miércoles, 12 de julio de 2017

EL FIASCO DEL SOCIALISMO DESDE SUS INICIOS


@Manuel Prieres
Empecemos por decir que todo socialista - tanto moderado como extremista- tiene mucho de marxista.
La enciclopedia nos aclara: "Socialismo es un sistema de organización social que atribuye al estado absoluta potestad de ordenar las condiciones de la vida civil, económica y política, extremando la preponderancia del interés colectivo sobre el particular".
Vale decir que, históricamente, el pensamiento socialista transcurre a través de tres etapas: la utópica, la científica y la posmarxista.
La etapa utópica podríamos iniciarla con algo tan remoto como La República de Platón: primer estudio que se conoce realizado sobre una hipotética sociedad socialista. Después, Francisco Noel Babeuf (revolucionario francés) pretendió influir -sin lograrlo- a la Revolución Francesa, y se considera uno de los primeros socialistas extremistas de la edad moderna. Con Babeuf (uno de los primeros comunistas del mundo) concluía la corriente renacentista dentro del socialismo utópico.
La llegada de la Revolución Industrial, y la Revolución política francesa en el siglo XVIII, hará que los socialistas utópicos renacentistas cedan paso al socialismo moderno aunque todavía dentro de los conceptos utópicos. Sus principales propulsores serán tres franceses: Enrique de Saint-Simón, Francisco Carlos María Fourier y Esteban Cabet, juntos a dos ingleses: Carlos Hall y Roberto Owen (los "sansimónicos") fundamentando ellos el socialismo moderno sobre tres principios: el anticlericalismo, la abolición de la propiedad privada y las masas populares debiendo ser dirigidas por élites ilustradas y capaces. (La eliminación de la propiedad privada -decimos nosotros- convierte al individuo en un ser indefenso, sin poder, y prisionero de la superestructura estatal).
El llamado "socialismo científico" debemos atribuírselo a Carlos Marxs y Federico Engels, propugnadores de la lucha de clases como vía hacia la "Dictadura del Proletariado. Produciéndose por esa época un sonado debate entre utópicos (lidereados por el anarquista Pedro José Proudhon) y científicos encabezados por Carlos Marx). La razón de dicha disputa resultaba a raíz de un despiadado opusculo, escrito por Marx, titulado Miseria de la Filosofía, en respuesta al ensayo Filosofía de la Miseria, publicado anteriormente por Proudhon. A partir de entonces ambos hombres se convertirán en unos irreconciliables enemigos.
En 1848 Marx y Engels terminan su obra El Manifiesto Comunista sustentando conceptos como éstos: "Toda riqueza es producida por el trabajo humano; el trabajo está a merced del capitalismo poseedor de los medios de producción; la sociedad capitalista, erigida por la burguesía, contiene el gérmen de su propia destrucción". Y concluyen: "Los capitalistas serán despojados del poder económico y político por una revolución social dirigida por los obreros".
A la muerte de Carlos Marx (1882) dará inicio la "etapa posmarxista" al fundarse en la Gran Bretaña la Sociedad Fabiana por los años 1883, encontrando a prestigiosos intelectuales de la época como Bernard Shaw, Sidney Webb, H.G. Wells... haciendo honor al nombre de aquel general romano (Fabio), quien se distinguía por su cautela.
"Cautelosos fabianos", en suma, que aspirarán a la introducción del socialismo en forma gradual en la sociedad, recurriendo a la educación económica y social del pueblo, además de la creencia sobre la funcionalidad de la legislación política.
A este global enfoque del Socialismo Histórico no estará de más añadir que para comienzos del siglo XX, el movimiento socialista en Europa controlará gran parte de los sindicatos y estructurará poderosos partidos políticos; no obstante, y a raíz de la primera confrontación mundial, el socialismo se dividirá en dos posiciones: la de los extremistas que sustentarán la postura que los obreros no deben intervenir en guerra alguna entre países, sino solamente en su guerra particular y revolucionaria contra el capitalismo (acordada en la Segunda Internacional Socialista de 1889 en París) y los llamados socialistas moderados que responderán al llamado de su patria, participando en la guerra.
Esta escisión dentro del mundo socialista producirá, a partir de entonces, el nacimiento de los extremistas o comunistas y los moderados o socialdemócratas. Los comunistas se harán fuertes en Rusia, y los socialdemócratas lograrán llegar al poder en países como Austria, Gran Bretaña, Bélgica , Suecia y otros.
Siguiendo el contexto, no podemos omitir que en el primer cuarto del siglo XX se producirá un acontecimiento que zarandeará la humanidad: La Revolución de Octubre de 1917, donde la dinastía de los Romanov será derrocada por un alzamiento popular lidereado en Rusia por socialistas moderados o mencheviques.
Victoria pírrica que los mencheviques no disfrutarán mucho al ser a su vez barridos del poder por un grupo de radicales conocidos como los bolcheviques o socialistas extremistas. Teniendo éstos últimos como lider a un letrado socialdemócrata llamado Vladimir Illych Ulyanov (alias "Lenin"), sujeto a quien la historia le reconoce la paternidad del marxismo-leninismo.
Para los que hemos tenido la desgracia de haber vivido por años bajo el socialismo, éste se nos antoja como una mazorca de maíz colocada delante del asno, el cual intenta alcanzarla mientras tira de la carreta.
Publicado por VILLA GRANADILLO en 20:55:00 10 comentarios:

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