martes, 7 de abril de 2015

DEL PORTAL ei @ ICHIKAWA, A PROPOSITO DEL SEPTEMBRISMO, EL PARIENTISMO Y EL MANDELISMO ROMPIENDO EN PANAMA


Inicio » Colaboraciones

Batista no hubiera sido aceptado por ninguno de los dos grupos de cubanos presentes desde hoy en Panamá

Enviado por  en abril 7, 2015 – 10:31 am
Emilio Ichikawa
El viernes 20 de julio de 1956 el Presidente de Cuba Fulgencio Batista viaja a Panamá para asistir al día siguiente a la Conferencia de Presidentes Americanos. Tanto Batista como el resto de los Presidentes participantes, entre los que destacan el anfitrión panameño Ricardo M. Arias Espinosa y Dwight D. Eisenhower de EEUU, juegan conscientemente a que la reunión tiene una profunda inspiración bolivariana.
Batista, asesorado por su Director de Publicidad Enrique Pizzi de Porras, arregla su agenda en el Hotel Panamá donde se hospeda y tiene una serie de encuentros con los medios que, sumados a un par de intervenciones oficiales, permiten comprobar que a diferencia de los años 1940 – 1944, donde como político en el poder tuvo un acercamiento con el comunismo, ahora en 1956, en el marco de la Guerra Fría, está en Panamá en calidad de “militante anticomunista”.
Ahora bien, en julio de 1956 Batista tiene ante sí dos situaciones concretas, al margen de las cuales no puede liar una comprensión cabal del comunismo. En Panamá no aborda públicamente la primera (de carácter nacional); sin embargo, tiene observaciones agudas sobre la segunda (de carácter internacional).
1-El domingo 15 de mayo de 1955 han salido del Presidio Modelo en Isla de Pinos Fidel Castro y otros asaltantes al Cuartel Moncada el 26 de Julio de 1953. El 7 de julio de 1955 Fidel Castro parte hacia México (Veracruz), por lo que el 21 de julio de 1956mientras Batista se encuentra en Panamá previniendo a las demás naciones sobre el peligro del comunismo, Fidel Castro se encuentra a punto de reingresar en Cuba (diciembre 2 de 1956) precisamente para encabezar una rebelión que acabará instaurando el comunismo en la isla. Pero como decía, Batista no menciona públicamente esta situación. Incluso se habla de la no asistencia a Panamá de dos Presidentes por confrontar “problemas internos”, señal de que se consideraba que Batista no los tendría en Cuba.
2-Cuando Batista asiste a la Conferencia de Panamá en julio de 1956 ya se ha producido, en febrero de ese mismo año, el XX Congreso del Partido Comunista de la Unión Soviética (URSS), que somete a crítica a Stalin, quien había muerto el 5 de marzo de 1953. Específicamente el 25 de febrero de 1956 Nikita Kruschov da a conocer  el “Informe Secreto”. Sobre este acontecimiento Batista sí habla en la Conferencia de Panamá; donde presenta una tesis bastante atinada.
El anticomunismo con rostro humano
Aunque desde el 3 de mayo de 1955 Batista va a disponer del Buró de Represión de Actividades Comunistas (BRAC) para el enfrentamiento frontal a los rojos, en la Conferencia de Panamá se va a referir a la necesidad de que el anticomunismo en América asuma los conocidos temas de igualdad y justicia social que los marxistas generalmente han capitalizado a su favor.
En Panamá Batista llama al comunismo “doctrina profana”; es decir: alienada, extranjera, ubicada fuera del templo americano. Y advierte textualmente sobre la  “amenaza constante del comunismo”, presente “más que en ningún otro periodo histórico reciente”.
Sin embargo, en lugar de insistir explícitamente en una batida policial internacional como entendían anticomunistas cubanos del tipo de Salvador Díaz-Verson, Batista destaca en la Conferencia de Panamá: “… pero sin olvidar que una de las armas más poderosas que debemos utilizar es la de atender al bienestar de nuestros pueblos para evitar la penetración comunista aprovechándose del desempleo que generan en gran parte el crecimiento de la población y la falta de nuevas fuentes de trabajo”.
En la Declaración de cinco puntos del 22 de julio (1956) de los Presidentes en Panamá, luego de que el número 4 advierte sobre el compromiso de América en la lucha contra el comunismo, el número 5 insiste en que también debe existir un compromiso con la paz, la justicia y el bienestar.
