aqui mismo. Yo no tengo que identificarme con usted y le digo que me parece que estoy en los an~os pre-revolucionarios en el auto del esbirro de Pata de Ganso (connotado asesino bastistiano en Camaguey, segun contaba la revolucion en su libros de textos)y me llevan a las afueras de la ciudad para ejecutarme. El punetazo no se hizo esperar y con los cables torcidos alrededor de tres o cuatro tuercas de metales se estrello en mi cabeza que comenzo a sangrar profusamente. Ya habia perdido el miedo. No valia la pena morir como un cobarde y le grite a todo pecho !Esbirros!Los golpes continuaron hasta que decidieron parar el auto. El esbirro mayor me saco a empujones mientra que le decia a los otros, -el chamaco es guapo,?tu crees que tiene los cojones de fajarse con algunos de nosotros? y mirandome me pregunto: ?con cual de nosotros quieres fajarte? Para que, respondi de inmediato, para cuando le este dando la paliza que se merecen me caigan en pandilla como las putas que sois. !Matenme!, le grite, !hijodeputas! Los golpes continuaron hasta que casi perdia el conocimiento. Me agarraron la cabeza contra el maletero del auto y me cortaron el pelo y el craneo tambien. Ahi me dejaron en la oscuridad de la noche, casi 20 kilometros en las afueras de la ciudad.
El domingo siguiente un grupo de nosotros fuimos a Lugareno y para sorpresa estaban pasando la pelicula de Alain Delon que habia anunciado, empujado por algo, camino al albergue en la chispita. El socio que me tenia los ojos puestos estaba en el grupo y algunos comenzaron a decirle riendose "comemierda" en jodedera ya que se paso el tramo del albergue al batey diciendo "salio adivinador y llego comemierda" y se reia sarcasticamente que me dieron ganas de caerle encima. Yo estaba atonito ante el afiche de la pelicula y el cine que me fuera tan familiar, como si ya antes lo hubiese visto sin recordar cuando o es que asi lo habia visto cuando lo anuncie. Esas cosas me habian ocurrido con anterioridad. Recorde a Piti, el haitiano de la cuarteria donde viviamos, hablando con Mima de algo similar, diciendole que eso se llamaba Dejavu y que eran fuerzas poderosas dentro de nosotros y que lo mismo eran buenas que malas; te protegian y te destruian. Me pase la noche pensando en Irma la espiritista y todo lo que le habia dicho a Mima. Recorde entonces como yo nunca habia creido en nada de eso desde nino en Camaguey, como cojia los kilos de las ofrendas y trabajos que tiraban por el barrio diciendo "Lo que Dios quiera" y le compraba una fruta a Rosa o un pedazo de mermelada de guayaba en la bodega de Antonio. Como sentia repulsion a estar en los bembe en la casa de la madre de mi padrastro y como siempre ignoraba el altar a Ogun de mi padrastro en casa y como le decia a Mima que lo botara a la calle. Pense en todo lo que me habia sucedido desde entonces. Recorde cuando me meti dentro de aquella caja y al cruzar la calle me arrollo el jeep de los casquitos del Cuartel Agramonte partiendome una pierna y como una voz me decia que no cruzara y otra que si. Cuando quede enganchado por el parpado en unos alambres de puas que tenian de tendedera en el patio de la casa de los bembe y que no me quede tuerto de milagro. Como siempre algo malo me pasaba y algo me salvaba tambien.
Me di a la tarea de trabajar y pasar inadvertido pero habia algo, como una fuerza oculta que lo impedia, era algo que me perseguia siempre. El jefe de nosotros tambien me habia puesto el ojo encima, positivamente, y fue una pieza clave en lo que me depararia el futuro. Los pases eran 4 dias cada mes y se descansaba el domingo. La mayoria de nosotros eramos de la ciudad de Camaguey. Yo le pedi al jefe que si yo podia trabajar dos meses y cojer seis dias y el lo acepto. Yo queria permanecer mas tiempo escondido y mas tiempo para saber que le habia pasado a Angelito cuando fuera de pase a Camaguey. Angelito, antes de partir con el Chino, habia dicho que si a el lo detenian el iba a decir que estaba cojiendo cangrejos en los mangles y de ahi nadie ni nada lo iba a sacar. El y yo eramos lo que habiamos planeado todo. Y habiamos acordado que si el viaje se rompia yo me iba para Camaguey y el me avisaria de nuevo con un telegrama a la casa de mi abuela de una aparente gravedad de Mima.
Las noches las pasaba pensando como me tiraria, sin el mas minimo miedo, a cruzar ese tramo de mangle, posiblemente minado, que me habia aflojado las piernas ese dia. Y luego las 5 millas de mar oscuro esperando el bajante que te llevaria con su corriente directico al resplandeciente reflector de luz de la Patana americana. No tenia miedo de quitarme el chalequito de corchos tan pronto comenzaramos a ver el reflector. Tampoco temia que nos cojiera una Griffin que se cruzaban con luces dispuestos a acribillarte ahi mismo. No pensaba ya en los tiburones y ni siquiera en la parte mas peligrosa del viaje; cuando la misma luz que iluminaba el Canal de entrada a las aguas de la Base le servia de luz a una garita cubana cercana, de espalda a la base para disparar a gusto tan pronto te vieran y donde siempre estaba alerta la posta. Ese tramo que ya habiamos practicado en el rio nadando debajo del agua varias veces. Ahi, donde cortariamos el nylon que teniamos para avisarnos de cualquier ruido de motor durante la travesia y cada uno por su lado en la corriente fuerte que corre durante la marea baja. Muchos se ahogaban porque lo hacian con el subiente (marea alta) Nosotros lo sabiamos bien. Recordaba cuando escuchaba American Woman en la estacion de musica de la base y me imaginaba estar ahi. Cuando iba al estadio Van Troy; no a ver el juego de pelota, sino a sentarme a contemplar, desde las gradas, las luces brillantes de todos los colores emanando de la Base como un cielo de estrellas. La pista del aeropuerto se veia como dibujos de luces de diferentes tamanos, algunas intermitentes, pero todas brillantes como una galaxia: rojas, verdes, azules y amarillas. Sin embargo, Caimanera, desde mas cerca, ahogada ante tanto resplandor, emitia escasamente una luz tenue y parpadeante...moribunda. Pense en las veces que sone que habia cruzado y como sentia una alegria inmensa jamas experimentada por mi para luego despertar con tristeza a la realidad en la que me encontraba a punto de caer preso de nuevo y para siempre. Y seguia pensando en Irma.
Dos dias antes de salir de pase, y luego de varias provocaciones que trataba de eludir, parece que el socio no pudo mas y saliendo la chispita, de regreso al albergue, se me lanza con pico en mano y ahi caimos los dos enredados, yo sali con una herida en la frente del pico y el con la cara hinchada de los golpes. Se me jodio el escondite, pense, y ya estaba listo a que me botaran. El jefe me llamo y me dijo que el habia visto mi record y se habia fijado en mi disposicion al trabajo y que se habia comunicado con las oficinas centrales para que yo fuera a trabajar alla que era donde debia estar y lo habian aceptado. Y que esa bronca no cambiaria nada. A los dos dias parti de pase.
Yo en mi blog publique un articulo en noviembre de 2009 titulado: "Siempre ha sido asi Yoani" en respuesta a una historia similar que contaba Yoani. La reproduzco porque es parte de la historia.
Todo acontecio un mes de julio de 1971. Dos meses antes hube de presentarme ante las oficinas del Ministerio del Trabajo para cumplir con la recien Ley contra la Vagancia; una orden del mayimbe en jefe que obligaba a todo joven que no estudiara a trabajar a como diese lugar. Nadie se escapaba. Lo mismo cercaban un cine, una fiesta, un parque, una parada de omnibus; dondequiera que se dieran cita varios jovenes ahi estaban ellos con palos y alambres electricos tan torcidos como su revolucion. A base de amenazas y golpizas lo mismo te llevaban a una plantacion de esclavos que a una fabrica de trabajo forzado. Mi asignacion fue el central azucarero Lugareno, en la provincia de Camaguey. El trabajo era reemplazar las traviesas de las lineas de los ferrocarriles que se quemaban facilmente cuando prendian los canaverales. Las vigas, de fabricacion rusa, ardian tan facil como cualquier sustancia volatil, extendiendo nuestro horario de trabajo por mas de 14 horas, lo mismo de dia que de noche. Tres mese estuve trabajando como un pordiosero para obtener un pase por una semana.
Esa noche iba de vista a la casa de mi abuela en el barrio Agramonte cuando un auto Plymouth se paro a mi lado y tres sujetos se apearon pidiendome la identificacion. Yo le mostre el permiso y ellos indagaron por mi larga cabellera. -No ven que llevo tres meses trabajando y alla no hay barberos. Hoy es mi primer dia de pase.
Sabia que estaban al acecho de los peludos debido al caso Agapito, ya me habia enterado de la suerte del pobre joven a quien conoci personalmente. Estando preso trato de fugarse y lo acribillaron por la espalda. El grupo del comercio (jovenes que se daban cita en la Sombrillita, al centro de la ciudad) salieron con el fetreo funebre de Agapito para velarlo en pleno comercio. A ellos se uniron estudiantes del pre-universitario y la conmocion fue tal que desplegaron toda sus fuerzas pletoriana en contra de cualquier "pelu" que se encontraran. Yo era uno de ellos.
-?A donde vas? pregunto el que estaba leyendo mi pase. Le dije que iba a ver a mi abuela que vivia a dos cuadras de alli. -!Montate! que te vamos a llevar para ver si es verdad. Le dije que no hacia falta y uno me cojio por la cabeza y me lanzo dentro. Sabia que no la iba a pasar bien. En sus caras veia un odio atroz. Ya habia sentido la fuerza brutal de esos esbirros cuando me enviaron a la carcel con solo treces an~os. El carro llego a la Carretera de Palomino, antiguo Camino Real y en vez de doblar a la derecha, donde vivia mi abuela, tomaron rumbo al Cuartel Agramonte hacia las afueras de la ciudad. Senti como si ese dia fuera mi ultimo. Lo sabia porque ya lo habia experimentado, pero habia aprendido que con ellos la cobardia los agranda y la valentia los encolera, solo queria salir de ese auto rodeado de tres matones dispuestos a todo. Le pregunte a donde me llevaban. Ellos no hablaron. ?Saben que?, indague lo mas tranquilo que pude, ustedes no saben quien realmente soy y les pido que me lleven a las oficinas del Departamento Tecnico de Investigaciones (DTI)para identificarme. Uno, el mas viejo y el de la mirada asesina extrajo de su cartera un acordion de carneses. Hasta uno de hijo de puta pareciome ver. -Identificate muchacho y te soltamos aqui mismo. Yo no tengo que identificarme con usted y le digo que me parece que estoy en los an~os pre-revolucionarios en el auto del esbirro de Pata de Ganso (connotado asesino bastistiano en Camaguey, segun contaba la revolucion en su libros de textos)y me llevan a las afueras de la ciudad para ejecutarme. El punetazo no se hizo esperar y con los cables torcidos alrededor de tres o cuatro tuercas de metales se estrello en mi cabeza que comenzo a sangrar profusamente. Ya habia perdido el miedo. No valia la pena morir como un cobarde y le grite a todo pecho !Esbirros!Los golpes continuaron hasta que decidieron parar el auto. El esbirro mayor me saco a empujones mientra que le decia a los otros, -el chamaco es guapo,?tu crees que tiene los cojones de fajarse con algunos de nosotros? y mirandome me pregunto: ?con cual de nosotros quieres fajarte? Para que, respondi de inmediato, para cuando le este dando la paliza que se merecen me caigan en pandilla como las putas que sois. !Matenme!, le grite, !hijodeputas! Los golpes continuaron hasta que casi perdia el conocimiento. Me agarraron la cabeza contra el maletero del auto y me cortaron el pelo y el craneo tambien. Ahi me dejaron en la oscuridad de la noche, casi 20 kilometros en las afueras de la ciudad.
