lunes, 25 de junio de 2012

A 54 AÑOS DE DISTANCIA QUE RAUL CASTRO SECUESTRO A 29 MARINES Y SAILORS EN GUANTANAMO UN 28 DE JUNIO DE 1958


SECUESTRO DE MARINES POR RAUL CASTRO (28 DE JUNIO DE 1958).


A LA DISTANCIA DE 54 AÑOS.



Junio 28 de 1958.

Curva “La Sombrilla”en la carretera que va hacia la Base Naval Americana en en la Bahía de Guantánamo.


Por Manuel Prieres


Aquella tarde del 28 de junio de 1958 el viejo omnibus Leysland marchaba a gran velocidad por la excelente carretera de dos vías que une a la ciudad de Guantánamo con la Base Naval norteamericana. En su interior agobiaban al chofer cubano, con su algazara, 18 sailors y 11 marines.Los marines americanos, como era la costumbre de muchos años, r egresaban a la instalación militar estadounidense (en territorio cubano) después de pasar dilapidando sus pagas en Guantánamo a solo 16 millas de distancia. Así las cosas el vehículo atestado de pasajeros uniformados y gritones llegaba al entronque harto conocido como “La Sombrilla” (una especie de bifurcación) donde se tenía que aminorar la marcha de todas formas siempre.


La Captura


----“¡Alto, en nombre del Segundo Frente Frank País! ¡Libertad o Muerte!”.Era una docena de guerrilleros salidos abruptamente a ambos lados de la carretera, se detenían s obre el asfalto, y apuntaban con sus armas en forma resuelta hacia el omnibus que se veía obligado a detener la marcha.


Dos rebeldes (uno lampiño y largas melenas; y el otro, barbudo: capitán José Quintín Sandino) se adelantaban y golpeaban fuertemente la puerta del omnibus conminando al chofer a que la abriera. Sendas ametralladorasThompson en sus manos. El Mau Mau que llevaba la voz cantante era el jefe de la “C olumna Suicida” capitán Sandino, quien solo atinaba a preguntar: “ ¿Dónde está el cabo Márquez?”.Los rebeldes buscaban al joven marine puertoriqueño Alberto Márquez, quien era novio de una chica guantanamera, y el único que hablaba español entre el grupo de marines. Efectivamente. El cabo Márquez iba entre ellos, quien levantó su mano identificándose. Sandino (el cabecilla guerrillero raulista) le ordenó que le sirviera de intérprete, siendo la primera orden que “todos los marines se reconcentraran al fondo del omnibus, y si se portaban bien nada les iba a pasar”.


Prisionero de los guerrilleros raulistas.Márquez narra sus experiencias como prisionero de los guerrilleros de Raúl Castro:“…ordenaron al chofer de la guagua que iniciara la marcha por la carretera hacia la playa de “Yateritas”. Estábamos todos desarmados. Solamente dos Patroles (MP) llevaban sus clubs. Al poco tiempo de viajar por la carretera, el capitán Sandino nos ordenó que nos tirásemos al pis o del omnibus, porque de inmediato sacaron los cañones de sus armas por las ventanillas e hicieron fuego graneado contra un cuartelillo al lado de la carretera. Los soldados fueron cogidos por sorpresa y prácticamente no atinaron a responder al fuego de los guerrilleros”.


“Horas después Sandino ordenó al chofer que dejara la carretera y se internase por un angosto camino vecinal. Era temporada de lluvias, y el fango pastoso y rojizo se pegaba a las ruedas y carrocería del omnibus. El vehículo roncando y dando tumbos solo pudo avanzar una media hora más, hasta que quedó atascado hasta el eje. Los guerrilleros determinaron, entonces, empujar el omnibus por un derriscadero abajo. A partir de ese momento continuamos la marcha a pie, de dos en fondo, y estrechamente vigilados. La marcha duraría tres días y tres noches, hasta que llegamos a lo que se nos dijo era la loma de “Las Coloradas” –según ellos- a 40 kilómetros de la Base Naval USA Americana en la Bahía d e Guantánamo”.


