Portada de Esteban Vallejo
LA
PARTIDA
@Manuel
Prieres
PADRE,
MADRE:
El
avión a reacción aguarda.
Unámonos
ya a la comitiva
que
por la pista descubierta de Rancho Boyeros
vá…
Unámonos
PADRE, MADRE.
Unámonos
para que no brote demasiado
las
lágrimas que están por brotar.
Unámonos,
ahora que dirigimos nuestros pasos
hacia
el gigantesco IBERIA con sus motores encendidos…
Volvamos
nuestras cabezas
!TODAS
LA VECES QUE PODAMOS!
No
debemos olvidar jamás que
entre
la compacta muchedumbre allá:
EN
LA TERRAZA DEL AEROPUERTO,
-entre
los allá reunidos- - sin que los podamos
ver-
se
encuentran los que nos quieren… los que nos
querrán
siempre.
Estarán
con un seco nudo en la garganta;
estarán
mordiéndose los labios con fuerza,
estarán
con sus rostros mojados por el ADIOS
definitivo…
No
sufras más PADRE.
No
sufras porque los últimos metros de suelo cubano
los
tienes que salvar en esta silla de ruedas.
No
sufras PADRE, porque llegaste tan joven –casi niño- a este país y te tienes que
marchar ahora ya anciano sin paz ni gloria. Recuerda. No olvides nunca,
que
MAMA y yo vamos contigo.
Mira
PADRE !no sufras! Mira cómo por entre los malvados se escapan miradas cariñosas
deseándono suerte, deseándonos una suerte que es la que necesitamos…
Ya
subimos por la escalinata necesaria.
Ya
la Madre Patria nos da la bienvenida con ibérico acento.
Ya
solo nos queda de Cubita: la bella,
su
recortada figura,
esa
imagen –esa- la que cabe por la ventanilla del D.C.
Se
mueve la nave que nos lleva,
comienza
entonces a desfilar un paisaje harto conocido:
es
una cada vez más rápida secuencia de la
tierra que queda,
de
la tierra que no comprende…
Ya
los aires de Occidente nos baten,
ya
un climatizado ambiente hace desaparecer nuestro calor de un julio abrazador,
ya
las musicales voces de bellas aeromozas calman nuestros frágiles nervios…
Y
un nuevo estilo, casi olvidado ya, comienza a llegarnos…
Rugen
las TOBERAS del Yet.
!Despega
el DOUGLAS!
…y
es cuando algo en nuestro interior… se desprende, algo de lo que solamente
nuestra conciencia es participe:
“LA PATRIA que nos dice adiós también,
un ADIOS que estremece, un ADIOS que
emociona”.
Bien
mis viejos…
descansen…
duerman tranquilos ahora,
nevegamos
ya sobre el ATLANTICO.
Tomado
del Libro de Poemas DESHEREDADOS de la autoría de Manuel Prieres publicado en 1976.
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