Bahia de Guantánamo-Cuba
Ramonín
EL a la izquierda de Al Pacino es "Chachi" Angel Salazar, otro Papillon. El y yo vinimos juntos: Juan Cuellar
JUAN CUELLAR y
ANGELITO
PAPILLONES
Narración de
una escapade hacia la Base Naval US de Gitmo por la Bahia de
Guantánamo
@Juan Cuellar
Lo mas
impresionante del relato de Ramonin no fueron las minas, ya que todos en
Guantanamo lo sabiamos y lo habiamos visto en el cementerio en los cuerpos
mutilados. Para mi, que tambien me escape por la Base, fue el trato especial
que recibimos en la Base.... Eso, como dice Ramonin, queda dentro de uno para
siempre....
Esta anecdota
es real. Todo acontecio segun los hechos y lo cuento hoy, dia de Nochebuena,
(vispera de Navidades) por el significado que tuvo y tiene a mi fe religiosa
desde los anos de mi juventud. Lo hare en tres partes porque cada parte es
crucial y necesaria, aunque en realidad hay tantas partes en mi vida que
encajan perfectamente en lo que quiero compartir de esas experiencias con
ustedes. Todo fue tal como lo cuento y espero que sirva de algo.
Era el mes de mayo de 1971. Mi madre como una loca me agarra, olvidandose del vecino chivaton del Ministerio del Interior -al lado nuestro- y que ademas era recabuchador, y grita: Si no sales de este Guantanamo como un rayo para Camaguey te llamo a la policia, porque prefiero llevarte una jabita estando vivo en la carcel que ir al cementerio a recojerte en pedazos si tratas de irte por la Base. Ya tengo el pasaje listo y yo mismo te montare en la guagua. Y me deje montar porque sabia que ya me habia visto hecho pedazos y esa imagen no habia quien se la sacara del cerebro, lo mismo le pasaba con el rio que tanto terror le tenia a que me ahogara, como sucedia a cada rato, y me lo prohibia a base de palos, sin ningun exito por supuesto ya que siempre me las ingeniaba con ella.
Era el mes de mayo de 1971. Mi madre como una loca me agarra, olvidandose del vecino chivaton del Ministerio del Interior -al lado nuestro- y que ademas era recabuchador, y grita: Si no sales de este Guantanamo como un rayo para Camaguey te llamo a la policia, porque prefiero llevarte una jabita estando vivo en la carcel que ir al cementerio a recojerte en pedazos si tratas de irte por la Base. Ya tengo el pasaje listo y yo mismo te montare en la guagua. Y me deje montar porque sabia que ya me habia visto hecho pedazos y esa imagen no habia quien se la sacara del cerebro, lo mismo le pasaba con el rio que tanto terror le tenia a que me ahogara, como sucedia a cada rato, y me lo prohibia a base de palos, sin ningun exito por supuesto ya que siempre me las ingeniaba con ella.
Tan pronto el chofer llego al puente de el Rio Jaibo, cerquita del cementerio San Rafael; en donde las madres cubanas iban desesperadas a tratar de reconocer a sus hijos desaparecidos en cuerpos -y partes de cuerpos- expuestos como una muestra del terror oficial a quienes trataban de cruzar la Base por tierra o por mar; lo mismo por una mina que por cualquier tiburon; ahogado que ametrallado, lo cual tenia a las madres aterrorizadas cuando un hijo no dormia en casa. Le dije al chofer que habia olvidado mi carnet de identidad y que no podia seguir ese viaje. El me firmo el pasaje con derecho al proximo omnibus que saliera de Guantanamo. Ahi mismo me fui para el cuarto del hermano de Angelito en la calle Moncada (Linea) y a los tres dias partimos a cruzar la Base por mar. Llegamos cerca del poblado Los Canos y cruzamos unos pantanos por mas de 45 minutos y llegamos, eshaustos a un pequeno terreno de tierra firme donde anos atras parece ser hubo una vivienda de lo cual solo sobrevivia algunas tablas podridas y algunos cactus de un jardin abandonado y un pozo de agua seco. Llegamos haciendose de noche. Cuando la oscuridad cayo como dando el toque de queda, sin luna por supuesto, las piernas temblaron mas del miedo que del cansancio. Segun informes que teniamos, toda esa parte estaba siendo minada y teniamos que atravezar unos 25 metros para llegar al fango en forma de playa. En eso Angelito dice que teniamos que comer para recuperar energia y todos estuvimos de acuerdo, mas por el miedo que por conviccion y que el iba a cojer cualquier transporte en Los Canos para traer comida de Guantanamo y que regresaria al siguiente dia, sin dejar de recordarme lo que habiamos pactado. El chino enseguida dijo que el iria a buscar agua al rio y estaria de regreso enseguida y asi los dos partieron en compania. Alberto (creo que asi se llamaba) y yo nos quedamos en espera. Paso el primer dia, el segundo y gracias a Dios que teniamos frutas en los cactus lo cual nos hacia orinar rojo como la sangre y un poco de agua que bebiamos de la superficie del pantano. Sedientos y hambrientos pasamos 3 dias y medio, escuchando a los perros de los guardafronteras, escondidos debajo de zarzas, hasta que convecido que algo le habia pasado a Angelito; el chino yo sabia que se habia rajado y nunca espere que regresara con el agua, ya que aunque solo tenia 14 anos, Angelito era todo un hombrecito en su palabra.