Y me puse de su lado (Parte III)
Llegue de madrugada a la casa de mi abuela, pero antes de entrar, frente a la casa de Irma la del comite, y que vivia al frente de abuela, comence a gritar: Sal Irma, ven a ver a lo que se dedican ustedes cuando salen en pandillas. Salgan todos los hijo de putas y miren!...... La cuadra entera oyo todo lo que gritaba a todo pulmon poseido de una rabia feroz, por fuera y por dentro. Los dados estaban rodando y aquella fuerza poderosa que le habia revelado a Irma lo que nadie sabia, le habia dicho que me iba y me lo estaba diciendo al oido, en cada mala palabra que salia de mi boca: Salgan y miren por ultima vez....Chivatones!.
Al otro dia me presente en las oficinas del Partido Comunista de los Ferrocarriles como mismo habia llegado a casa de mi abuela. Al entrar al despacho del "Director" le di mi pase y me identifique; ya sabia que tenia una buena referencia del Jefe de brigadas en Lugareno y que conocian mi record de prision, el mismo me lo habia dicho. Tenia que hilar fino y ya tenia puesta la escena y la obra: Esto que usted ve -le decia mientras me levantaba el pulover y le mostraba los golpes y las heridas; hasta la cabeza llena de cucarachas y cortadas se la puese casi en medio del buro-, es la paliza que me dieron unos esbirros pendejos por sus cojones en nombre de la revolucion. Yo vengo aqui como un trabajador de los ferrocarriles a levantar una acusacion contra esos tres hijodeputas que aun viendo mi pase se cagaron en el. Aqui tiene la chapa del auto. El, despues de revisar el pase, me dijo que le explicara lo que paso y yo le conte. El me prometio que iba a investigar. Me di a la tarea de ir a sus oficinas todas los dias indagando y presionandolo. Tenia que estar a la ofensiva. Las redadas que tiraban en la Sombrillita, en los cines, a cualquier peludo en donde quiera que estuviese continuaba y yo necesitaba tiempo para el telegrama de Angelito del cual no sabia nada. Ellos podian conectarme con Agapito, el Johnny y el grupo del Comercio al cual pertenecia al caer preso por "desobediencia" tres anos atras. Pero ellos sabian muy bien por que sali.
Al segundo dia aun no habian identificado a nadie. -?Pero hay tantos autos en Camaguey para buscar una chapa?,, le pregunte., Es que parece que es una chapa falsa, decia el director incomodo ante mi insistencia. Mas razon para buscarlos porque estan usando la revolucion para crear contrarevolucionarios. Por ahi lo tenia enganchado. El me miraba como queriendo leerme el pensamiento. En una de esas visitas me dijo que me olvidara del caso; que yo tenia un futuro grande en los ferrocarriles y que el mismo me habia aprobado para cojer un curso de especializacion: "Tu estas demasiado preparado para sacar traviesas". Disfruta los dias que te quedan de pase y olvidate de esos tres hijoeputas, me dijo picaramente. Recuerdo que lo mire fijo a los ojos y le dije: "al menos dile al del cable electrico con la tuerquita, que fue el mas hijoeputa entre ellos, que te diga en donde y cuando y te prometo olvidarme de los otros dos, especialmente el del carnet del DTI, que era el que mandaba. Sali de las oficinas contento de como se estaba desenvolviendo la trama. Lo tenia donde queria.
Pensaba ir a consultar a Irma antes de que se terminara mi pase, queria que me dijera cual era esa fuerza que me protegia y al mismo tiempo me tenia lleno de problemas.
La tarde penultima de mi pase fui a verla con un ramo de flores y 20 pesos que costaba la sesion. Ella me recibio contenta: "Por fin te decidiste" me dijo. Sientate y dame tus manos, las cuales cojio y comenzo a transformarse su voz de mujer en una aspera voz masculina que me pregunto: ?Que quieres saber? Lo que le dijiste a Mima, conteste inmediatamente. Esta no es tu Luna...respondio la voz, cualquier otra menos esta. De pronto comence a sentirme incomodo y me entro unas ganas de salir corriendo de ahi, la voz lo detecto: ?a que le tienes miedo?, no sabes que Dios ha enviado a Elegua para protegerte? La sola mencion de Dios me aflojo las piernas como aquella noche frente a las aguas negras y los mangles. El siempre habia sido mi refugio y yo lo habia desechado, lo habia dejado por una fuerza que se habia apoderado de mi desde que mi tia me conto lo que le dijo Irma a Mima. Rapidamente, sin ni siquiera pensarlo le dije: Y quien es ese Elegua que dices Dios ha enviado para protegerme? Un siervo de El, respondio la voz. ?Y como es que la Biblia no habla de ese Elegua? La voz, en tono hostil, respondio: La Biblia lo menciona con diferentes nombres. Lo aceptas y el estara cuidandote el camino, sin el no tendras su proteccion. Ahi mismo me di cuenta que tenia que salir de ahi lo mas rapido posible. Sabia con certeza que habia sucumbido a la tentacion de adivinadores y tenia que dejar claro mi rechazo. Pues mire usted, yo estoy aqui tentando a mi Dios que nunca me ha abandonado desde que abri los ojos y siempre me ha protegido. Yo rechazo la proteccion de ese Elegua. Yo solo necesito a Dios y a Jesucristo, dije con firmeza mientras saque mis manos entre las de Irma. La voz, airada dijo: Sin El no te vas a ir. "Pues que sea lo que Dios quiera" le dije repitiendo la frase que se habia convertido en un apodo en la Casa de Socorro de Guantanamo cada vez que llegaba con la cabeza partida o cuando me mordi la lengua por un cabezaso del loco "frankestein" que halaba un carreton de trastes por las calles y todo el mundo lo tenia por loco y que me costo 10 puntos sin anestesia, en la lengua que se hincho de tal manera que estuve tres dias con la boca abierta y casi la mitad afuera tomando sopa con gotero por brincarle al loco frankestein que solamente estaba jugando y gritaba como un nino, cuando me vio lleno de sangre: "era de mentirita". Esa frase que se habia hecho sagrada y necesaria en mi vida. Porque si de algo estaba seguro era de las tantas veces que me hablaba al oido y me avisaba y yo no le hacia caso muchas veces y venian los problemas, pero El aun asi me asistia porque se lo imploraba siempre.
