viernes, 30 de marzo de 2012

REACCION DE UN CUBANO EXILIADO SOBRE EL ENCUENTRO DE FIDEL CASTRO CON EL PAPA BENEDICTO XVI EN CUBA



Onell Diaz,
 cubano exiliado, patriarca de una numerosa y bella familia
da su opinión sobre la presencia del Papa Benedicto XVI en Cuba.
Foto Villagranadillo


Josefa, la esposa de Onell, con sus nietos Gabriela y Elías.
Foto Villagranadillo

REACCION DE UN CUBANO EXILIADO
SOBRE EL ENCUENTRO DE FIDEL CASTRO
CON EL PAPA BENEDICTO XVI EN CUBA

Por Onell Diaz

Cuando Cristo iba a ser crucificado rezó: “Padre, perdónalos,
no saben lo que hacen”.

Hoy, ante la indiferencia del máximo lider de la iglesia católica
sobre los más de cincuenta años de fusilamientos, separación
de la familia, encarcelamientos y falta de derechos humanos,
tengo que decir: “Padre, perdónale, no sabe lo que hace”.

Cómo es posible que el “Santo Padre” premie, entregándole
medallas, al sicario que proclamó el ateísmo, fusiló jóvenes
católicos que gritaban ¡VIVA CRISTO REY! antes de que las balas
asesinas aniquilaran sus vidas, al envío al exilio a todos los
sacerdotes cerrando así las iglesias, al que clausuró todos los colegios donde se impartía la religión católica.

Soy Cristiano católico y lo seguiré siendo hasta que el Padre me llame a mi juicio final, pero si estos eclesiásticos son los que van a estar en la Gloria, entonces yo proclamaré lo que el Cacique Hatuey gritó antes
de ser inmolado en la hoguera: “Que me manden al Infierno”.

Onell Diaz
20 de marzo del 2012
Miami -USA

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