martes, 9 de agosto de 2016

HOLA ESPAÑA 1971

viernes, 20 de abril de 2012

HOLA ESPAÑA 1971



Pasaje de Iberia para que la familia Prieres -Matias, Isolina y Manuel- viajasen a España - Julio 1971 desde La Habana Cuba.


UNA PUNTUALIZACION OPORTUNA: ESTE ENSAYO LO ESCRIBI EN MADRID-1973. LO PUBLIQUE EN LA REVISTA “IDEAL” YA EN MIAMI EN 1974. LO VUELVO A PUBLICAR EN MI BLOG VILLAGRANADILLO Y EN MI FACE BOOK AHORA CON LA INTENCION MUY HUMILDE PERO MIA DE LA EXPERIENCIA QUE VIVIMOS ALREDEDOR DE 25,000 EXILIADOS CUBANOS AFINCADOS EN ESPAÑA -EN SU MAYORIA EN MADRID- A PRINCIPIO DE LOS 1970s.

CON LA ESPERANZA QUE PUDIERA SERVIR DE REFERENCIA A ESOS CUBANOS EXILIADOS QUE HOY SE ENCUENTRAN EN ESPAÑA DE SU EXPERIENCIA CON LA NUESTRA TENIENDOSE COMO INTERLUDIO 40 AÑOS.

MANUEL PRIERES

Sentado a la orilla de mi criollo origen,
y agobiado por tanta confusión,
opto por mirar en las tranquilas aguas del mar,
la imagen de mi IBERO-ABORIGEN naturaleza.

Decido viajar.
Lo logro.
Llego a los TOROS DE GUISANDO;
y al beber en el derruído manantial de lo pasado,
diviso en toda su magnitud
la añorada península...la necesaria tierra.”

¡ELLA,LA INTERPRETACION DE MIS SUEÑOS!

¡ELLA, MI NECESARIO AMANECER!


-1-
HOLA ESPAÑA”

Para el cubano que ha dejado CUBA horas atrás, notar que el avión a reacción desciende, será señal para conocer la aproximación de la nueva tierra. ¡Se ha cruzado el Atlántico! -cierto es- pero el tiempo ha parecido muy corto. Por las ventanillas del Jet, ya no se divisa el azul del mar o la impenetrabilidad de la noche acelerada por la diferencia de hora, , sino todo lo contrario: “Una inmensa extención como alfombrada de color ocre y cruzada por millares de pequeños surcos... que van desde el blanco mate hasta el verde oscuro”.

Es la cansada tierra de Castilla, abajo.

Barajas:
    Aeropuerto Internacional. No tan imponente como el Kennedy, pero sí todo actividad. Los recién llegados, del avión pasarán a unos micro-buses, subirán y descenderán por unas relucientes escalerrillas eléctricas, aguardarán les revisen los pasaportes. Y, por último, bajarán a un gran Hall en los bajos del aeropuerto. También, al igual que Rancho Boyeros, habrá una “Pescera” de gruesos cristales que separará -temporalmente- al que llega de los que han ido a recibir. Todo un espectáculo: “Brazos que se agitan, haciéndole difícil el trabajo a los policías; sonrisas nerviosas: cortadas y emocionadas; lágrimas...”

BARAJAS: A través de los años, ha sido testigo directo de emocionantes y patéticas -a veces- escenas producidas por los exiliados cubanos que llegan con su drama al hombro. Tan cierto es, que las disciplinadas fuerzas de seguridad del aeropuerto irán sensibilizándose más y más ante el fenómeno, llegando a considerar el semanal “encuentro” entre exiliados como algo rutinario y familiar. Y es que la “estridencia”, la “indisciplina” de estos hombres, mujeres y niños que aguardan, obedece a un solo hermoso y solidario propósito: “Tenderle una mano al compatriota...familiar o amigo que llega de la Isla”.

--Familia: les tenemos un taxi. ¡No vayan a coger los de color negro! No tienen taxímetro, sólo paraturistas desconocedores.

Madrid se irá en automóviles particulares, taxis o micro-buses del aeropuerto. Si se tomare en Barajas un taxi, entenderemos cuan institución resultan los taxistas españoles: Locuaces elevado alcubo, que hacen cortas las distancias con sus constantes discursos... y cuando algunos intentasen justificar al “barbas” (Castro), el cubano -recien estrenado como exiliado- contrarrestará con fuerza y pasión los “puntos” de su interlocutor.

La amplia carretera que lleva a Madrid es alegre. Poblada por cientos... miles de árboles bien atendidos. Areas verdes, aun en invierno. Nuevos edificios de audaces líneas que adornan elpaisaje. Y hasta un enorme cartel anunciando: TABACOS CUBANOS, que recordará al cubano que llega su procedencia.