Sali de la casa de Irma pensando si ella estaba al tanto de lo que decia. Si mi desafio a la voz la haria delatarme..Lo que Dios quiera, me dije y me fui a la casa de mi abuela que estaba al cruzar la calle, a cinco casas de Irma la del Comite en la misma cuadra. No habia llegado al frente de la casa cuando un hombre en bicicleta se aparece con el telegrama de Angelito: Tu madre muy grave en hospital. Urgente...Angel." Ya Dios me recompensaba. Gracias Dios mio le dije.
Al otro dia, tempranito en la manana, le llevo el telegrama al director. Cuando lo leyo, me miro fijo a mis ojos, como yo lo habia hecho el dia anterior y reclinandose en el sillon me dijo: ?Tu no querras irte por la Base de Guantanamo? Y senti la voz en casa de Irma en la boca del director. Lo mire y le dije: Mi madre esta grave y necesito un pasaje para Guantanamo, si tu me lo niegas yo me voy de todas maneras y tu lo sabes y si algo le pasa a mi mama por tu querer proteger a tres hijoeputas llevare esto hasta las ultimas consecuencias. El director le dijo a su asistente que hiciera una carta de urgencia para pasaje en cualquier medio de transporte, la cual firmo y acuno.
Nota: Continuara en una cuarta parte que se hizo necesaria y que sera el final.
Llegue de madrugada a la casa de mi abuela, pero antes de entrar, frente a la casa de Irma la del comite, y que vivia al frente de abuela, comence a gritar: Sal Irma, ven a ver a lo que se dedican ustedes cuando salen en pandillas. Salgan todos los hijo de putas y miren!...... La cuadra entera oyo todo lo que gritaba a todo pulmon poseido de una rabia feroz, por fuera y por dentro. Los dados estaban rodando y aquella fuerza poderosa que le habia revelado a Irma lo que nadie sabia, le habia dicho que me iba y me lo estaba diciendo al oido, en cada mala palabra que salia de mi boca: Salgan y miren por ultima vez....Chivatones!.
Al otro dia me presente en las oficinas del Partido Comunista de los Ferrocarriles como mismo habia llegado a casa de mi abuela. Al entrar al despacho del "Director" le di mi pase y me identifique; ya sabia que tenia una buena referencia del Jefe de brigadas en Lugareno y que conocian mi record de prision, el mismo me lo habia dicho. Tenia que hilar fino y ya tenia puesta la escena y la obra: Esto que usted ve -le decia mientras me levantaba el pulover y le mostraba los golpes y las heridas; hasta la cabeza llena de cucarachas y cortadas se la puese casi en medio del buro-, es la paliza que me dieron unos esbirros pendejos por sus cojones en nombre de la revolucion. Yo vengo aqui como un trabajador de los ferrocarriles a levantar una acusacion contra esos tres hijodeputas que aun viendo mi pase se cagaron en el. Aqui tiene la chapa del auto. El, despues de revisar el pase, me dijo que le explicara lo que paso y yo le conte. El me prometio que iba a investigar. Me di a la tarea de ir a sus oficinas todas los dias indagando y presionandolo. Tenia que estar a la ofensiva. Las redadas que tiraban en la Sombrillita, en los cines, a cualquier peludo en donde quiera que estuviese continuaba y yo necesitaba tiempo para el telegrama de Angelito del cual no sabia nada. Ellos podian conectarme con Agapito, el Johnny y el grupo del Comercio al cual pertenecia al caer preso por "desobediencia" tres anos atras. Pero ellos sabian muy bien por que sali.
Al segundo dia aun no habian identificado a nadie. -?Pero hay tantos autos en Camaguey para buscar una chapa?,, le pregunte., Es que parece que es una chapa falsa, decia el director incomodo ante mi insistencia. Mas razon para buscarlos porque estan usando la revolucion para crear contrarevolucionarios. Por ahi lo tenia enganchado. El me miraba como queriendo leerme el pensamiento. En una de esas visitas me dijo que me olvidara del caso; que yo tenia un futuro grande en los ferrocarriles y que el mismo me habia aprobado para cojer un curso de especializacion: "Tu estas demasiado preparado para sacar traviesas". Disfruta los dias que te quedan de pase y olvidate de esos tres hijoeputas, me dijo picaramente. Recuerdo que lo mire fijo a los ojos y le dije: "al menos dile al del cable electrico con la tuerquita, que fue el mas hijoeputa entre ellos, que te diga en donde y cuando y te prometo olvidarme de los otros dos, especialmente el del carnet del DTI, que era el que mandaba. Sali de las oficinas contento de como se estaba desenvolviendo la trama. Lo tenia donde queria.
Pensaba ir a consultar a Irma antes de que se terminara mi pase, queria que me dijera cual era esa fuerza que me protegia y al mismo tiempo me tenia lleno de problemas.
La tarde penultima de mi pase fui a verla con un ramo de flores y 20 pesos que costaba la sesion. Ella me recibio contenta: "Por fin te decidiste" me dijo. Sientate y dame tus manos, las cuales cojio y comenzo a transformarse su voz de mujer en una aspera voz masculina que me pregunto: ?Que quieres saber? Lo que le dijiste a Mima, conteste inmediatamente. Esta no es tu Luna...respondio la voz, cualquier otra menos esta. De pronto comence a sentirme incomodo y me entro unas ganas de salir corriendo de ahi, la voz lo detecto: ?a que le tienes miedo?, no sabes que Dios ha enviado a Elegua para protegerte? La sola mencion de Dios me aflojo las piernas como aquella noche frente a las aguas negras y los mangles. El siempre habia sido mi refugio y yo lo habia desechado, lo habia dejado por una fuerza que se habia apoderado de mi desde que mi tia me conto lo que le dijo Irma a Mima. Rapidamente, sin ni siquiera pensarlo le dije: Y quien es ese Elegua que dices Dios ha enviado para protegerme? Un siervo de El, respondio la voz. ?Y como es que la Biblia no habla de ese Elegua? La voz, en tono hostil, respondio: La Biblia lo menciona con diferentes nombres. Lo aceptas y el estara cuidandote el camino, sin el no tendras su proteccion. Ahi mismo me di cuenta que tenia que salir de ahi lo mas rapido posible. Sabia con certeza que habia sucumbido a la tentacion de adivinadores y tenia que dejar claro mi rechazo. Pues mire usted, yo estoy aqui tentando a mi Dios que nunca me ha abandonado desde que abri los ojos y siempre me ha protegido. Yo rechazo la proteccion de ese Elegua. Yo solo necesito a Dios y a Jesucristo, dije con firmeza mientras saque mis manos entre las de Irma. La voz, airada dijo: Sin El no te vas a ir. "Pues que sea lo que Dios quiera" le dije repitiendo la frase que se habia convertido en un apodo en la Casa de Socorro de Guantanamo cada vez que llegaba con la cabeza partida o cuando me mordi la lengua por un cabezaso del loco "frankestein" que halaba un carreton de trastes por las calles y todo el mundo lo tenia por loco y que me costo 10 puntos sin anestesia, en la lengua que se hincho de tal manera que estuve tres dias con la boca abierta y casi la mitad afuera tomando sopa con gotero por brincarle al loco frankestein que solamente estaba jugando y gritaba como un nino, cuando me vio lleno de sangre: "era de mentirita". Esa frase que se habia hecho sagrada y necesaria en mi vida. Porque si de algo estaba seguro era de las tantas veces que me hablaba al oido y me avisaba y yo no le hacia caso muchas veces y venian los problemas, pero El aun asi me asistia porque se lo imploraba siempre.