Salimos por un pequeno camino en la Salina y en un par de minutos estabamos en el entronque que nos habia tomado 45 minutos atravezando manglares. La proxima vez vengo por aqui, le dije a Alberto y partimos rumbo a Guantanamo. Cuando llegamos nos enteramos enseguida que Angelito lo habian cojido preso en Los Canos y se lo habian llevado para la prision de Boniato. Lo peor de todo es que se habia corrido la bola que yo habia logrado cruzar pero que el pobre Angelito lo habian cojido. Tambien que habiamos perecidos por una mina que exploto. Los del G2 estaban buscando a un tal Juan. Me entero tambien que mi mama salio como una loca hacia Camaguey cuando le dijeron todo esos rumores: "A Juancito lo monte yo misma en una guagua hacia Camaguey...eso no puede ser cierto" decia Mima llena de angustia.
Me fui para la terminal con mi pasaje firmado y me monte en la primera guagua que salio para Camaguey. Temiendo que la Seguridad daria conmigo, de la terminal en Camaguey fui directo al Ministerio del Trabajo y me acogi a la ley contra la vagancia, recien anunciada, y pedi trabajo. Me dijeron que en 2 dias iria al central Lugareno a trabajar en los ferrocariles. De ahi parti hacia la casa de mi abuela y cuando llego, me entero que Mima habia regresado para Guantanamo desesperada y pensando lo peor y le mande un telegrama diciendole que estaba trabajando en los ferrocariles. Mi tia ni me pregunta donde habia estado desde que Mima me monto en la guagua, sino, con su sarcasmo de siempre me cuenta que Mima habia ido a ver a Irma, la espiritista y que esta le habia dicho que yo estaba escondido, rodeado de mar y pantanos, sediento y hambriento; que ella oia ladridos de perros pero que nada me iba a pasar ya que yo estaba tratando de irme del pais pero ese no iba a ser mi tiempo, pero que eventualmente lo lograria porque estaba protegido por una fuerza poderosa. Cuando mi tia me dijo eso me quede en silencio y le pregunte cuando Irma le dijo semejante cosa a Mima y me respondio que hacia 2 dias, o sea mientras estabamos aun escondidos Alberto y yo en ese momento. Yo me hice el loco y le dije que Irma era una embustera y que yo me habia bajado en Santiago de Cuba con una transfer que me dio el chofer al decirle que habia dejado mi carnet de identidad en Guantanamo y me habia quedado con unos amigos en Santiago. No habia manera de quitarme de la cabeza las palabras de Irma ni la curiosidad por saber cual fuerza era la que me protegia y le comunicaba a ella cosas que nadie puede saber, ni siquiera la omnipresente Seguridad del Estado.
En el Central Lugareno me pusieron en un contingente para reparar traviesas que habian cojido fuego con la quema de cana. Albergados en tres vagones de trenes. Curiosamente recuerdo que montado en una "chispita" con otros jovenes que estabamos siendo llevado camino al albergue, pasando cerca de Lugareno le dije a los que estaban ahi, como jodedera, pensando en Irma, que iba el proximo domingo a ver una pelicula de Alain Dellon que estaban poniendo en el cine del pueblo. ?Y tu eres adivinador o come mierda? dijo uno que hacia rato me habia puesto el ojo. Cuando vayas al batey sabras quien es realmente el come mierda. Ahi mismo sabia que el y yo chocariamos tarde o temprano, lo presenti como si adivinara el futuro.
El
domingo siguiente un grupo de nosotros fuimos a Lugareno y para sorpresa
estaban pasando la pelicula de Alain Delon que habia anunciado, empujado por
algo, camino al albergue en la chispita. El socio que me tenia los ojos puestos
estaba en el grupo y algunos comenzaron a decirle riendose
"comemierda" en jodedera ya que se paso el tramo del albergue al
batey diciendo "salio adivinador y llego comemierda" y se reia
sarcasticamente que me dieron ganas de caerle encima. Yo estaba atonito ante el
afiche de la pelicula y el cine que me fuera tan familiar, como si ya antes lo
hubiese visto sin recordar cuando o es que asi lo habia visto cuando lo
anuncie. Esas cosas me habian ocurrido con anterioridad. Recorde a Piti, el
haitiano de la cuarteria donde viviamos, hablando con Mima de algo similar,
diciendole que eso se llamaba Dejavu y que eran fuerzas poderosas dentro de
nosotros y que lo mismo eran buenas que malas; te protegian y te destruian. Me
pase la noche pensando en Irma la espiritista y todo lo que le habia dicho a
Mima. Recorde entonces como yo nunca habia creido en nada de eso desde nino en
Camaguey, como cojia los kilos de las ofrendas y trabajos que tiraban por el
barrio diciendo "Lo que Dios quiera" y le compraba una fruta a Rosa o
un pedazo de barra de guayaba en la bodega de Antonio. Como sentia repulsion a
estar en los bembe en la casa de la madre de mi padrastro y como siempre
ignoraba el altar a Ogun de mi padrastro en casa y como le decia a Mima que lo
botara a la calle. Pense en todo lo que me habia sucedido desde entonces.
