YOTUEL: OYE MI CANTO DE SIRENA, EL MIO…
@Gisela Gonzalez Frannea
Patria y vida; tu canto de sirena no me dice nada y mucho menos me representa. No veo la relación entre nuestro apóstol Martí y George Washington, a menos que tu canto sea un grito de desesperación económica y nada más, una rendición al billete verde o quizá la protesta de que ahora el cambio, por enésima vez, de la moneda cubana, sea cosa de no aguantar más. Tu canto de sirena no me trasmite el dolor que mis familias sufrieron desde hace mucho más que sesenta y dos años de tiranía, porque yo no sé si tú sabes que ese gobierno que, según tú, ahora te oprime y te ahoga, llego al poder sin triunfar, sin ser puesto allí por el pueblo. Llego al poder a base de sangre de miles de cubanos y del terror más espantoso que pueblo latinoamericano hubiera sufrido hasta esa época, aunque supuestamente a ti te hayan engañado diciendo que todo este horror estuvo en manos de Batista. Los tiranos de la democracia no nacen, se hacen y eso paso en nuestro pueblo. Ese gobierno al que tú quieres que llegue tu canto, fabrico lo que hoy se conoce como la tiranía de Batista, a base de asesinatos, bombas indiscriminatorias que acabaron con la tranquilidad, la prosperidad, la fe y la unión de familias del cubano que finalmente se rindió ante el caos y la confusión y pidió paz y misericordia sin saber en qué clase de desgracia se estaba hundiendo. Cuba siempre tuvo su propio canto de sirena de romance y susurro de prosperidad que fue callado con mordaza de terror y odio un funesto día de diciembre del año 1956, cuando una decena de delincuentes filibusteros, ladrones y buenos para nada, desembarco en una pequeña playa del bello Oriente de la isla. Desde ese oscuro día, la vida del cubano se fue convirtiendo en lo que hoy es y que tu canto de sirena no alcanza a describir. Yo nací en la Cuba que muchos recuerdan, otros idealizan y otros, engañados, piensan que todavía existe. Yo nací en una Cuba donde se hablaba con decencia y con un español comprensible. Yo nací en una Cuba donde se respetaba y se veneraba la soberanía, la bandera y la nacionalidad. En mi escuela primaria estudiábamos una asignatura llamada “Moral y Cívica” que fue borrada del currículo oficial de enseñanza apenas llego el monstruo al poder, para hacer del cubano “el hombre nuevo”, un invento del che que quiso destruir la esencia del cubano mientras fusilaba a diestra y siniestra como queriendo borrar del universo aquella Cuba soberana. Ese mismo che despreciable que tu canto menciona con tal desparpajo, ensuciando el nombre, la memoria y la imagen de nuestro Apóstol José Martí, está fuera de lugar sobre todo tratándose de monedas. Aquella asignatura nos ensenaba a valernos por nosotros mismos respetando todas las normas de convivencias patriotas y civiles, que por supuesto son esenciales para la prosperidad de un pueblo sin tener que depender de una moneda extranjera ni la limosna de hermanos sacrificados en las afueras. Aquella asignatura fue reemplazada por el lema “seremos como el che” que los pequeños pioneros repiten como un juramento a la decadencia y la inmoralidad cívica. Tu canto de sirena no me dice nada, habla un idioma desconocido para mí, no me habla de las verdaderas necesidades de ese pueblo que deberían ser de prosperidad, trabajo, libertad para adquirir propiedad privada legítimamente, no prestada o robada, para ganarse la vida por sí mismos, para vivir dignamente sin tener que sobrevivir del sacrificio de otros hermanos. Tu canto habla del domino como metáfora para expresar el dolor de la carencia pero no asemeja el dolor de la perdida de cientos y cientos de vidas, desaparecidas por fusilamientos o dentro de mazmorras de cárceles, familias enteras desaparecidas en el mar, jóvenes cubanos tratando de escapar del infierno de las cárceles y el UMAP y a quienes se les negó el derecho de la educación, resultando muertos o mutilados por las minas asesinas que rodean la base naval de Guantánamo y los cientos de miles de abortos auspiciados por el gobierno asesino de los castro como medio de control de población. La metáfora del domino para describir el sufrimiento del pueblo cubano no alcanza a reflejar el sufrimiento de la separación de familias que no volvieron a verse en la vida. El juego de domino se considera un deporte nacional cubano, pero para en tiempos de ocio, como esparcimiento después de la dura jornada de trabajo. Un exilio de más de sesenta años no nos dio tiempo para el ocio a los cubanos fuera de la isla. Recobrar la libertad, salvar las generaciones más jóvenes, reconstruir la vida familiar, conservar la esencia cubana, elaborar una conducta digna y de