Sali de la casa de Irma pensando si ella estaba al tanto de lo que decia. Si mi desafio a la voz la haria delatarme..Lo que Dios quiera, me dije y me fui a la casa de mi abuela que estaba al cruzar la calle, a cinco casas de Irma la del Comite en la misma cuadra. No habia llegado al frente de la casa cuando un hombre en bicicleta se aparece con el telegrama de Angelito: Tu madre muy grave en hospital. Urgente...Angel." Ya Dios me recompensaba. Gracias Dios mio le dije.
Al otro dia, tempranito en la manana, le llevo el telegrama al director. Cuando lo leyo, me miro fijo a mis ojos, como yo lo habia hecho el dia anterior y reclinandose en el sillon me dijo: ?Tu no querras irte por la Base de Guantanamo? Y senti la voz en casa de Irma en la boca del director. Lo mire y le dije: Mi madre esta grave y necesito un pasaje para Guantanamo, si tu me lo niegas yo me voy de todas maneras y tu lo sabes y si algo le pasa a mi mama por tu querer proteger a tres hijoeputas llevare esto hasta las ultimas consecuencias. El director le dijo a su asistente que hiciera una carta de urgencia para pasaje en cualquier medio de transporte, la cual firmo y acuno.
Nota: Continuara en una cuarta parte que se hizo necesaria y que sera el final.
De las oficinas del Director sali feliz. Estaba, como muchas veces en el pasado, viendo como Dios me protegia ahora, cuando mas lo necesitaba. Fui a casa de mi abuela a despedirme de ella sin decir adios. A verla quizas por ultima vez.
Sali en el primer omnibus a Santiago de Cuba esa misma noche con una patas de ranas forradas con papel de cartucho y amarradas con una soga fina (cruzadas para no levantar sospechas) como unico equipaje. En Santiago me baje en la terminal y ahi coji un camion para Guantanamo. Llegue, rompiendo, al mediodia del primer dia de Carnaval y la carta del director tambien; no habia regreso. Ni siquiera fui a ver a Mima.
Angelito me conto como lo habian cojido en Los Canos y hasta la prision Boniato fue a parar con los tecnicos del G2. Le metian las luces por la madrugada y se lo llevaban al interrogatorio cada vez que se quedaba dormido y solo decia que habia ido a cojer cangrejos y de ahi no lo sacaron los bombillos ni el sueno. Yo le conte mi parte y nos reimos hasta mas no poder.
Fuimos a una Iglesia el siguiente dia y rezamos juntos. Yo le prometi a Dios varias cosas y me senti fuerte y seguro.
Al tercer dia del carnaval partimos rumbo a la Base, Angelito, un amigo de Angelito, del cual sospechaba y me intranquilizaba que era un hijo de un dentista en Guantanamo con el rumor de que pertenecia o colaboraba con el Ministerio del Interior y estaba seguro que si nos cojian yo pagaria la mayor parte, ya que era el mayor, aunque solo faltaba menos de un mes para cumplir mis18 y era el unico que habia estado preso, que habia sido expulsado de cuatros becas y convencido de que desde Camaguey vendria el director de los ferrocarriles a pasarme la cuenta. En medio del camino el amigo de Angelito comienza a meterse en la conversacion que llevaba con Angelito acerca del nuevo camino que habia descubierto para llegar al lugar donde nos ibamos a tirar evitando asi aquel largo tramo de mangles. Angelito estaba dudoso, ya que el "contacto" le habia dado el camino. "Angelito, lo que tu digas es lo que hago; yo confio en ti solamente" Me encabrono tanto esas palabras que eran mas mia que de el, y le dije: "Mira, yo soy el que no confia en ti y volteandome hacia Angelito le dije: "Angelito, quedate aqui, yo voy a sentarme en aquella laja y te prometo que en unos minutos decido que voy a hacer. Este tipo lo trajiste tu y yo no estoy muy seguro de el. Cuando yo me levante y veas que vengo hacia ti, me voy contigo, pero si cojo el camino de regreso, ni me pares. Si tu regresa yo regreso contigo, esto lo hemos planeado tu y yo desde hace mucho tiempo, dijo Angelito. Pense en Dios, en la columbina donde siempre divagaba todas las noches sobre la Base y la travesia: La felicidad que sentia cuando sonaba que habia cruzado y la tristeza al despertarme en esa Cuba lugubre y lobriga. Lo que Dios quiera dije y me levante. Cuando me encamine hacia el me dio un abrazo y seguimos adelante. Llegamos al entronque de la Salina con el camino hacia Los Canos, donde la vez anterior cruzamos ese manglar tortuoso, pero como aun no era de noche, nos escondimos. Los mosquitos bobos estaban en manadas, no importaba si te movias, se quedaban ahi picandote la vida por decenas. Aguantamos hasta que oscurecio y le dije "nos vamos por aqui", como le habia dicho a Alberto aquella vez que se me aflojaron las piernas. Llegamos en varios minutos y Angelito no lo podia creer "cono este camino es un tiro" Nos untamos la grasa de carreta en el cuerpo como repelente a los tiburones y nos pusimos los chalecos que Angelito habia hecho con pedazos rectangulares de corchos comerciales dentro de cuatro compartimientos de una lona fina que habia conseguido y que el mismo habia cosido en su casa y que habiamos tenido de negro con tinta de carbon de bateria. Yo le dije que iba a rezar y los tres rezamos. No miento cuando digo que ni una gota de miedo senti, me senti seguro y protegido por algo muy dificil de explicar, era como si ya estuviera del otro lado, como si una fuerza prendida muy dentro de mi me decia: "No tengas miedo, cruza ese tramo que ahi no hay minas" Y levantandome dije: Dios esta con nosotros y me tire a cruzar el pequeno tramo de mangles, que supuestamente estaban minando: "Este tipo esta loco" decia el amigo de Angelito. Llegamos al mar donde una playa de fango putrefacto se abria y en donde nos hundiamos al caminar hasta las rodillas con una pata de rana en cada mano en oscuridad absoluta. Yo me tire de barrigas y me deslice por el fango hasta llegar al agua y enseguida