Recorde cuando me meti dentro de aquella caja y al cruzar la calle me arrollo
el jeep de los casquitos del Cuartel Agramonte partiendome una pierna y como
una voz me decia que no cruzara y otra que si. Cuando quede enganchado por el
parpado en unos alambres de puas que tenian de tendedera en el patio de la casa
de los bembe y que no me quede tuerto de milagro. Como siempre algo malo me
pasaba y algo me salvaba tambien.
Me di a la tarea de trabajar y pasar inadvertido pero habia algo, como una fuerza oculta que lo impedia, era algo que me perseguia siempre. El jefe de nosotros tambien me habia puesto el ojo encima, positivamente, y fue una pieza clave en lo que me depararia el futuro. Los pases eran 4 dias cada mes y se descansaba el domingo. La mayoria de nosotros eramos de la ciudad de Camaguey. Yo le pedi al jefe que si yo podia trabajar dos meses y cojer seis dias y el lo acepto. Yo queria permanecer mas tiempo escondido y mas tiempo para saber que le habia pasado a Angelito cuando fuera de pase a Camaguey. Angelito, antes de partir con el Chino, habiamos dicho que si a el lo detenian el iba a decir que estaba cojiendo cangrejos en los mangles y de ahi nadie ni nada lo iba a sacar. El y yo eramos lo que habiamos planeado todo. Y habiamos acordado que si el viaje se rompia yo me iba para Camaguey y el me avisaria de nuevo con un telegrama a la casa de mi abuela de una aparente gravedad de Mima. Pensaba y pensaba como me tiraria, sin el mas minimo miedo, a cruzar ese tramo de mangle posiblemente minado que me habia aflojado las piernas ese dia y luego las 5 millas de mar oscuro esperando el bajante que te llevaria con su corriente directico al resplandeciente reflector de luz de la Patana americana. No tenia miedo de quitarme el chalequito de corchos tan pronto comenzaramos a ver el reflector. Tampoco temia que nos cojiera una Griffin que se cruzaban con luces dispuestos a acribillarte ahi mismo. No pensaba ya en los tiburones y ni siquiera en la parte mas peligrosa del viaje; cuando la misma luz que iluminaba el Canal de entrada a las aguas de la Base le servia de luz a una garita cubana cercana, de espalda a la base para disparar a gusto tan pronto te vieran y donde siempre estaba alerta la posta. Ese tramo que ya habiamos practicado en el rio nadando debajo del agua varias veces. Ahi, donde cortariamos el nylon que teniamos para avisarnos de cualquier ruido de motor durante la travesia y cada uno por su lado en la corriente fuerte que corre durante la marea baja. Muchos se ahogaban porque lo hacian con el subiente (marea alta) Nosotros lo sabiamos bien. Recordaba cuando escuchaba American Woman en la estacion de musica de la base y me imaginaba estar ahi. Cuando iba al estadio Van Troy; no a ver el juego de pelota, sino a sentarme a ver, desde las gradas en la loma donde estaba el estadio, las luces brillantes de todos los colores emanando de la Base como un cuento. La pista del aeropuerto se veia como dibujos de luces de diferentes tamanos, algunas intermitentes, pero todas brillantes como una galaxia de estrellas, rojas, verdes, azules y amarillas. Sin embargo, Caimanera, desde mas cerca, ahogada ante tanto resplandor, emitia escasamente una luz tenue y parpadeante...moribunda. Pense en las veces que sone que habia cruzado y como sentia una alegria inmensa para luego despertar con tristeza a la realidad en la que me encontraba: a punto de caer preso de nuevo y para siempre. Y seguia pensando en Irma.
