domingo, 24 de febrero de 2013
TODAS LAS FACCIONES 'PRO SE QUEDE PUNTO CERO" ALREDEDOR DE YOANI SANCHEZ EN SU PERIPLO EN 90 DIAS ALREDEDOR DEL MUNDO.
Yoani, tres razones en contra del embargo y los 5 cubanos
Enviado por ei en febrero 24, 2013 – 17:06 pm
María Isabel Alfonso
Yoani Sánchez, bloguera cubana a quien le fuera negado su derecho a salir de la isla alrededor de una veintena de veces, ha comenzado una gira mundial. El periplo, iniciado en Brasil, ocurre dentro del contexto de las recientes reformas migratorias impulsadas por Raúl Castro, las cuales flexibilizan los mecanismos de viaje para la mayoría de los cubanos.
Desde que fundó su blog Generación Y en el 2007, a Sánchez le han sido otorgados más de 10 prominentes premios entre los que se encuentran el Ortega y Gasset de Periodismo, el de las “100 Personas más influyentes del mundo”, de la revista Times, y el Premio María Moors Cabot, por la Universidad de Columbia. El blog se caracteriza por sus severas críticas al gobierno cubano. La propia bloguera ha admitido que varios de los premios recibidos, más que galardonar su obra, son expresión de la solidaridad de estas instituciones con la causa que ella defiende.
A pesar de las expectativas, el recorrido por Brasil ha tenido sobresaltos. Jóvenes de la izquierda brasileña, portando carteles que rezaban “mercenaria de la CIA”, y otras acusaciones, impidieron la proyección del filme a la que había sido invitada. En Miami elucubran que se trata de un operativo de “los Castro”. Puede que el gobierno cubano haya compartido información con los protestantes, pero definir la reacción del público brasileño como parte del tal operativo, es ignorar que la izquierda latinoamericana y su solidaridad con el proyecto socialista cubano no es una ilusión; existe, y ha ganado elecciones de la mayor transparencia en varios países.
Ante un incómodo público brasileño, enfrentado por el senador Eduardo Suplicy –un conocido político de la izquierda democrática que defendió el derecho de la bloguera a hablar–, Yoani expresó que está en contra de lo que pasa en la Base Naval de Guantánamo y del embargo. En palabras que después matizó, Sánchez dijo también que “preferiría la liberación” de los 5 miembros del Ministerio del Interior cubanos presos en Estados Unidos por espionaje, puesto que las campañas por su liberación afectan las arcas del gobierno cubano.
Sánchez criticó la Base, impuesta por la fuerza a los independentistas cubanos arguyendo su filosofía civilista, que la lleva a oponerse a lo que allí ocurre. Sobre el embargo, argumentó con tres razones: que está en su contra por ser una reliquia de la Guerra Fría; por ser un proyecto “injerencista y fallido”, y por ser la razón aducida por el gobierno cubano “para justificar su fracaso”. En el encuentro con los diputados dijo que hay que quitarlo “ya”.
Es loable que Sánchez se haya manifestado públicamente en Bahía sobre estos temas. Sus palabras sobre el embargo deberían ser colgadas en una tela de la Torre de la Libertad de Miami, donde planean darle un homenaje. Es un mensaje positivo que todos los que proclaman a Yoani como guía política debiesen escuchar, pues de los líderes no sólo se habla. También se les escucha. ¿Qué sentido tiene presentar a Yoani como adalid por excelencia del anticastrismo mientras se ignoran sus recomendaciones sobre la política estadounidense hacia Cuba? Es como si Ronald Reagan alabara el valor de Lech Walesa pero hiciera todo lo contrario a lo que el líder polaco le recomendaba.
Su postura anti-embargo no debería sorprender pues es racional desde un punto de vista político. El embargo es tan popular en Cuba como el sillón de un dentista. Es rechazado también ya por una mayoría de la comunidad cubano-americana, que insiste en construir una relación más fluida y de intercambio con Cuba, ya sea por respeto al derecho a la autodeterminación y soberanía de Cuba, ya sea por el convencimiento de que, como expresa Yoani, “es un fósil de la guerra fría”.
Sería beneficioso que Sánchez elaborara más sobre este tema en el contexto de las mediaciones de la USAID en Cuba. Cada año, la United States Agency for International Development dedica $ 20 millones de dólares a la promoción de un cambio de régimen en la isla, según los parámetros impuestos por el Senador Jesse Helms, que nada tienen que ver con la promoción de los derechos humanos avalada por la ONU . La bloguera habló en Bahía de “injerencismo” como aspecto negativo del embargo. ¿Qué puede decir en New York o Miami del financiamiento por parte del gobierno norteamericano a operaciones semi-encubiertas que buscan el derrocamiento del gobierno cubano desde afuera, como fue el caso de la que irresponsablemente llevó al Sr. Alan Gross a prisión? ¿O sobre los $8.63 millones de la Office of Transition Initiatives (departamento de la USAID), dedicados a apoyar iniciativas independientes lideradas por jóvenes cubanos? Estamos de acuerdo con la idea de que es necesario fomentar la pluralidad y expansión del espacio público cubano. Pero, ¿bajo estas condiciones?