me puse mis patas de ranas de tan mal estado que una se habia partido en dos a media punta y la habia cosido a mano con mucho cuidado porque estaba muy deteriorada y casi podridas. De repente comence a ver como salia desde mi cuerpo una fosforescencia que se iba expandiendo en el agua como ondas azulosas en la oscuridad de esa noche sin luna (Luna Nueva) -a la que tanto enfasis habia hecho la voz en casa de Irma- y como podia ver la misma fosforescencia en Angelito y su amigo. Hay que quitarse este cebo de carreta o nos van a ver, dije. Con el mismo fango comence a frotarme todo el cuerpo hasta que desaparecieron. Yo no me quito el cebo, aqui hay muchos tiburones, dijo el amigo de Angelito. Pues no te lo quites y lanzate solo que contigo no me amarro. Angelito lo convencio. Nos amarramos el nylon y yo sali primero, Angelito segundo y el amigo tercero. Nos tiramos al suroeste de la bahia de Guantanamo, en la parte de la Salina. La luz de la patana americana no podia divisarse hasta llegar al centro de la bahia, casi dos millas de donde nos tiramos. Yo iba nadando boca-arriba al ritmo de mis viejas patas de ranas, cuando siento que la izquierda (la cosida) pierde resistencia y lo confirmo al palpar que habia perdido la otra mitad. Hale el hilo y le avise a Angelito. Seguimos, yo alante tirando con una pata de rana y media. Ceso la llovizna y comenzaron a verse las estrellas. Yo las miraba recordando a Dios en la historia de Jose, mi historia favorita en la Biblia. En la historia de David y en mi rechazo a la voz de Irma. Estaba totalmente en un estado de extasis, de paz, de confianza en Dios. Cuando me volteo veo una luz de reflector sin mucha brillantez y nos reunimos de nuevo y Angelito dijo que esa era la luz que teniamos que seguir. Nos fuimos rumbo a ella. No paso media hora y veo, al oeste, una luz brillante, como las que veia desde las gradas del estadio de pelota en Guantanamo y ahi mismo hale el nylon. Le dije a Angelito que esa era la luz que le habia dicho el contacto. Angelito no estaba de acuerdo y me dijo que era la otra. Yo le dije que no. Ahi mismo se metio de nuevo el socio: "No le hagas caso a este loco, dejalo que se vaya solo" Angelito me dijo: Tu estas seguro? Tan seguro que corto el nylon ahora mismo si tu le haces caso a este cacho de maricon que me has traido. Yo vine y me voy contigo, pero hacia luz que brilla casi como un sol. Angelito accedio y continuamos.
De repente siento el nylon tenso como si estuviera halando a Angelito y fui hacia el y lo encuentro temblando, tiritando y tieso como un palo. Le habia dado la "Cuca". Con voz temblorosa me dice que no podia moverse. Estaba engarrotado. Yo le dije que tenia que darme una de sus patas de ranas para poder halarlo y estuvo de acuerdo. Yo le quite la izquierda y su amigo le puso la mia que estaba rota pero al menos era mejor que ninguna. Cuando lo agarro por el chaleco veo al socio que no hizo ningun intento por ayudar a Angelito y casi gritando del encabronamiento le dije: Agarra y hala o aqui mismo te voy pa'rriba. El lo cojio - de mala gana- a Angelito por el otro hombro del chaleco y seguimos rumbo al reflector que brillaba a lo lejos. Al cabo de una hora ya Angelito se habia recuperado bastante y la luz de la patana repentinamente estaba mas cerca de lo esperado. Estabamos siendo arrastrado a gran velocidad por el "bajante". Ya era hora de quitarse el chaleco. Nos reunimos por ultima vez y Angelito dijo que el estaba bien y que le dejara la pata de rana rota que le cansaba menos el pie. Le dije que ese era el momento decisivo y cortamos el nylon. Yo iba al frente, de medio lado mirando al oeste de luz buscando la garita cubana, la corriente se hacia mas fuerte al acercarme al canal de la Base en donde estaba la patana. Ya podia distinguir la bandera de los Estado Unidos en la pared blanca, debajo del reflector de la patana y la garita comenzaba a distinguirse a su derecha.....Estaba vacia gracias a Dios. Sin quitarle los ojos de encima comence a aletear los pies como un loco hasta llegar a la patana a la cual me agarre ya que la corriente era tan fuerte que queria arrastrarme hacia el mar abierto; como le habia sucedido a muchos que luego eran devorados por los tiburones que frecuentaban la parte americana de la Base. Subo a la plataforma y veo al amigo de Angelito venir y lo ayudo a subir. Angelito venia mas despacio y lo subimos; la garita seguia vacia. Yo entro al pequeno cuarto y veo a un negro con uniforme verde olivo y Angelito grita: Somos libres cojones! Yo lo mando a callar inmediatamente y mirando dentro veo un mini-refrigerador, manzanas y cigarros Lucky Strikes y grite: Si somos libres cojones!; ellos pueden enganarte con reflectores, banderitas americanas pintada pero no con manzanas, refrigeradores y cigarros americanos, pense. Estaba en GITMO gracias a Dios. Un soldado armado con una ametralladora bajaba por una escalera y nos dio el alto. El negro se desperto y yo le pedi un cigarro que me supo a gloria. Nos dieron frazadas y nos acostaron en un van que nos vino abuscar y nos dijeron que no nos movieramos de ahi. Nos llevaron a unas barracas militares rodeado de lomas y cercado. De ahi no podiamos movernos. No veiamos nada de la Base. Nos interrogaron; recuerdo que el nombre del capitan era Julian, un puertorriqueno. Ahi estuvimos un par de semanas en espera de mas refugiados para ser trasladado a Miami en un avion militar. Compartiendo anecdotas con los recien llegados. Nosotros fuimos los primeros de ese grupo. Llegaron unos mellizos de 12 anos que brincaron la cerca electrica y vinieron a ser la atraccion del albergue, eramos casi mas de una veintena. Llegamos a Miami el 29 de septiembre y cumpli mis 18 anos en la Casa de la Libertad en el Aeropuerto de Miami.