Dos dias antes de salir de pase, y luego de varias provocaciones que trataba de eludir, parece que el socio no pudo mas y saliendo la chispita, de regreso al albergue, se me lanza con pico en mano y ahi caimos los dos enredados, yo sali con una herida en la frente del pico y el con la cara hinchada de los golpes. Se me habia jodido el escondite me decia y ya estaba listo a que me botaran. El jefe me llamo y me dijo que el habia visto mi record y se habia fijado en mi disposicion al trabajo y que se habia comunicado con las oficinas centrales para que yo fuera a trabajar all que era donde debia estar. Y que esa bronca no cambiaria nada. A los dos dias parti de pase
Me di a la tarea de trabajar y pasar inadvertido pero habia algo, como una fuerza oculta que lo impedia, era algo que me perseguia siempre. El jefe de nosotros tambien me habia puesto el ojo encima, positivamente, y fue una pieza clave en lo que me depararia el futuro. Los pases eran 4 dias cada mes y se descansaba el domingo. La mayoria de nosotros eramos de la ciudad de Camaguey. Yo le pedi al jefe que si yo podia trabajar dos meses y cojer seis dias y el lo acepto. Yo queria permanecer mas tiempo escondido y mas tiempo para saber que le habia pasado a Angelito cuando fuera de pase a Camaguey. Angelito, antes de partir con el Chino, habiamos dicho que si a el lo detenian el iba a decir que estaba cojiendo cangrejos en los mangles y de ahi nadie ni nada lo iba a sacar. El y yo eramos lo que habiamos planeado todo. Y habiamos acordado que si el viaje se rompia yo me iba para Camaguey y el me avisaria de nuevo con un telegrama a la casa de mi abuela de una aparente gravedad de Mima. Pensaba y pensaba como me tiraria, sin el mas minimo miedo, a cruzar ese tramo de mangle posiblemente minado que me habia aflojado las piernas ese dia y luego las 5 millas de mar oscuro esperando el bajante que te llevaria con su corriente directico al resplandeciente reflector de luz de la Patana americana. No tenia miedo de quitarme el chalequito de corchos tan pronto comenzaramos a ver el reflector. Tampoco temia que nos cojiera una Griffin que se cruzaban con luces dispuestos a acribillarte ahi mismo. No pensaba ya en los tiburones y ni siquiera en la parte mas peligrosa del viaje; cuando la misma luz que iluminaba el Canal de entrada a las aguas de la Base le servia de luz a una garita cubana cercana, de espalda a la base para disparar a gusto tan pronto te vieran y donde siempre estaba alerta la posta. Ese tramo que ya habiamos practicado en el rio nadando debajo del agua varias veces. Ahi, donde cortariamos el nylon que teniamos para avisarnos de cualquier ruido de motor durante la travesia y cada uno por su lado en la corriente fuerte que corre durante la marea baja. Muchos se ahogaban porque lo hacian con el subiente (marea alta) Nosotros lo sabiamos bien. Recordaba cuando escuchaba American Woman en la estacion de musica de la base y me imaginaba estar ahi. Cuando iba al estadio Van Troy; no a ver el juego de pelota, sino a sentarme a ver, desde las gradas en la loma donde estaba el estadio, las luces brillantes de todos los colores emanando de la Base como un cuento. La pista del aeropuerto se veia como dibujos de luces de diferentes tamanos, algunas intermitentes, pero todas brillantes como una galaxia de estrellas, rojas, verdes, azules y amarillas. Sin embargo, Caimanera, desde mas cerca, ahogada ante tanto resplandor, emitia escasamente una luz tenue y parpadeante...moribunda. Pense en las veces que sone que habia cruzado y como sentia una alegria inmensa para luego despertar con tristeza a la realidad en la que me encontraba: a punto de caer preso de nuevo y para siempre. Y seguia pensando en Irma.
Dos dias antes de salir de pase, y luego de varias provocaciones que trataba de eludir, parece que el socio no pudo mas y saliendo la chispita, de regreso al albergue, se me lanza con pico en mano y ahi caimos los dos enredados, yo sali con una herida en la frente del pico y el con la cara hinchada de los golpes. Se me habia jodido el escondite me decia y ya estaba listo a que me botaran. El jefe me llamo y me dijo que el habia visto mi record y se habia fijado en mi disposicion al trabajo y que se habia comunicado con las oficinas centrales para que yo fuera a trabajar all que era donde debia estar. Y que esa bronca no cambiaria nada. A los dos dias parti de pase
Todo acontecio un mes de julio de
1971. Dos meses antes hube de presentarme ante las oficinas del Ministerio del
Trabajo para cumplir con la recien Ley contra la Vagancia; una orden del
mayimbe en jefe que obligaba a todo joven que no estudiara a trabajar a como
diese lugar. Nadie se escapaba. Lo mismo cercaban un cine, una fiesta, un
parque, una parada de omnibus; dondequiera que se dieran cita varios jovenes
ahi estaban ellos con palos y alambres electricos tan torcidos como su
revolucion. A base de amenazas y golpizas lo mismo te llevaban a una plantacion
de esclavos que a una fabrica de trabajo forzado. Mi asignacion fue el central
azucarero Lugareno, en la provincia de Camaguey. El trabajo era reemplazar las
traviesas de las lineas de los ferrocarriles que se quemaban facilmente cuando
prendian los canaverales. Las vigas, de fabricacion rusa, ardian tan facil como
cualquier sustancia volatil, extendiendo nuestro horario de trabajo por mas de
14 horas, lo mismo de dia que de noche. Tres mese estuve trabajando como un
pordiosero para obtener un pase por una semana.
