lunes, 5 de julio de 2010

EL PADRE CONRADO: CURA-DIPLOMATICO O "CHICHARON".

Padre José Conrado optimista con el diálogo Iglesia-Gobierno en Cuba

jcchavez@elnuevoherald.com

El sacerdote José Conrado Rodríguez, una de las figuras católicas más críticas del gobierno cubano, dijo que el diálogo entre el gobernante Raúl Castro y la jerarquía de la Iglesia arroja una esperanza sobre las condiciones de los presos políticos.

"No quiero adelantarme a los resultados, pero sí, ciertamente quiero expresar mi alegría y cauta esperanza de que todo este esfuerzo logre que, el fin que se presenta, se concrete'', afirmó Conrado el viernes a El Nuevo Herald.

Conrado, de 58 años y párroco de la Iglesia de Santa Teresita del Niño Jesús, en Santiago de Cuba, recibió el sábado el Premio Geremek en la ciudad polaca de Cracovia. El prestigioso galardón es otorgado por la sociedad civil y el Ministerio de Relaciones Exteriores de Polonia a personalidades que se destacan por su compromiso con la paz y la participación ciudadana.

Conrado también saludó la iniciativa del ministro español de Relaciones Exteriores, Miguel Angel Moratinos, quien llegará a Cuba el lunes para abogar por los prisioneros de conciencia, y encontrar nuevas vías de solución a la crisis de los derechos humanos en la isla.

"Me parece bien y me alegra. Los problemas éticos que vinculan las necesidades de los seres humanos son responsabilidad de todos'', afirmó Conrado. "No hay problema que no sea internacional cuando se toca el tema de los derechos humanos y la solución de los problemas que afectan a las personas''.

La Iglesia Católica y el gobierno cubano iniciaron un diálogo el 19 de mayo cuando Raúl Castro se reunió con el cardenal Jaime Ortega Alamino, arzobispo de la Arquidiócesis de La Habana, y el presidente de la Conferencia de Obispos Católicos de Cuba, monseñor Dionisio García, arzobispo de Santiago de Cuba, para tratar el tema de los presos políticos.

Como resultado de los encuentros, 12 prisioneros han sido trasladados a cárceles cercanas a sus lugares de origen y fue liberado Ariel Sigler Amaya, que está parapléjico y confinado a una silla de ruedas.

"La Iglesia está en la más seria y firme actitud de ayudar'', indicó Conrado.

En febrero del 2009 Conrado envió una carta abierta a Castro para reclamar cambios que pusieran fin a la grave situación de la isla. En septiembre de 1994 igualmente se dirigió al entonces gobernante Fidel Castro pidiendo espacios de discusión y la celebración de un referendo electoral.

Conrado comentó que espera que el diálogo que ahora fluye al más alto nivel sobre los presos genere más excarcelaciones.

"Rezo mucho para que esta situación encuentre una salida que sea para bien de todos'', subrayó. "No podemos pasar de largo esa realidad. La Iglesia apoya a las familias y ha dado apoyo a los prisioneros en la medida en que se han ido abriendo las posibilidades de visitarlos y acompañarlos espiritualmente''.

Sin embargo, muchos disidentes en la isla consideran que los frutos de este diálogo deben verse con mayor abundancia y rapidez. A su vez, critican que la disidencia no haya sido incluida en las negociaciones.

El 17 de junio, el disidente Oswaldo Payá, coordinador del Movimiento Cristiano de Liberación, insistió en un comunicado titulado Transparencia para Cuba en que la oposición merece ser escuchada y que, a pesar de que el catolicismo cubano ha madurado en circunstancias de pobreza y persecución, "nadie debe pretender ser actor político desde la Iglesia''.

Conrado rechazó los argumentos que apuntan a que la Iglesia no ha sido incluyente en este acercamiento, al tiempo que señaló que "los espacios no sólo están, sino se hacen''. Agregó que había que ser pacientes considerando que se está iniciando algo ‘‘donde antes no existía nada''.

"La Iglesia está propiciando entendimiento e iniciando un proceso. No es fácil en una situación como la de Cuba, donde no existe el reconocimiento oficial a estas organizaciones y grupos intermedios'', puntualizó. "La Iglesia está conciente de que no es la única que va a dialogar porque eso sería suplantar al verdadero protagonista que tiene que ser el pueblo''.

Conrado aseveró que los problemas que enfrenta Cuba deben ser abordados y resueltos ‘‘de acuerdo a los niveles de competencia que cada cual pueda aportar y ofrecer''.

"El Estado no lo va a resolver todo porque evidentemente no puede y queda sobredimensionado'', señaló. "Y al final, acaba por no resolver nada''.

También dijo que decidió apoyar la carta que recientemente envió un grupo de 74 disidentes cubanos al Congreso de Estados Unidos solicitando la liberación de los viajes de los ciudadanos estadounidenses a la isla y la flexibilización del embargo.

La carta indicaba que un giro en la política exterior estadounidense aceleraría una transición y sensibilizaría a la opinión pública sobre la necesidad de cambios.

"Más que una manifestación puntual y concreta era una forma de decir que todo aquello que abra o ayude a la participación, a las personas y al derecho internacional, debe ser apoyado'', precisó Conrado.

El reclamo no dejó de causar polémica. Cientos de disidentes y ex presos políticos pidieron inmediatamente a Washington que mantuvieran las restricciones, señalando que una apertura sólo beneficiaría a la elite gobernante.

Añadió Conrado que en estos momentos de dificultades el objetivo supremo es apoyar situaciones que beneficien a la mayoría para superar la crisis económica y las carencias diarias.

"No podemos renunciar a esa responsabilidad'', dijo.

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