Me dio por sonar casi todos los dias que estaba aun en Cuba y no podia salir y sentia una tristeza terrible que se convertia en una alegria inmensa al despertarme. Todo lo contrario a mis suenos de la Base en mi columbina en Guantanamo. Se habian cambiado los papeles para siempre. Al cabo de unos meses un vendedor de Biblia toco a mi puerta con una edicion Catolica la cual pague gustosamente $60.00. en 1971 (Foto de ilustracion) y que aun conservo. Era mi manera de decirle a Dios que me habia puesto de su lado...y para siempre. Y orgulloso de ello.
FIN.
Angelito me conto como lo habian cojido en Los Canos y hasta la prision Boniato fue a parar con los tecnicos del G2. Le metian las luces por la madrugada y se lo llevaban al interrogatorio cada vez que se quedaba dormido y solo decia que habia ido a cojer cangrejos y de ahi no lo sacaron los bombillos ni el sueno. Yo le conte mi parte y nos reimos hasta mas no poder.
Fuimos a una Iglesia el siguiente dia y rezamos juntos. Yo le prometi a Dios varias cosas y me senti fuerte y seguro.
Al tercer dia del carnaval partimos rumbo a la Base, Angelito, un amigo de Angelito, del cual sospechaba y me intranquilizaba que era un hijo de un dentista en Guantanamo con el rumor de que pertenecia o colaboraba con el Ministerio del Interior y estaba seguro que si nos cojian yo pagaria la mayor parte, ya que era el mayor, aunque solo faltaba menos de un mes para cumplir mis18 y era el unico que habia estado preso, que habia sido expulsado de cuatros becas y convencido de que desde Camaguey vendria el director de los ferrocarriles a pasarme la cuenta. En medio del camino el amigo de Angelito comienza a meterse en la conversacion que llevaba con Angelito acerca del nuevo camino que habia descubierto para llegar al lugar donde nos ibamos a tirar evitando asi aquel largo tramo de mangles. Angelito estaba dudoso, ya que el "contacto" le habia dado el camino. "Angelito, lo que tu digas es lo que hago; yo confio en ti solamente" Me encabrono tanto esas palabras que eran mas mia que de el, y le dije: "Mira, yo soy el que no confia en ti y volteandome hacia Angelito le dije: "Angelito, quedate aqui, yo voy a sentarme en aquella laja y te prometo que en unos minutos decido que voy a hacer. Este tipo lo trajiste tu y yo no estoy muy seguro de el. Cuando yo me levante y veas que vengo hacia ti, me voy contigo, pero si cojo el camino de regreso, ni me pares. Si tu regresa yo regreso contigo, esto lo hemos planeado tu y yo desde hace mucho tiempo, dijo Angelito. Pense en Dios, en la columbina donde siempre divagaba todas las noches sobre la Base y la travesia: La felicidad que sentia cuando sonaba que habia cruzado y la tristeza al despertarme en esa Cuba lugubre y lobriga. Lo que Dios quiera dije y me levante. Cuando me encamine hacia el me dio un abrazo y seguimos adelante. Llegamos al entronque de la Salina con el camino hacia Los Canos, donde la vez anterior cruzamos ese manglar tortuoso, pero como aun no era de noche, nos escondimos. Los mosquitos bobos estaban en manadas, no importaba si te movias, se quedaban ahi picandote la vida por decenas. Aguantamos hasta que oscurecio y le dije "nos vamos por aqui", como le habia dicho a Alberto aquella vez que se me aflojaron las piernas. Llegamos en varios minutos y Angelito no lo podia creer "cono este camino es un tiro" Nos untamos la grasa de carreta en el cuerpo como repelente a los tiburones y nos pusimos los chalecos que Angelito habia hecho con pedazos rectangulares de corchos comerciales dentro de cuatro compartimientos de una lona fina que habia conseguido y que el mismo habia cosido en su casa y que habiamos tenido de negro con tinta de carbon de bateria. Yo le dije que iba a rezar y los tres rezamos. No miento cuando digo que ni una gota de miedo senti, me senti seguro y protegido por algo muy dificil de explicar, era como si ya estuviera del otro lado, como si una fuerza prendida muy dentro de mi me decia: "No tengas miedo, cruza ese tramo que ahi no hay minas" Y levantandome dije: Dios esta con nosotros y me tire a cruzar el pequeno tramo de mangles, que supuestamente estaban minando: "Este tipo esta loco" decia el amigo de Angelito. Llegamos al mar donde una playa de fango putrefacto se abria y en donde nos hundiamos al caminar hasta las rodillas con una pata de rana en cada mano en oscuridad absoluta. Yo me tire de barrigas y me deslice por el fango hasta llegar al agua y enseguida me puse mis patas de ranas de tan mal estado que una se habia partido en dos a media punta y la habia cosido a mano con mucho cuidado porque estaba muy deteriorada y casi podridas. De repente comence a ver como salia desde mi cuerpo una fosforescencia que se iba expandiendo en el agua como ondas azulosas en la oscuridad de esa noche sin luna (Luna Nueva) -a la que tanto enfasis habia hecho la voz en casa de Irma- y como podia ver la misma fosforescencia en Angelito y su amigo. Hay que quitarse este cebo de carreta o nos van a ver, dije. Con el mismo fango comence a frotarme todo el cuerpo hasta que desaparecieron. Yo no me quito el cebo, aqui hay muchos tiburones, dijo el amigo de Angelito. Pues no te lo quites y lanzate solo que contigo no me amarro. Angelito lo convencio. Nos amarramos el nylon y yo sali primero, Angelito segundo y el amigo tercero. Nos tiramos al suroeste de la bahia de Guantanamo, en la parte de la Salina. La luz de la patana americana