Esa noche iba de vista a la casa de mi abuela en el barrio Agramonte cuando un auto Plymouth se paro a mi lado y tres sujetos se apearon pidiendome la identificacion. Yo le mostre el permiso y ellos indagaron por mi larga cabellera. -No ven que llevo tres meses trabajando y alla no hay barberos. Hoy es mi primer dia de pase.
Sabia que estaban al acecho de los peludos debido al caso Agapito, ya me habia enterado de la suerte del pobre joven a quien conoci personalmente. Estando preso trato de fugarse y lo acribillaron por la espalda. El grupo del comercio (jovenes que se daban cita en la Sombrillita, al centro de la ciudad) salieron con el fetreo funebre de Agapito para velarlo en pleno comercio. A ellos se uniron estudiantes del pre-universitario y la conmocion fue tal que desplegaron toda sus fuerzas pletoriana en contra de cualquier "pelu" que se encontraran. Yo era uno de ellos.
-?A donde vas? pregunto el que estaba leyendo mi pase. Le dije que iba a ver a mi abuela que vivia a dos cuadras de alli. -!Montate! que te vamos a llevar para ver si es verdad. Le dije que no hacia falta y uno me cojio por la cabeza y me lanzo dentro. Sabia que no la iba a pasar bien. En sus caras veia un odio atroz. Ya habia sentido la fuerza brutal de esos esbirros cuando me enviaron a la carcel con solo treces an~os. El carro llego a la Carretera de Palomino, antiguo Camino Real y en vez de doblar a la derecha, donde vivia mi abuela, tomaron rumbo al Cuartel Agramonte hacia las afueras de la ciudad. Senti como si ese dia fuera mi ultimo. Lo sabia porque ya lo habia experimentado, pero habia aprendido que con ellos la cobardia los agranda y la valentia los encolera, solo queria salir de ese auto rodeado de tres matones dispuestos a todo. Le pregunte a donde me llevaban. Ellos no hablaron. ?Saben que?, indague lo mas tranquilo que pude, ustedes no saben quien realmente soy y les pido que me lleven a las oficinas del Departamento Tecnico de Investigaciones (DTI)para identificarme. Uno, el mas viejo y el de la mirada asesina extrajo de su cartera un acordion de carneses. Hasta uno de hijo de puta pareciome ver. -Identificate muchacho y te soltamos aqui mismo. Yo no tengo que identificarme con usted y le digo que me parece que estoy en los an~os pre-revolucionarios en el auto del esbirro de Pata de Ganso (connotado asesino bastistiano en Camaguey, segun contaba la revolucion en su libros de textos)y me llevan a las afueras de la ciudad para ejecutarme. El punetazo no se hizo esperar y con los cables torcidos alrededor de tres o cuatro tuercas de metales se estrello en mi cabeza que comenzo a sangrar profusamente. Ya habia perdido el miedo. No valia la pena morir como un cobarde y le grite a todo pecho !Esbirros!Los golpes continuaron hasta que decidieron parar el auto. El esbirro mayor me saco a empujones mientra que le decia a los otros, -el chamaco es guapo,?tu crees que tiene los cojones de fajarse con algunos de nosotros? y mirandome me pregunto: ?con cual de nosotros quieres fajarte? Para que, respondi de inmediato, para cuando le este dando la paliza que se merecen me caigan en pandilla como las putas que sois. !Matenme!, le grite, !hijodeputas! Los golpes continuaron hasta que casi perdia el conocimiento. Me agarraron la cabeza contra el maletero del auto y me cortaron el pelo y el craneo tambien. Ahi me dejaron en la oscuridad de la noche, casi 20 kilometros en las afueras de la ciudad.
No fue facil el regreso.
Esa noche iba de vista a la casa de mi abuela en el barrio Agramonte cuando un auto Plymouth se paro a mi lado y tres sujetos se apearon pidiendome la identificacion. Yo le mostre el permiso y ellos indagaron por mi larga cabellera. -No ven que llevo tres meses trabajando y alla no hay barberos. Hoy es mi primer dia de pase.
Sabia que estaban al acecho de los peludos debido al caso Agapito, ya me habia enterado de la suerte del pobre joven a quien conoci personalmente. Estando preso trato de fugarse y lo acribillaron por la espalda. El grupo del comercio (jovenes que se daban cita en la Sombrillita, al centro de la ciudad) salieron con el fetreo funebre de Agapito para velarlo en pleno comercio. A ellos se uniron estudiantes del pre-universitario y la conmocion fue tal que desplegaron toda sus fuerzas pletoriana en contra de cualquier "pelu" que se encontraran. Yo era uno de ellos.