“En aquel campamento rebelde ingerimos alimentos por primera vez: “Café y Pan”. Allí nos esperaban los jefes guerrilleros: el comandante “Anibal” (Belarmino Castilla Mas) y el capitán Manuel Fajardo. La lluvia no cesaba. Al día siguiente iniciamos la marcha montados en unas ZAPAS hasta que llegamos tiempo después a Puriales de Cajuerí (Campamento principal de los rebeldes). Y por primera y última vez se nos explicó el porqué de nuestra captura. Según ellos, porque los aviones de Batista se abastecían de gasolina y parque en la propia Base Naval USA en Guantánamo”.


Los 19 marines pasan el “4 de Julio” prisioneros en Territorio Mau Mau.


“En Puriales de Cajuerí fuimos ubicados en el único hotel del pueblo –dice el marine Márquez-. Pero los 29 no cabíamos en él; y entonces a muchos nos repartieron por algunas viviendas del caserío. Allí, por primera vez, pudimos asearnos, afeitarnos y hacer una comida fuerte después de varios días prácticamente de ay uno. También nos s uministraron unas cajitas de primeros auxilios de la Cruz Roja. En honor a la verdad, después de días llenos de confusion, tension y zozobra, mis compañeros y yo nos fuimos calmando, en parte debido a que también los guerrilleros suavizaron su inicial trato hostil hacia nosotros. Al extremo que el 4 de Julio nos sorprendieron con cervezas marca Cristal, y hasta se nos dijo que había una res amarrada en un corral cercano para nosotros si éramos capaces de sacrificarla. El marine Worreld fue quien le dio el puntillazo a la vaca. Ocurriéndosele,además, rociar con una bom ba de flit insecticida los Cuartos colgados de la res, y evitat así que las moscas acelerasen el proceso de descomposición. Al río Toa nos llevaban periódicamente a bañarnos en las cristalinas aguas del río que demarca el territorio de Baracoa. A propósito: cuando nos llevaban a bañarnos al Toa, lo hacíamos totalmente desnudos; y en una ocasion que algunas campesinas nos vieron y comenzaron a gritar, los Mau Mau que no s escoltaban sacaron sus armas, las rastrillaron, mientras nosotros avanzábamos hacia ellos para confrontarlos. Nos estábamos cansando de aquella vida de secuestrados.”


“Pero un día –sigue narrando el marine Márquez- nos llevaron a presenciar el fusilamiento de dos “asaltadores de caminos” –según la version de los rebeldes-. Asistir a aquel espectáculo del fusilamiento, a pesar de que éramos militares, nos enfermó. Y de inmediato decidimos forzar la situación nuestra, ya que no podíamos permanecer así indefinidamente. Por tal razón comisionamos al marine R eyes (de Tampa) para que junto a otro compañero intentasen escapar y llegar a la Base Naval USA. Se escaparon, pero al poco tiempo descubiertos en las intrincadas y desconocidas lomas y capturados. A partir del incidente fuimos encerrados en unos corrales cercados con alambradas…y la amenaza de “pasarnos por las armas si lo repetíamos”, nos lo recordaban a cada rato.


“Una mañana llegaron unos funcionarios de nues tro gobierno provenientes del Consulado Americano de Santiago de Cuba, les acompañaba el guantanamero Paví Jimenez. También llegó Raúl Castro acompañado de un nutrido séquito de barbudos y melenudos. Nunca se dignó a reunirse con nosotros. Por la tarde unos guerrilleros colocaron unas sábanas blancas sobre la tierra del batey; y, al rato, para sorpresa nuestra, descendía un helicóptero de la Navy. Se hablaba insistentemente que una crisis creada en el Medio Oriente por el presidente de Egipto Gamal Abdel Nasser (lo que se llamó después la “Crisis del Canal de Suez”) envolvía a los americanos en el conflicto y Raúl Castro, así las cosas, decidió evacuarnos lo antes posible. De manera que el 29 de Julio de 1958 –observa el marine Márquez-, con mi uniforme limpio y planchado que me devolvían mis captores, me subían a un helicóptero militar para irme de vuelta a casa: había pasado yo 32 días como prisionero de Raúl Castro Ruz."


"Singular episodio éste con el que se dará inicio a la era del secuestro politico como instrumento publicitario, propagandístico y coercitivo. En la lomas aledañas a la region de Guantánamo se gestó un pavoroso experimento que más se regaría por el mundo."


Era la primera trastada que Raúl Castro Ruz le profería a los americanos. Después vendrían muchas más.





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