no podia divisarse hasta llegar al centro de la bahia, casi dos millas de donde nos tiramos. Yo iba nadando boca-arriba al ritmo de mis viejas patas de ranas, cuando siento que la izquierda (la cosida) pierde resistencia y lo confirmo al palpar que habia perdido la otra mitad. Hale el hilo y le avise a Angelito. Seguimos, yo alante tirando con una pata de rana y media. Ceso la llovizna y comenzaron a verse las estrellas. Yo las miraba recordando a Dios en la historia de Jose, mi historia favorita en la Biblia. En la historia de David y en mi rechazo a la voz de Irma. Estaba totalmente en un estado de extasis, de paz, de confianza en Dios. Cuando me volteo veo una luz de reflector sin mucha brillantez y nos reunimos de nuevo y Angelito dijo que esa era la luz que teniamos que seguir. Nos fuimos rumbo a ella. No paso media hora y veo, al oeste, una luz brillante, como las que veia desde las gradas del estadio de pelota en Guantanamo y ahi mismo hale el nylon. Le dije a Angelito que esa era la luz que le habia dicho el contacto. Angelito no estaba de acuerdo y me dijo que era la otra. Yo le dije que no. Ahi mismo se metio de nuevo el socio: "No le hagas caso a este loco, dejalo que se vaya solo" Angelito me dijo: Tu estas seguro? Tan seguro que corto el nylon ahora mismo si tu le haces caso a este cacho de maricon que me has traido. Yo vine y me voy contigo, pero hacia luz que brilla casi como un sol. Angelito accedio y continuamos.
De repente siento el nylon tenso como si estuviera halando a Angelito y fui hacia el y lo encuentro temblando, tiritando y tieso como un palo. Le habia dado la "Cuca". Con voz temblorosa me dice que no podia moverse. Estaba engarrotado. Yo le dije que tenia que darme una de sus patas de ranas para poder halarlo y estuvo de acuerdo. Yo le quite la izquierda y su amigo le puso la mia que estaba rota pero al menos era mejor que ninguna. Cuando lo agarro por el chaleco veo al socio que no hizo ningun intento por ayudar a Angelito y casi gritando del encabronamiento le dije: Agarra y hala o aqui mismo te voy pa'rriba. El lo cojio - de mala gana- a Angelito por el otro hombro del chaleco y seguimos rumbo al reflector que brillaba a lo lejos. Al cabo de una hora ya Angelito se habia recuperado bastante y la luz de la patana repentinamente estaba mas cerca de lo esperado. Estabamos siendo arrastrado a gran velocidad por el "bajante". Ya era hora de quitarse el chaleco. Nos reunimos por ultima vez y Angelito dijo que el estaba bien y que le dejara la pata de rana rota que le cansaba menos el pie. Le dije que ese era el momento decisivo y cortamos el nylon. Yo iba al frente, de medio lado mirando al oeste de luz buscando la garita cubana, la corriente se hacia mas fuerte al acercarme al canal de la Base en donde estaba la patana. Ya podia distinguir la bandera de los Estado Unidos en la pared blanca, debajo del reflector de la patana y la garita comenzaba a distinguirse a su derecha.....Estaba vacia gracias a Dios. Sin quitarle los ojos de encima comence a aletear los pies como un loco hasta llegar a la patana a la cual me agarre ya que la corriente era tan fuerte que queria arrastrarme hacia el mar abierto; como le habia sucedido a muchos que luego eran devorados por los tiburones que frecuentaban la parte americana de la Base. Subo a la plataforma y veo al amigo de Angelito venir y lo ayudo a subir. Angelito venia mas despacio y lo subimos; la garita seguia vacia. Yo entro al pequeno cuarto y veo a un negro con uniforme verde olivo y Angelito grita: Somos libres cojones! Yo lo mando a callar inmediatamente y mirando dentro veo un mini-refrigerador, manzanas y cigarros Lucky Strikes y grite: Si somos libres cojones!; ellos pueden enganarte con reflectores, banderitas americanas pintada pero no con manzanas, refrigeradores y cigarros americanos, pense. Estaba en GITMO gracias a Dios. Un soldado armado con una ametralladora bajaba por una escalera y nos dio el alto. El negro se desperto y yo le pedi un cigarro que me supo a gloria. Nos dieron frazadas y nos acostaron en un van que nos vino abuscar y nos dijeron que no nos movieramos de ahi. Nos llevaron a unas barracas militares rodeado de lomas y cercado. De ahi no podiamos movernos. No veiamos nada de la Base. Nos interrogaron; recuerdo que el nombre del capitan era Julian, un puertorriqueno. Ahi estuvimos un par de semanas en espera de mas refugiados para ser trasladado a Miami en un avion militar. Compartiendo anecdotas con los recien llegados. Nosotros fuimos los primeros de ese grupo. Llegaron unos mellizos de 12 anos que brincaron la cerca electrica y vinieron a ser la atraccion del albergue, eramos casi mas de una veintena. Llegamos a Miami el 29 de septiembre y cumpli mis 18 anos en la Casa de la Libertad en el Aeropuerto de Miami.
Me dio por sonar casi todos los dias que estaba aun en Cuba y no podia salir y sentia una tristeza terrible que se convertia en una alegria inmensa al despertarme. Todo lo contrario a mis suenos de la Base en mi columbina en Guantanamo. Se habian cambiado los papeles para siempre. Al cabo de unos meses un vendedor de Biblia toco a mi puerta con una edicion Catolica la cual pague gustosamente $60.00. en 1971 (Foto de ilustracion) y que aun conservo. Era mi manera de decirle a Dios que me habia puesto de su lado...y para siempre. Y orgulloso de ello.
FIN.
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