-?A donde vas? pregunto el que estaba leyendo mi pase. Le dije que iba a ver a mi abuela que vivia a dos cuadras de alli. -!Montate! que te vamos a llevar para ver si es verdad. Le dije que no hacia falta y uno me cojio por la cabeza y me lanzo dentro. Sabia que no la iba a pasar bien. En sus caras veia un odio atroz. Ya habia sentido la fuerza brutal de esos esbirros cuando me enviaron a la carcel con solo treces an~os. El carro llego a la Carretera de Palomino, antiguo Camino Real y en vez de doblar a la derecha, donde vivia mi abuela, tomaron rumbo al Cuartel Agramonte hacia las afueras de la ciudad. Senti como si ese dia fuera mi ultimo. Lo sabia porque ya lo habia experimentado, pero habia aprendido que con ellos la cobardia los agranda y la valentia los encolera, solo queria salir de ese auto rodeado de tres matones dispuestos a todo. Le pregunte a donde me llevaban. Ellos no hablaron. ?Saben que?, indague lo mas tranquilo que pude, ustedes no saben quien realmente soy y les pido que me lleven a las oficinas del Departamento Tecnico de Investigaciones (DTI)para identificarme. Uno, el mas viejo y el de la mirada asesina extrajo de su cartera un acordion de carneses. Hasta uno de hijo de puta pareciome ver. -Identificate muchacho y te soltamos aqui mismo. Yo no tengo que identificarme con usted y le digo que me parece que estoy en los an~os pre-revolucionarios en el auto del esbirro de Pata de Ganso (connotado asesino bastistiano en Camaguey, segun contaba la revolucion en su libros de textos)y me llevan a las afueras de la ciudad para ejecutarme. El punetazo no se hizo esperar y con los cables torcidos alrededor de tres o cuatro tuercas de metales se estrello en mi cabeza que comenzo a sangrar profusamente. Ya habia perdido el miedo. No valia la pena morir como un cobarde y le grite a todo pecho !Esbirros!Los golpes continuaron hasta que decidieron parar el auto. El esbirro mayor me saco a empujones mientra que le decia a los otros, -el chamaco es guapo,?tu crees que tiene los cojones de fajarse con algunos de nosotros? y mirandome me pregunto: ?con cual de nosotros quieres fajarte? Para que, respondi de inmediato, para cuando le este dando la paliza que se merecen me caigan en pandilla como las putas que sois. !Matenme!, le grite, !hijodeputas! Los golpes continuaron hasta que casi perdia el conocimiento. Me agarraron la cabeza contra el maletero del auto y me cortaron el pelo y el craneo tambien. Ahi me dejaron en la oscuridad de la noche, casi 20 kilometros en las afueras de la ciudad.
No fue facil el regreso.
De las
oficinas del Director sali feliz. Estaba, como muchas veces en el pasado,
viendo como Dios me protegia ahora, cuando mas lo necesitaba. Fui a casa de mi
abuela a despedirme de ella sin decir adios. A verla quizas por ultima vez.
Sali en el primer omnibus a Santiago de Cuba esa misma noche con una patas de ranas forradas con papel de cartucho y amarradas con una soga fina (cruzadas para no levantar sospechas) como unico equipaje. En Santiago me baje en la terminal y ahi coji un camion para Guantanamo. Llegue, rompiendo, al mediodia del primer dia de Carnaval y la carta del director tambien; no habia regreso. Ni siquiera fui a ver a Mima.
Angelito me conto como lo habian cojido en Los Canos y hasta la prision Boniato fue a parar con los tecnicos del G2. Le metian las luces por la madrugada y se lo llevaban al interrogatorio cada vez que se quedaba dormido y solo decia que habia ido a cojer cangrejos y de ahi no lo sacaron los bombillos ni el sueno. Yo le conte mi parte y nos reimos hasta mas no poder.
Fuimos a una Iglesia el siguiente dia y rezamos juntos. Yo le prometi a Dios varias cosas y me senti fuerte y seguro.
Al tercer dia del carnaval partimos rumbo a la Base, Angelito, un amigo de Angelito, del cual sospechaba y me intranquilizaba que era un hijo de un dentista en Guantanamo con el rumor de que pertenecia o colaboraba con el Ministerio del Interior y estaba seguro que si nos cojian yo pagaria la mayor parte, ya que era el mayor, aunque solo faltaba menos de un mes para cumplir mis18 y era el unico que habia estado preso, que habia sido expulsado de cuatros becas y convencido de que desde Camaguey vendria el director de los ferrocarriles a pasarme la cuenta. En medio del camino el amigo de Angelito comienza a meterse en la conversacion que llevaba con Angelito acerca del nuevo camino que habia descubierto para llegar al lugar donde nos ibamos a tirar evitando asi aquel largo tramo de mangles. Angelito estaba dudoso, ya que el "contacto" le habia dado el camino.
"Angelito,
lo que tu digas es lo que hago; yo confio en ti solamente" Me encabrono
tanto esas palabras que eran mas mia que de el, y le dije: "Mira, yo soy
el que no confia en ti y volteandome hacia Angelito le dije: "Angelito,
quedate aqui, yo voy a sentarme en aquella laja y te prometo que en unos
minutos decido que voy a hacer. Este tipo lo trajiste tu y yo no estoy muy
seguro de el. Cuando yo me levante y veas que vengo hacia ti, me voy contigo,
pero si cojo el camino de regreso, ni me pares. Si tu regresa yo regreso
contigo, esto lo hemos planeado tu y yo desde hace mucho tiempo, dijo Angelito.
Pense en Dios, en la columbina donde siempre divagaba todas las noches sobre la
Base y la travesia: La felicidad que sentia cuando sonaba que habia cruzado y la
tristeza al despertarme en esa Cuba lugubre y lobriga. Lo que Dios quiera dije
y me levante. Cuando me encamine hacia el me dio un abrazo y seguimos adelante.
Llegamos al entronque de la Salina con el camino hacia Los Canos, donde la vez
anterior cruzamos ese manglar tortuoso, pero como aun no era de noche, nos
escondimos. Los mosquitos bobos estaban en manadas, no importaba si te movias,
se quedaban ahi picandote la vida por decenas. Aguantamos hasta que oscurecio y
le dije "nos vamos por aqui", como le habia dicho a Alberto aquella
vez que se me aflojaron las piernas. Llegamos en varios minutos y Angelito no
lo podia creer "cono este camino es un tiro" Nos untamos la grasa de
carreta en el cuerpo como repelente a los tiburones y nos pusimos los chalecos
que Angelito habia hecho con pedazos rectangulares de corchos comerciales
dentro de cuatro compartimientos de una lona fina que habia conseguido y que el
mismo habia cosido en su casa y que habiamos tenido de negro con tinta de
carbon de bateria. Yo le dije que iba a rezar y los tres rezamos. No miento
cuando digo que ni una gota de miedo senti, me senti seguro y protegido por
algo muy dificil de explicar, era como si ya estuviera del otro lado, como si
una fuerza prendida muy dentro de mi me decia: "No tengas miedo, cruza ese
tramo que ahi no hay minas" Y levantandome dije: Dios esta con nosotros y
me tire a cruzar el pequeno tramo de mangles, que supuestamente estaban
minando: "Este tipo esta loco" decia el amigo de Angelito. Llegamos
al mar donde una playa de fango putrefacto se abria y en donde nos hundiamos al
caminar hasta las rodillas con una pata de rana en cada mano en oscuridad
absoluta. Yo me tire de barrigas y me deslice por el fango hasta llegar al agua
y enseguida me puse mis patas de ranas de tan mal estado que una se habia
partido en dos a media punta y la habia cosido a mano con mucho cuidado porque
estaba muy deteriorada y casi podridas. De repente comence a ver como salia
desde mi cuerpo una fosforescencia que se iba expandiendo en el agua como ondas
azulosas en la oscuridad de esa noche sin luna (Luna Nueva) -a la que tanto
enfasis habia hecho la voz en casa de Irma- y como podia ver la misma
fosforescencia en Angelito y su amigo. Hay que quitarse este cebo de carreta o
nos van a ver, dije. Con el mismo fango comence a frotarme todo el cuerpo hasta
que desaparecieron. Yo no me quito el cebo, aqui hay muchos tiburones, dijo el
amigo de Angelito. Pues no te lo quites y lanzate solo que contigo no me
amarro. Angelito lo convencio. Nos amarramos el nylon y yo sali primero,
Angelito segundo y el amigo tercero. Nos tiramos al suroeste de la bahia de
Guantanamo, en la parte de la Salina. La luz de la patana americana no podia
divisarse hasta llegar al centro de la bahia, casi dos millas de donde nos tiramos.
Yo iba nadando boca-arriba al ritmo de mis viejas patas de ranas, cuando siento
que la izquierda (la cosida) pierde resistencia y lo confirmo al palpar que
habia perdido la otra mitad. Hale el hilo y le avise a Angelito. Seguimos, yo
alante tirando con una pata de rana y media. Ceso la llovizna y comenzaron a
verse las estrellas. Yo las miraba recordando a Dios en la historia de Jose, mi
historia favorita en la Biblia. En la historia de David y en mi rechazo a la
voz de Irma. Estaba totalmente en un estado de extasis, de paz, de confianza en
Dios. Cuando me volteo veo una luz de reflector sin mucha brillantez y nos
reunimos de nuevo y Angelito dijo que esa era la luz que teniamos que seguir.
Nos fuimos rumbo a ella. No paso media hora y veo, al oeste, una luz brillante,
como las que veia desde las gradas del estadio de pelota en Guantanamo y ahi
mismo hale el nylon. Le dije a Angelito que esa era la luz que le habia dicho
el contacto. Angelito no estaba de acuerdo y me dijo que era la otra. Yo le dije
que no. Ahi mismo se metio de nuevo el socio: "No le hagas caso a este
loco, dejalo que se vaya solo" Angelito me dijo: Tu estas seguro? Tan
seguro que corto el nylon ahora mismo si tu le haces caso a este cacho de
maricon que me has traido. Yo vine y me voy contigo, pero hacia luz que brilla
casi como un sol. Angelito accedio y continuamos.