Por último, un gran enjambre de pequeños autos que les dicen: “coches”, todos en apretada carrera hacia la ciudad. Multitud de “coches” que producirán la primera gran impresión del cubano recien llegado máxime cuando posiblemente en días atrás -en Cuba- podía cruzar el malecón habanero sin temor a ser arrollado (Gracias a la “Planificación” socialista de Castro).


!MADRID, CIUDAD ETERNA!

El Exiliado cubano Manuel Prieres como tocando a las puertas de la REAL ACADEMIA ESPAÑOLA en Madrid- 1972

El que llega a tí será deslumbrado por la luz de tus calles, o por el exótico contraste de tus monumentos: brillantez y penumbra, todo arte. ¡Madrid, ciudad única! Unica por tu Cibeles; por tus castañas asadas envueltas en papel periódico.

Acosado por el recuerdo del castro comunismo, el cubano emigrado entrará a la ciudad del Oso y el Madroño por las innumerables entradas que a ella llevan. Probablemente, por la Avenida de América, bajando toda la Calle Serrano hacia el Madrid Viejo, el de Los Austrias. Una ruta que se hará familiar con el tiempo. La Calle de Serrano: símbolo del espíritu...gusto y desenfado de tan añeja burguesía madrileña. Con las alegres... refrescantes... y costosas “boutiques” :las cuales, emularán en “clase” con connotadas y prestigiosas firmas parisienses. Con la Embajada norteamericana. Con el gris y monárquico edificio del matutino más importante de Madrid: ABC. ¡Todo... y mucho más, en la señorial Serrano! Como, también, el original y popular Museo al Aire Libre en los bajos del Escalestric de Juan Bravo; donde un artista español: escultor él -Chillida, de nombre- quiso erigir un monumento a “La Lucha del hombre por conservar el equilibrio con el espacio”, colgando, pues, pesado y abstracto bloque de concreto en los soportes mismos del paso elevado. (No pudo ver realizado sus sueños, pues el sentido común de las autoridades Municipales considerarón como bastante peligrosa esta manifestación de arte monolítico).

Para el cubano recién llegado, pasar bajo el Arco del Triunfo de la puerta de Alcalá, producirá reacciones imprevisibles; pero una de ellas podría ser una pregunta:

--¿ Y esos impactos que se ven en la estructura del Arco, son de cuando la Guerra Civil? – preguntará el cubano acabado de llegar.

--¡No, fueron las baterías de Napoleón cuando pretendió someternos!--aclarará algún nativo español.


II – LA NUEVA VIDA

De Navacerrada baja un cortante y glacial brisote hacia el interminable páramo donde se erige Madrid. Las corrientes frías baten con fuerza los barrios de Quintana y Ventas, situados al norte de la ciudad.

Los cubanos recién llegados, se familiarizarán rápidamente con este suburbio madrileño densamente poblado por compatriotas. Ventas, será la más poblada de exiliados; después vendrán unas barriadas al Sur llamadas “Los Carabancheles” donde se conseguirán pisos más baratos. Así como en el centro, en el Madrid Antiguo, las vetustas pensiones y hostales alojarán también a centenares de familias cubanas. VENTAS Y CARABANCHELES, en el pasado, no eran otra cosa que diminutos pueblos satélites a la capital, pero la expansión metropolitana resultará tan acentuada y constante que acabará por absorberlos. En las VENTAS, por ejemplo, nos encontraremos una población totalmente heterogénea aunque su mayoría esté compuesta por “Isidros” y “Paletos”. Estos provincianos, atraídos por el impresionante despegue de la capital de España a partir de los años sesenta, decidirán sacrificar una existencia monótona, localista y apacible de la aldea por
otra más movida y consumista. También, por otra parte, las generaciones jóvenes buscarán la “aventura” que les proporciona la gran urbe.

En el sur, en LOS CARABANCHELES, además de “Isidros” y “Paletos” hallaremos también numerosas y disgregadas comunidades de gitanos: pícaros...independientes....”bailaores”, pero pacíficos; muy diferentes a los quinquis: semi-nómadas...educados en el machista culto de la violencia como “lenguaje” y rechazando todo lo que no fuere su propio pueblo. De este grupo étnico surgirá “El Lute”: romántico y legendario bandolero español, a quien la Benemérita (Guardia Civil) capturó recientemente en tierras andaluzas.