Es digno de halago que Sánchez no evadiera la pregunta del congresista Glauber Braga y se refiriera al caso de los 5 cubanos presos en territorio norteamericano. Aunque ha “rectificado” sus palabras, diciendo que fue irónica y que no los considera inocentes, es difícil no percibir su búsqueda de puntos comunes con las preocupaciones del congresista de izquierda. La bloguera dijo, en un giro difícilmente atribuible a la ironía, que prefería la liberación de los 5 pues es necesario poner otros temas en el “tapete” de la discusión nacional cubana.
Culpables o no, los cinco merecían un juicio imparcial y justo, desde los estándares de la democracia norteamericana. Ya el Grupo de las Naciones Unidas sobre detenciones arbitrarias ha denunciado que tales condiciones no estuvieron garantizadas. ¿No debería remediarse esa violación de sus derechos con otro juicio fuera de Miami, particularmente ahora que se dispone de evidencias sobre la cobertura del proceso por periodistas en las nóminas salariales del gobierno estadounidense? ¿No resulta obvio que debe tenerse en cuenta el record de atentados terroristas organizados desde territorio estadounidense contra Cuba, una de cuyas víctimas fue el turista italiano Fabio di Celmo, en 1997?
Yoani ha podido aguantar presión dentro de Cuba. Sin embargo: ¿está preparada para las presiones fuera de Cuba?
La extrema derecha de Miami la acusa ahora de agente del gobierno cubano, de vende patria, de enemiga del exilio. Demandan la cancelación de un homenaje que Miami Dade College le iba a ofrecer en la Torre de la Libertad, símbolo del exilio cubano en esa ciudad. ¿Reflexionará la bloguera acerca de las dificultades de la libertad de expresión en el contexto de los acosos de la extrema derecha del exilio cubano-americano?
Una diferencia entre Bahía y Miami, es que allá estaba el Senador Eduardo Suplicy, un hombre de izquierda, opuesto al embargo y a favor de la libertad de los 5, pero que salió a defender el derecho de Yoani a expresarse. Ozzie Guillén no contó con un Eduardo Suplicy. En Miami los terroristas- como ella llamó a los estudiantes brasileños- no se conforman con protestar. Allí ponen bombas en las charteadoras de viajes a Cuba para acallar a sus oponentes, sin que haya políticos de derecha con la decencia de Suplicy para condenarlos. Ojalá que Yoani no se quede en la crítica al gobierno cubano, y explique lo que piensa de la imparcialidad del juicio a los 5, aun cuando no los considere inocentes. Ojalá que en el congreso de EE.UU y en el homenaje de la Torre de la libertad repita sus tres razones para acabar con el embargo, “ya”.
María Isabel Alfonso
Yoani Sánchez, bloguera cubana a quien le fuera negado su derecho a salir de la isla alrededor de una veintena de veces, ha comenzado una gira mundial. El periplo, iniciado en Brasil, ocurre dentro del contexto de las recientes reformas migratorias impulsadas por Raúl Castro, las cuales flexibilizan los mecanismos de viaje para la mayoría de los cubanos.
Desde que fundó su blog Generación Y en el 2007, a Sánchez le han sido otorgados más de 10 prominentes premios entre los que se encuentran el Ortega y Gasset de Periodismo, el de las “100 Personas más influyentes del mundo”, de la revista Times, y el Premio María Moors Cabot, por la Universidad de Columbia. El blog se caracteriza por sus severas críticas al gobierno cubano. La propia bloguera ha admitido que varios de los premios recibidos, más que galardonar su obra, son expresión de la solidaridad de estas instituciones con la causa que ella defiende.
A pesar de las expectativas, el recorrido por Brasil ha tenido sobresaltos. Jóvenes de la izquierda brasileña, portando carteles que rezaban “mercenaria de la CIA”, y otras acusaciones, impidieron la proyección del filme a la que había sido invitada. En Miami elucubran que se trata de un operativo de “los Castro”. Puede que el gobierno cubano haya compartido información con los protestantes, pero definir la reacción del público brasileño como parte del tal operativo, es ignorar que la izquierda latinoamericana y su solidaridad con el proyecto socialista cubano no es una ilusión; existe, y ha ganado elecciones de la mayor transparencia en varios países.
Ante un incómodo público brasileño, enfrentado por el senador Eduardo Suplicy –un conocido político de la izquierda democrática que defendió el derecho de la bloguera a hablar–, Yoani expresó que está en contra de lo que pasa en la Base Naval de Guantánamo y del embargo. En palabras que después matizó, Sánchez dijo también que “preferiría la liberación” de los 5 miembros del Ministerio del Interior cubanos presos en Estados Unidos por espionaje, puesto que las campañas por su liberación afectan las arcas del gobierno cubano.
Sánchez criticó la Base, impuesta por la fuerza a los independentistas cubanos arguyendo su filosofía civilista, que la lleva a oponerse a lo que allí ocurre. Sobre el embargo, argumentó con tres razones: que está en su contra por ser una reliquia de la Guerra Fría; por ser un proyecto “injerencista y fallido”, y por ser la razón aducida por el gobierno cubano “para justificar su fracaso”. En el encuentro con los diputados dijo que hay que quitarlo “ya”.