prosperidad en agradecimiento a la nueva patria nos acaparo el tiempo y la energía y sin embargo no dejamos de pensar en la tierra que nos había visto nacer y que se nos fue arrebatada. Nunca olvidamos a los que quedaron atrás esperando por décadas un cambio que nunca se dio, así que tu canto no puede dirigirse a mí, puesto que mi sacrificio de vida no es para contribuir a seguir en el juego. Tu canto pide ayuda a gritos, pero la ayuda efímera del “resolver” que por décadas nosotros desde el exilio hemos patrocinado. Tu canto habla de patria, una patria que hay que restaurar, pero no dice ni promete como hacerlo ni llama a la unión del pueblo para tal encomienda. ¿En quién o como o cuando cae la responsabilidad de una restauración del país? No basta con alcanzar la libertad, la restauración no es cuestión de cantar y bailar, ni pintar, ni hacer poesía solamente. Los países que viven una economía estable y capaz de alimentar a sus ciudadanos han requerido de décadas de trabajo arduo y diario y en países de primer mundo se requiere un promedio de doce horas diarias de trabajo, a veces de pie frente a maquinarias industriales, mostradores en establecimientos de servicios a la población, etc., sin olvidar el trabajo duro del campo que alimenta la población con productos de su propia tierra y aun los más talentosos artistas han contribuido en estos trabajos como medio de subsistencia mientras llegaba el éxito. El hombre nuevo cubano, obra del che, no conoce esta forma de vida y vive de la prosperidad de los compatriotas que han emigrado a otros lares. ¿Entonces? ¿Estamos dispuestos a pagar el precio de lo que significa reconquistar patria y vida, patria y libertad? Tu canto de sirena no pide los medios para conseguir la prosperidad. La prosperidad y la libertad económica las da solamente el trabajo arduo de día a día. Tu canto habla de que llego el momento, de no aguantar más. ¡Se acabo!, ¡reza tu canto, Que se vayan!, es el grito y yo me pregunto; ¿que se vayan? ¿A dónde? Acá no caben más dictadores, ya estamos hartos de indeseables infiltrados entre nosotros, quédense con ellos y júzguenlos allá. Sus padres y sus abuelos los pusieron allí y ahora les toca a los herederos de la infamia solucionar la situación. La situación ahora es el resultado de una estúpida revolución frustrada que no cabe en este exilio digno y sacrificado y es la hora de que en nombre de aquellos que engañados se prestaron a la farsa, esta nueva generación, resuelva el problema del hambre y la miseria de la que ahora se quejan. Es comprensible que ahora la situación mundial de no poder subirse a los escenarios internacionales para conseguir las divisas que mantiene al gobierno en el poder haya cesado. Es de más sabido, que el arte nato del musico cubano ha venido trayendo al gobierno cubano en las últimas décadas, gran parte de las divisas que alimenta su dictadura. Lo único que tenía ese gobierno para subsistir ha sufrido un gran revés; el turismo, el intercambio cultural y las remesas de los cubanos en el extranjero, además de las mulas que subsanaban precariamente el sufrimiento y la necesidad del pueblo que debía ser responsabilidad del gobierno, como se había prometido. Ahora todas estas artimañas esclavas han sucumbido a la pandemia. Había que encontrar el medio de reemplazar este desastre. Surge Patria y Vida, una canción que según los entendidos es una obra de arte musical, con ritmo cadencioso, adaptable al ritmo internacional de moda e interpretado por magnificas voces, claro que sí, está muy bien hecha y se ha convertido en lo que en la industria de la música se conoce como “hit” aunque nunca se sabrá cuánto dinero le reportará a la dictadura cubana sin que el pueblo se beneficie en absoluto. Muy buen producto, pero de ahí a que se convierta en un himno a la libertad, habría que dejárselo al tiempo. Hace falta varios himnos de denuncia de la realidad cubana para que el mundo acabe de darse cuenta de la verdadera desgracia que se esconde detrás de un bonito canto de sirena y para que los cubanos dentro de la isla se convenzan de que su patria y su vida, están en sus propias manos.
NOTA: Gisela Gonzalez Frannea nacio en la ciudad de Guantanamo Cuba, discipula del Padre Pastor Gonzalez, se exilio en EE.UU. con su familia,
Escritora, periodista, acompaño a la gran Celia Cruz en una tournee a Mexico y fue una de las impulsoras en obtenerle a la Dama del !Azucar! una Estrella en la pasarela de los Artistas en Hollywood. En este excepcional halegato ella soberanamente lanza al mundo que “tambien tiene su Canto de Sirena”.(Manuel Prieres).
Fotos cortesia de Google y FB
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