Onell Diaz,
cubano exiliado, patriarca de una numerosa y bella familia
da su opinión sobre la presencia del Papa Benedicto XVI en Cuba.
Foto Villagranadillo
Josefa, la esposa de Onell, con sus nietos Gabriela y Elías.
Foto Villagranadillo
REACCION
DE UN CUBANO EXILIADO
SOBRE
EL ENCUENTRO DE FIDEL CASTRO
CON
EL PAPA BENEDICTO XVI EN CUBA
Por
Onell Diaz
Cuando
Cristo iba a ser crucificado rezó: “Padre, perdónalos,
no
saben lo que hacen”.
Hoy,
ante la indiferencia del máximo lider de la iglesia católica
sobre
los más de cincuenta años de fusilamientos, separación
de
la familia, encarcelamientos y falta de derechos humanos,
tengo
que decir: “Padre, perdónale, no sabe lo que hace”.
Cómo
es posible que el “Santo Padre” premie, entregándole
medallas,
al sicario que proclamó el ateísmo, fusiló jóvenes
católicos
que gritaban ¡VIVA CRISTO REY! antes de que las balas
asesinas
aniquilaran sus vidas, al envío al exilio a todos los
sacerdotes
cerrando así las iglesias, al que clausuró todos los colegios donde
se impartía la religión católica.
Soy
Cristiano católico y lo seguiré siendo hasta que el Padre me llame
a mi juicio final, pero si estos eclesiásticos son los que van a
estar en la Gloria, entonces yo proclamaré lo que el Cacique Hatuey
gritó antes
de
ser inmolado en la hoguera: “Que me manden al Infierno”.
Onell
Diaz
20
de marzo del 2012
Miami
-USA
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