.De repente siento el nylon tenso
como si estuviera halando a Angelito y fui hacia el y lo encuentro temblando,
tiritando y tieso como un palo. Le habia dado la "Cuca". Con voz
temblorosa me dice que no podia moverse. Estaba engarrotado. Yo le dije que tenia
que darme una de sus patas de ranas para poder halarlo y estuvo de acuerdo. Yo
le quite la izquierda y su amigo le puso la mia que estaba rota pero al menos
era mejor que ninguna. Cuando lo agarro por el chaleco veo al socio que no hizo
ningun intento por ayudar a Angelito y casi gritando del encabronamiento le
dije: Agarra y hala o aqui mismo te voy pa'rriba. El lo cojio - de mala gana- a
Angelito por el otro hombro del chaleco y seguimos rumbo al reflector que
brillaba a lo lejos. Al cabo de una hora ya Angelito se habia recuperado
bastante y la luz de la patana repentinamente estaba mas cerca de lo esperado.
Estabamos siendo arrastrado a gran velocidad por el "bajante". Ya era
hora de quitarse el chaleco. Nos reunimos por ultima vez y Angelito dijo que el
estaba bien y que le dejara la pata de rana rota que le cansaba menos el pie.
Le dije que ese era el momento decisivo y cortamos el nylon. Yo iba al frente,
de medio lado mirando al oeste de luz buscando la garita cubana, la corriente
se hacia mas fuerte al acercarme al canal de la Base en donde estaba la patana.
Ya podia distinguir la bandera de los Estado Unidos en la pared blanca, debajo
del reflector de la patana y la garita comenzaba a distinguirse a su
derecha.....Estaba vacia gracias a Dios. Sin quitarle los ojos de encima
comence a aletear los pies como un loco hasta llegar a la patana a la cual me
agarre ya que la corriente era tan fuerte que queria arrastrarme hacia el mar
abierto; como le habia sucedido a muchos que luego eran devorados por los
tiburones que frecuentaban la parte americana de la Base. Subo a la plataforma
y veo al amigo de Angelito venir y lo ayudo a subir. Angelito venia mas
despacio y lo subimos; la garita seguia vacia. Yo entro al pequeno cuarto y veo
a un negro con uniforme verde olivo y Angelito grita: Somos libres cojones! Yo
lo mando a callar inmediatamente y mirando dentro veo un mini-refrigerador,
manzanas y cigarros Lucky Strikes y grite: Si somos libres cojones!; ellos
pueden enganarte con reflectores, banderitas americanas pintada pero no con
manzanas, refrigeradores y cigarros americanos, pense. Estaba en GITMO gracias
a Dios. Un soldado armado con una ametralladora bajaba por una escalera y nos
dio el alto. El negro se desperto y yo le pedi un cigarro que me supo a gloria.
Nos dieron frazadas y nos acostaron en un van que nos vino abuscar y nos
dijeron que no nos movieramos de ahi. Nos llevaron a unas barracas militares
rodeado de lomas y cercado. De ahi no podiamos movernos. No veiamos nada de la
Base. Nos interrogaron; recuerdo que el nombre del capitan era Julian, un
puertorriqueno. Ahi estuvimos un par de semanas en espera de mas refugiados
para ser trasladado a Miami en un avion militar. Compartiendo anecdotas con los
recien llegados. Nosotros fuimos los primeros de ese grupo. Llegaron unos
mellizos de 12 anos que brincaron la cerca electrica y vinieron a ser la
atraccion del albergue, eramos casi mas de una veintena. Llegamos a Miami el 29
de septiembre y cumpli mis 18 anos en la Casa de la Libertad en el Aeropuerto
de Miami.
Me dio por sonar casi todos los dias que estaba aun en Cuba y no podia salir y sentia una tristeza terrible que se convertia en una alegria inmensa al despertarme. Todo lo contrario a mis suenos de la Base en mi columbina en Guantanamo. Se habian cambiado los papeles para siempre. Al cabo de unos meses un vendedor de Biblia toco a mi puerta con una edicion Catolica la cual pague gustosamente $60.00. en 1971 (Foto de ilustracion) y que aun conservo. Era mi manera de decirle a Dios que me habia puesto de su lado...y para siempre. Y orgulloso de ello.
Me dio por sonar casi todos los dias que estaba aun en Cuba y no podia salir y sentia una tristeza terrible que se convertia en una alegria inmensa al despertarme. Todo lo contrario a mis suenos de la Base en mi columbina en Guantanamo. Se habian cambiado los papeles para siempre. Al cabo de unos meses un vendedor de Biblia toco a mi puerta con una edicion Catolica la cual pague gustosamente $60.00. en 1971 (Foto de ilustracion) y que aun conservo. Era mi manera de decirle a Dios que me habia puesto de su lado...y para siempre. Y orgulloso de ello.
@Juan Cuellar
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