Suelo cubierto de tierra vieja
de ramas secas
de jorobadas y delgadas raices.
Suelo, que la persistente sombra de la
arboleda lo convierte en fango Prieto.
Zarzas y troncos caidos que casi
impiden el paso,
Corojo, siempre deseando ser Palma
Real,
pero imposible por su erizado cuerpo
de espinas,
Bejucos, que como lianas verticales,
forman gris barrera.
Las higueretas
Las malangas
Los cedros,
!Todos!
Pobladores verdaderos de ese mundo bucolico que me recibe siempre.
Ademas de las amarillas mariposas
que se posan sobre los matojos…
Ademas de las avispitas que se
ocultan ante mi curiosidad…
Ademas de las huidizas torcazas
que toman vuelo al oir mis pasos…
Ademas del señor viento
que se deshace ante la impenetrable muralla de savia y madera.
!No. No hay mejor refugio que la
soledad del bosque.
Libro de poemas Desheredados
@Manuel Prieres
Madrid 1972
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