- Ada Bezos Castilla said...
CARTA ABIERTA AL PADRE JOSÉ CONRADO RODRÍGUEZ
de la Parroquia Teresita del Niño Jesús
en la Arquidiócesis de Santiago de Cuba
He leído su carta abierta a Raúl Castro, apelando a la humanidad de este señor. Al parecer Usted cree que el hecho de haber llorado en el entierro de su revolucionaria esposa Vilma Espín, con la que él engendró una familia, lo hace de alguna manera un ser humano accesible a que un miembro del sacerdocio católico pueda apelar a sentimientos de bondad y objetividad. Ciertamente la mayoría de las especies en el reino animal demuestran compasión con sus proles, pero eso es ciertamente una conjetura asumir que seres superiores puedan aplicar esos mismos sentimientos a sus acciones en general.
El gobierno cubano no ha sido en ningún momento un gobierno legitimo. Fue un régimen revolucionario que se impuso después de una confrontación armada y que prevaleció debido a una dictadura feroz, negándose a abrir paso a la democracia y embarcándose en adoctrinamientos anti-americanos, para así excusar al pueblo de las medidas represivas y de las privaciones que una nación con un gobierno constituido sin los principios económicos de libre comercio y propiedad privada llega a experimentar por su propio peso. Sus objetivos no fueron mejorar el estado de vida de todos los cubanos de una manera equitativa y justa, pero imponer una dictadura, alinearse con la entonces Unión Soviética, infiltrar el comunismo en Latin América hasta llegar a mandar a soldados cubanos a pelear en otros continentes. Fueron las malignas y caducas teorías comunistas que llevó a nuestra Cuba a la ruina y no el afamado “bloqueo americano” con que el todavía el régimen se defiende para excusar el deplorable e irreversible estado de la Cuba de hoy. Los hermanos Castro y su pandilla de delincuentes volcaron a nuestra Isla en las tinieblas de la represión, los presidios, el éxodo masivo de un pueblo y hasta la amenaza de una guerra mundial, al aceptar que armas atómicas fueran instaladas en nuestra isla ... y Ud. le manda ahora una misiva muy cortés a Raúl Castro, después, según Ud, de haber hecho un esfuerzo similar hace 15 años con el siniestro Fidel Castro, aparentemente sin respuesta. De alguna manera admiro su pasiva ( por no decir risible), insistencia. Le aconsejo que no espere otros quince años para enviar otra misiva a algún hijo de Fidel, porque creo que la respuesta ya está escrita.
Algo así como ofrecerles a los Nazis en la destruida Alemania, después de la segunda Guerra Mundial que si cambiaran su política exterior y abrieran las puertas a aquellos que habían tildado de sub-humanos, todos los crímenes perpetrados serian olvidados. No, no es una comparación forzada; desde un principio los Estados Unidos han sido calificado con apelativos bestiales y a los propios cubanos perseguidos por el régimen feroz que optaron forzadamente de abandonar la Isla, fueron nombrados “gusanos”. No Padre, no pretendo estar inmersa en estudios eclesiástico, pero si he leído algo de los filósofos y gran parte de la historia de la humanidad y así no funcionan las interacciones humanas, ni ahora, ni en el tiempo de Hitler, ni en el tiempo de los Romanos.
Ud. habla de los jóvenes que ahora quieren abandonar a Cuba, y aunque hace una leve referencia al tema del estado de los derechos humanos, y las privaciones, etc. no enfatiza los miles de ahogados en frustradas travesías, a los masacrados en el remolcador, a los fusilados, a los que languidecieron en en las prisiones, a las miles de familias separadas y futuros truncados. Si, el mundo está cambiando, pero creo que Ud. está algo retrasado, porque el mundo ha estado cambiando hace ya muchas decenas de años. El racismo violento en los E.U. dio lugar a cambios radicales desde los años cincuentas, y la educación y las oportunidades han estado abiertas para todos por mucho tiempo; es más, el hecho de que un afro-americano ocupe el poder de la presidencia de los E.U. no es una anomalía, sino un hecho quizás histórico, pero inevitable dada la atmósfera social existente en los Estados Unidos. En la Unión Soviética todo también ha estado cambiando por decenas de años, y Ud. habla como si de repente estos cambios deben de ser ahora apreciados por los dos tiranos y que de alguna manera lógica o quizás milagrosa, ésto cambie la catástrofe que sus acciones han causado a nuestra isla y a los cubanos.
Sus palabras denotan no solamente una desasociación con la realidad o como dirían en Francia, una gran dosis de “naiveté”, pero es un insulto a todos los cubanos. Sí, a todos los cubanos que de una manera u otra hemos sufrido y hemos presenciado la destrucción de lo que se conocía como “la Perla de las Antillas. No Padre, una carta al ahora Dictador en cargo Raúl Castro, con el ansia de alguna mejora en Cuba es inadmisible. Referirse al asesino y gánster Fidel Castro Ruiz, el cual no solamente robó a Cuba de un futuro que hubiera podido ser esplendoroso y en el proceso se usurpó de grandes bienes monetarios, para que él y sus seguidores hijos y nietos tengan su futuro bien asegurado como uno de los hombres mas ricos del mundo; repito, referirise a él bajo el titulo de Ex-Presidente de Cuba, es una burla, y su misiva en general es una prueba mas de la amigable y condescendiente conducta que la Iglesia Católica ha mantenido con el régimen. Sus floreos literarios invocando la retorica de Miguel de Unamuno y la predicación de Francisco de Sales, son admirables, pero no para este tipo de personajes con los que estamos lidiando. Su alusión al mensaje de José Marti al Generalísimo Gómes “de que gobernar un país no es como gobernar a un campamento” y decir que esa frase es de alguna manera compatible con la realidad de hoy, es una ofensa a las implicaciones del Apóstol. Su vulgar referencia al chiste “no basta decir pa'lante, hay que saber pa'donde “ es ofensivo, cuando se trata de una materia que demanda gran respeto y un lenguaje elevado que denote la importancia histórica del futuro de un pueblo.
Perdone Honorable Padre mi franqueza, no soy nada mas una mujer madura que creo tener cierta visión y no tengo aguante cuando se trata de oír o leer algo referente a Cuba que me parece ofensivo y detrimente. Su carta a Raúl Castro me lo ha parecido así. Si, Ud. debe de escribir una carta abierta, pero no a los hermanos asesinos, sino al pueblo cubano, pidiendo que rompan sus cadenas, que destruyan a los que los tienen encadenados y demanden elecciones libres, que exijan vivir bajo las leyes de los países civilizados, donde las oportunidades a progresar, la libertad de expresión, y el derecho a escoger a los dirigentes en libres elecciones están garantizados. Y no espere otros quince años para hacerlo. El sacerdocio en general debería he hacerlo diariamente desde el púlpito, donde la justicia se justifica bajo el amparo del Todo Poderoso
Debe de hacerse sin odio, pero con vergüenza y justicia . Esa es la única carta admisible , una que implica cierta violencia quizás, pero tales acciones tienen grandes precedentes históricos, uno de los mas destacados, recordaremos cuando Jesús Cristo atacó a los que desecraban el templo con sus actividades comerciales e impúdicas y sin muchos titubeos les gritó y los echó en bandadas , diciéndoles que ellos no tenían cabida en la casa de Dios. Así mismo, Los Castros y su camarilla no tienen cabida en un gobierno que devuelva la dignidad a los cubanos y trate de reconstruir a la isla que aún herida y sangrante, todos los cubanos de bien, amamos.
Sinceramente,
Ada de los Angeles Bezos Castilla
adabezos@hotmail.com
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