Es loable que Sánchez se haya manifestado públicamente en Bahía sobre estos temas. Sus palabras sobre el embargo deberían ser colgadas en una tela de la Torre de la Libertad de Miami, donde planean darle un homenaje. Es un mensaje positivo que todos los que proclaman a Yoani como guía política debiesen escuchar, pues de los líderes no sólo se habla. También se les escucha. ¿Qué sentido tiene presentar a Yoani como adalid por excelencia del anticastrismo mientras se ignoran sus recomendaciones sobre la política estadounidense hacia Cuba? Es como si Ronald Reagan alabara el valor de Lech Walesa pero hiciera todo lo contrario a lo que el líder polaco le recomendaba.
Su postura anti-embargo no debería sorprender pues es racional desde un punto de vista político. El embargo es tan popular en Cuba como el sillón de un dentista. Es rechazado también ya por una mayoría de la comunidad cubano-americana, que insiste en construir una relación más fluida y de intercambio con Cuba, ya sea por respeto al derecho a la autodeterminación y soberanía de Cuba, ya sea por el convencimiento de que, como expresa Yoani, “es un fósil de la guerra fría”.
Sería beneficioso que Sánchez elaborara más sobre este tema en el contexto de las mediaciones de la USAID en Cuba. Cada año, la United States Agency for International Development dedica $ 20 millones de dólares a la promoción de un cambio de régimen en la isla, según los parámetros impuestos por el Senador Jesse Helms, que nada tienen que ver con la promoción de los derechos humanos avalada por la ONU . La bloguera habló en Bahía de “injerencismo” como aspecto negativo del embargo. ¿Qué puede decir en New York o Miami del financiamiento por parte del gobierno norteamericano a operaciones semi-encubiertas que buscan el derrocamiento del gobierno cubano desde afuera, como fue el caso de la que irresponsablemente llevó al Sr. Alan Gross a prisión? ¿O sobre los $8.63 millones de la Office of Transition Initiatives (departamento de la USAID), dedicados a apoyar iniciativas independientes lideradas por jóvenes cubanos? Estamos de acuerdo con la idea de que es necesario fomentar la pluralidad y expansión del espacio público cubano. Pero, ¿bajo estas condiciones?
Es digno de halago que Sánchez no evadiera la pregunta del congresista Glauber Braga y se refiriera al caso de los 5 cubanos presos en territorio norteamericano. Aunque ha “rectificado” sus palabras, diciendo que fue irónica y que no los considera inocentes, es difícil no percibir su búsqueda de puntos comunes con las preocupaciones del congresista de izquierda. La bloguera dijo, en un giro difícilmente atribuible a la ironía, que prefería la liberación de los 5 pues es necesario poner otros temas en el “tapete” de la discusión nacional cubana.
Culpables o no, los cinco merecían un juicio imparcial y justo, desde los estándares de la democracia norteamericana. Ya el Grupo de las Naciones Unidas sobre detenciones arbitrarias ha denunciado que tales condiciones no estuvieron garantizadas. ¿No debería remediarse esa violación de sus derechos con otro juicio fuera de Miami, particularmente ahora que se dispone de evidencias sobre la cobertura del proceso por periodistas en las nóminas salariales del gobierno estadounidense? ¿No resulta obvio que debe tenerse en cuenta el record de atentados terroristas organizados desde territorio estadounidense contra Cuba, una de cuyas víctimas fue el turista italiano Fabio di Celmo, en 1997?
Yoani ha podido aguantar presión dentro de Cuba. Sin embargo: ¿está preparada para las presiones fuera de Cuba?
La extrema derecha de Miami la acusa ahora de agente del gobierno cubano, de vende patria, de enemiga del exilio. Demandan la cancelación de un homenaje que Miami Dade College le iba a ofrecer en la Torre de la Libertad, símbolo del exilio cubano en esa ciudad. ¿Reflexionará la bloguera acerca de las dificultades de la libertad de expresión en el contexto de los acosos de la extrema derecha del exilio cubano-americano?
Una diferencia entre Bahía y Miami, es que allá estaba el Senador Eduardo Suplicy, un hombre de izquierda, opuesto al embargo y a favor de la libertad de los 5, pero que salió a defender el derecho de Yoani a expresarse. Ozzie Guillén no contó con un Eduardo Suplicy. En Miami los terroristas- como ella llamó a los estudiantes brasileños- no se conforman con protestar. Allí ponen bombas en las charteadoras de viajes a Cuba para acallar a sus oponentes, sin que haya políticos de derecha con la decencia de Suplicy para condenarlos. Ojalá que Yoani no se quede en la crítica al gobierno cubano, y explique lo que piensa de la imparcialidad del juicio a los 5, aun cuando no los considere inocentes. Ojalá que en el congreso de EE.UU y en el homenaje de la Torre de la libertad repita sus tres razones para acabar con el embargo, “ya”.
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