El propio día 22 de julio, en el Discurso de argumentación de su firma aprobando el texto de la Declaración, Batista dijo: “Debe aspirarse a que esos preciosos conceptos no descansen únicamente, para unirnos y compenetrarnos, en combatir al marxismo, que es deber e interés de todos, sino que tengan también una sólida arquitectura económica y social. Esa recia consolidación servirá de contén a las infiltraciones de la demagogia vernácula y a la acción corrosiva del comunismo”.
Y par de párrafos adelante, añade Batista: “Una de las maneras es propender a que se distribuyan más equitativamente los rendimientos de la producción… Esta Declaración recoge -entendemos- el deber de lograr un sistema de seguridad social que, apoyándose en los seguros obligatorios y en un eficiente sistema de asistencia pública, proporcione atención hospitalaria, viviendas higiénicas para el campesino y el obrero, y de interés social para los individuos de modestos ingresos, librándolos del miedo a la inestabilidad y a la miseria… debe evitarse, al mismo tiempo, la competencia desleal basada en bajos salarios y pobres condiciones de trabajo, sobre todo cuando el obrero se encuentre impedido de organizarse para su defensa. La enseñanza común, la guerra al analfabetismo, los establecimientos tecnológicos, los de educación y cultura, con el intercambio cultural, nos ayudarán, cada vez más, a prevenirnos contra las actividades…” (de los comunistas).
La crítica de la crítica a Stalin
Como había mencionado, en febrero de 1956 Kruschov realiza en el XX Congreso de los comunistas soviéticos un crítica a los crímenes “del stalinismo”. No era una objeción a Lenin ni al bolchevismo sino a Stalin, precisamente por haberse “desviado” de los principios de la Revolución de Octubre.
Batista, como hombre que ya en 1956 ha estado lidiando con las esferas de poder por más de 20 años, advierte sobre la “autocrítica” y “apertura” del Kremlin en su discurso en Panamá: “Y en la era que vivimos, todos debemos estar listos contra la positiva amenaza del comunismo, más peligrosa cuanto más repudian la sangrienta y brutal  tiranía que antes apoyaron los actuales sibilinos rectores rusos.”
Finalmente, en una entrevista con la prensa cerrando su participación en el encuentro de Panamá, dice Batista al ser preguntado por las críticas de Kruschov a Stalin: “… pudiéramos pensar que debido a la forma en que se han desarrollado los acontecimientos y los pronunciamientos que se están haciendo por los dirigentes rusos, que la política rusa ha cambiado y que la política internacional comunista ha cambiado también, no siendo así; si no lo que existe, a mi entender, es un cambio de estrategia, de tal manera que hoy pudiéramos tener el concepto de que existen dos tipos de comunismo: uno internacional y otro nacionalista. Podría decirse que el nacionalista ha tomado la forma del Titoísmo… Todos sabemos cuál es el peligro comunista y creo que es tanto más intenso cuanto más suave parezca ser, porque no se explica que los dirigentes rusos que han vivido desde el año 1927 dentro de un mismo régimen, repudien hoy lo que antes abrazaban con devoción”.
-NOTA: Las citas corresponden a la edición de documentos relativos a la Conferencia de Panamá de 1956, realizada por el Órgano de Defensa Institucional Cubana. Diciembre 15 de 1962.
-NOTA 2: Este apunte fue publicado el 10 de agosto de 2014 con el título “BATISTA: El anticomunismo con rostro humano y la crítica de la crítica a Stalin”.
-FOTO: “7/1956, Panama. General Fulgencio Batista, President of Cuba, with President Dwight Eisehower at an OAS meeting in Panama”: Tomada de CORBIS IMAGES
-INFORMACION RELACIONADA: “Memorandum of a Conversation, Ambassador’s Residence, Panama City, July 23, 1956”. Tomada del archivo “LATINAMERICANSTUDIES.org”. (http://www.latinamericanstudies.org/cable/cable-7-23-56.htm)
Share

No hay comentarios:

Publicar un comentario