CARTA DE ZAPATERO A FIDEL CASTRO
«Querido y admirado Presidente, mi Comandante:
El ministro de Asuntos Exteriores de mi Gobierno, Miguel
Ángel Moratinos, me da cuenta de su viaje oficial a Cuba y me informa de la
evolución favorable de la salud de Vuestra Excelencia. No sabe cómo lo celebro
porque mi generación se ha educado con la vista puesta en la Cuba comunista y
en la figura irrepetible de Fidel Castro, centinela de la libertad, caudillo
del Caribe por la gracia del destino histórico y comandantísimo de los
ejércitos de Tierra, Mar y Aire de la perla de las Antillas.
Las nuevas generaciones que viven en el hedonismo, no
tienen conciencia clara de lo que ha supuesto para el mundo la lucha de Vuestra
Excelencia por la libertad, por los Derechos Humanos y por la política social,
todo ello frente a la voracidad del Imperio, frente al incalificable bloqueo
impuesto por los Estados Unidos. A pesar de esa tropelía histórica, Cuba es
hoy, gracias a Vuestra Excelencia, un paraíso de libertad, una nación justa en
la que se respetan y acatan las leyes derivadas de la voluntad general
libremente expresada, con un pueblo libre y esperanzado que
disfruta de un alto nivel de vida, habiéndose sustituido en todas vuestras
ciudades el caduco signo de la cruz por el de la hoz y el martillo. El ministro
Moratinos se ha quedado en un pasmo ante el progreso y la dicha de la
ciudadanía cubana.
Ciertamente la depravación del turista extranjero ha
obligado al Gobierno de Vuestra Excelencia a mantener en las calles a las jineteras
pero la inmensa mayoría de la nueva generación vive feliz, encuadrada en ese
frente de juventudes admirable que es la organización de los pioneros.
Di instrucciones a mi ministro para que no abogara por los
llamados «presos políticos», que no son otra cosa que mercenarios al servicio
de una potencia extranjera, traidores a la patria o terroristas que pretenden
socavar los cimientos de la gloriosa Revolución, el régimen establecido por
Vuestra Excelencia, que es ejemplo en todo el mundo de respeto a los derechos
humanos y a las libertades. Sólo la falacia del ultraderechista Aznar pudo
llevar a la decadente Europa a la posición fascista de tomar medidas contra el
régimen de Vuestra Excelencia. Naturalmente yo he decidido
restablecer una relación privilegiada con el Gobierno democrático de Vuestra
Excelencia. También di instrucciones a mi ministro para que no atendiera a los
disidentes, ridículas minorías resentidas, incapaces de comprender la grandeza
de la Revolución que Vuestra Excelencia, patria o muerte, ha llevado a cabo.
Dentro de dos años, mi Comandante, se cumplirán los 50
años del acceso a la jefatura del Estado de Vuestra Excelencia. Me propongo
acudir a La Habana, en compañía de todo mi Gobierno para rendir a Vuestra
Excelencia el homenaje que todos los demócratas del mundo le debemos. Medio
siglo, 50 años, ganando una tras otra todas las elecciones ejemplarmente
democráticas que se han celebrado en vuestro país, hollado un día por aquella
España de infausta memoria, colonialista, católica e inquisitorial, es
acontecimiento sin precedentes.
Aprovecho esta carta, mi Comandante, para implorarle que
me conceda el alto honor de permitir que España se incorpore al eje
Castro-Chávez-Evo, que tiene en permanente tembladera a los Estados Unidos y a
su presidente fascista, el malhadado Bush.
En espera de sus gratas noticias, le reitero, mi
Comandante, mi deseo y el del pueblo español de su pronto restablecimiento y
quedo como siempre a la entera disposición de Vuestra Excelencia con mi
renovada admiración y mi deseo permanente de seguir recibiendo vuestras
enseñanzas”.
José
Luis Rodríguez Zapatero.
En Madrid, y en el Palacio de la Moncloa, a 7 de abril del
año 2007.
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