En 1972, llegarán a acumularse en España unos veinte y cinco mil exiliados cubanos, de tránsito hacia EE. UU. ¡Los criollos invaden el burocrático y turístico Madrid moderno! Y para hacernos una idea real de penetración, diremos que en 1971: “Un cubano paseando por las calles de Madrid resultará algo tan natural como un “sobrinín” desembarcando por el muelle de (Luz-Habana) a principio de siglo”. Y es que en ambos casos históricos, la fórmula será la misma: “Oferta de indiosincracia por un lado, y tenaz defensa de lo traído de ultramar, por otro”. La historia se repite.

Y, evidentemente, si a principio de siglo -en Cuba- se disfrutaba con los malabares del español al aclimatarse; hoy -en Madrid- los oriundos celebrarán con cierta sorna al ver a los cubanos viajando bajo tierra en algo llamado: Metro... acostubrándose al “cortao” de las cafeterías... o intentando comer “Pipas”.

Desde Cuba castrista, pensar en la posibilidad de conseguir trabajo al llegar a España, resultará ya un interrogante. Sin embargo, “Dios aprieta pero no ahoga”; y en la Madre Patria el cubano que luche logrará trabajar, aunque cierto es tambien que no será para resolver el problema económico en su totalidad.

El Exiliado, en Madrid, trabajará lo mismo en la “Construcción” que de “Portero” en las discotecas; “Acomodador” en los cines de la Gran Vía; de “Pinche”, “Lavaplatos” y “Mozo” en hoteles, restaurantes y cafeterías; en “Ventas”; en “Factorías”; en la “Pepsi Cola”, en el “Corte Inglés” y “Galerías Preciados”; de “Administrativo”, de “Portero Temporal” (especialmente en los meses estivales de Julio y Agosto), de “Cajera” en cafeterías, en la “Coral Figuraciones” del Teatro “La Zarzuela”, de “Ayudante de Enfermería”, en “Propaganda Comercial”, de “Mecánico” , “Técnico en TV”, de “Recogedor de la Basura” con su uniforme de Pana amarillo ganando más de trece mil pesetas al mes, etc. etc. Y -así- como interminable lista- todo un rosario más de ocupaciones, empleos y actividades a desempeñar.

Verdad que el cubano tiene fama de poco puntual y nada constante: cierto, pero también su iniciativa y sagacidad ha quedado demostrado en esta larga marcha de exiliados. En España no ha sido la excepción,y el desheredado por el castro comunismo pone a funcionar su intuitiva inteligencia para buscarse el pan de cada día -a su aire por supuesto-. Podemos asegurar que en un Madrid estival, si nos acercamos a los quioscos de helados diseminados por “Ventas”, “Los Carabancheles” y el “Centro” , los encontraremos atendidos por cubanos en su mayoría aunque el visitante forastero piense que son andaluces o canarios.

Así como, en invierno, se reservarán la venta de “Palomitas de maíz” y “Patatas
Fritas” en el Retiro, en las salidas de los Metros y en los portales de los comercios de Bravo Murillo y Puerta del Sol. ¡A la intemperie siempre!

Añadiremos que el cubano exiliado ha logrado incorporar al que fue el primitivo Magerit Moro cosmopolita y señorial Madrid su grano de arena. Si el español le ha dado a Madrid inteligencias como Quevedo, Lope de Vega y Velázquez, este cubano recien llegado le ha ofrecido la mágica fórmula de reproducir llaves de cerraduras por veinticinco pesetas -al minuto- y con gran precisión una veta no explotada.

Por eso, en las castizas calles de Alcalá, Bravo Murillo, Oporto, Usera, Arenal, Francisco Silvela, por la Universitaria Moncloa, por la Puerta del Sol, veremos perfectamente ubicados estos “sofisticados timbiriches” “Llaves al Minuto”, los cuales darán un nuevo sabor al paisaje urbano de Madrid.

Y qué decir del “Rastro” madrileño: símbolo exótico y abierto de unos “bajos fondos” a lo celtiberia show. Para nativos y turistas, el Rastro madrileño (que comienza en la Plaza Cascorro- honrando la famosa batalla librada en Cuba- bajando por Ribera de Curtidores hasta finalizar en Rondas) no es otra cosa que un inquieto y multitudinario monumento erigido a la picaresca zoco-árabe, llena de colorido, aventura y trastos viejos usados sepetecientas mil veces; sin embargo, para el cubanazo exiliado resultará otro excelente sitio donde ganarse la vida; no estrañándonos verlo fundido entre mercaderes marroquíes, negros africanos y hippies anglosajones y nipones, ofreciendo el cubano flores artificiales, sortijas, alianzas de plata, cinturones de cuero escelentes en su elaboración, cuchillitas de afeitar, etc.

CONTINUARA...
Concluye así La Primera Parte de “Hola España”.


Manuel Prieres con su pequeño recien nacido hijo Manuel Angel Prieres fotografiados en la Plaza de Castilla en Madrid-1974

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