El Papa Benedicto XVI aceptó la solicitud hecha por el gobierno venezolano para que recibiera durante su visita pastoral a Cuba al presidente Hugo Chávez.  Éste se encuentra en la isla para la tercera etapa de su tratamiento, de radioterapia y quimioterapia, tras habérsele descubierto una extensión de su cáncer originario el pasado mes de febrero en la revisión médica -que estaba contemplada al haber transcurrido ocho meses de su primera operación- en el Centro de Investigaciones Médico Quirúrgicas de la capital cubana.

Desde que se planteó la segunda  visita de un Papa -.la primera fue la de Su Santidad Juan Pablo II  en 1998- a la antilla gobernada desde 1959 por Fidel y Raúl Castro se habló de ésta posibilidad debido a la cercanía que con los hermanos Castro tiene el presidente venezolano. Venezuela ha sido desde 1999 el principal contribuyente en apoyo a la economía cubana y la interdependencia de los dos países cada día ha sido mayor tras 14 años de mutuo intercambio. Venezuela paga con petróleo el servicio de médicos, entrenadores deportivos, asesores militares  y supervisores políticos en distintas instancias del gobierno venezolano.
Chávez  se encuentra en una fase de creencias religiosas y espirituales tan distintas que van desde la santería y los ritos africanos hasta taumaturgos e iluminados cristianos o milagreros pasando por “el silbón” y el Espíritu de la Sabana. Igualmente, desde julio de 2011 cuando regresó a Venezuela tras sus dos primeras operaciones, el mandatario ha hecho periplos por distintos santuarios venezolanos como el de la Virgen de Coromoto y el del Santo Cristo de la Grita entre otros dándole gracias a Dios por “estar curado”.
La sorpresa que se llevó con el descubrimiento de una extensión de su cáncer original ha sido muy dura tanto para el militar como para su familia y  para todos quienes ven en su liderazgo la permanencia del proyecto socialista del Siglo XXI.

La idea original de solicitar una reunión privada con el Sumo Pontífice surgió apenas se supo de la posibilidad de que el venezolano estuviera en La Habana durante su nuevo tratamiento con radio y quimioterapias.

No estando seguros en el gobierno cubano en cuanto a cómo manejar la situación diplomática -no religiosa claro está- el gobierno venezolano, más bien la Casa Presidencial, se tomó el asunto en sus manos y se decidieron mandar,  secretamente, un enviado de alta confianza del Comandante Presidente a Guanajuato para que con los funcionarios del Vaticano más cercanos al Papa se pudiera abrir una agenda, así fuera de un cuarto de hora, para intercambiar un saludo y la Bendición Apostólica al enfermo presidente.
Por supuesto que debido a la tensión entre el mandatario y los obispos venezolanos no se realizó ninguna diligencia en ese sentido. No sabemos si la Nunciatura Apostólica fue informada con anterioridad.
En la reunión con el presidente Raúl Castro, Benedicto XVI estará acompañado por el secretario de Estado del Vaticano, el cardenal Tarcisio Bertone quien probablemente se añada a la cita privada con el militar mandatario de Venezuela.
Hasta anoche no se había determinado el sitio de la reunión pero en la madrugada de hoy pude contactar a mis fuentes, tanto  mexicanas y cubanas como de la Curia Vaticana, quienes me indicaron que tendría que ser en el Palacio de la Revolución de La Habana. Allí está previsto que el Santo Padre haga la visita de cortesía al Presidente del Consejo de Estado y del Consejo de Ministros de la República de Cuba en horas de la tarde y se aprovecharía para en un aparte conversar Chávez con Benedicto XVI.
El encuentro será estrictamente privado, sin cobertura mediática, y los únicos que estarán presentes, además del Papa y Chávez, podrían ser los Castro y las hijas del venezolano.
Ni familia adicional ni funcionarios venezolanos podrán estar en la cita que costó mucho conseguirse. En Cuba no estará presente ningún representante del Episcopado Venezolano.
El viaje sabatino del paciente se hizo sin ningún ministro pues hasta el Canciller Nicolás Maduro se quedó en Maiquetía.

Este es el programa de Su Santidad Benedicto XVI entre el lunes 25 de marzo cuando sale de México  a Cuba hasta su salida hacia Roma: