LA ROCKY ROSALBA OPINA DESDE EL BRASIL
Son estas ocasiones – cuando el castrismo manda a sus acólitos al corazón del exilio – que éste debe aprovechar para marcar su espíritu y su presencia, hacer valer sus puntos de vista, por más que le pese a una generación que quiere olvidar, que se encuentra en una dilución cada vez más fuerte en que el solvente (anticastrismo) disminuye y el soluto (infiltrados) aumenta. Que nos tilden de viejitos, en un intento de disminuirnos, como si lo que valiese en el mundo fuera la edad y no la sabiduría, que nos etiqueten como los guerreros del butacón, como si no supiéramos todos que hoy día una de las guerras más relevantes es la de las opiniones, no importa. Lo que no podemos dejar ocurrir es que el protagonismo, la vanidad, la lucha por la vida, la decepción por no haber podido alcanzar las metas económicas que deseábamos, los problemas de cada uno, la distancia y el tiempo que pasa, los intereses individuales, la desidia y la indiferencia hagan callar nuestra voz y que las armas del enemigo, entre ellas la burla y el ninguneo, con su estruendo mediático, no la dejen ser oída. Tenemos que gritar y patalear para afirmarnos como corriente de opinión existente y válida. Cuando peleamos “la guerra del butacón” como dicen algún@s, puede parecernos a nosotros mismos irrelevante. Pero es que nuestra pequeña voz, sumada a muchas otras mostrará que existimos, que defendemos la libertad individual y también la de nuestra querida patria. Que no nos amedrenten, que nos nos callen. Y la batalla en este momento se da en el deporte. A jugar a Cuba!
Son estas ocasiones – cuando el castrismo manda a sus acólitos al corazón del exilio – que éste debe aprovechar para marcar su espíritu y su presencia, hacer valer sus puntos de vista, por más que le pese a una generación que quiere olvidar, que se encuentra en una dilución cada vez más fuerte en que el solvente (anticastrismo) disminuye y el soluto (infiltrados) aumenta. Que nos tilden de viejitos, en un intento de disminuirnos, como si lo que valiese en el mundo fuera la edad y no la sabiduría, que nos etiqueten como los guerreros del butacón, como si no supiéramos todos que hoy día una de las guerras más relevantes es la de las opiniones, no importa. Lo que no podemos dejar ocurrir es que el protagonismo, la vanidad, la lucha por la vida, la decepción por no haber podido alcanzar las metas económicas que deseábamos, los problemas de cada uno, la distancia y el tiempo que pasa, los intereses individuales, la desidia y la indiferencia hagan callar nuestra voz y que las armas del enemigo, entre ellas la burla y el ninguneo, con su estruendo mediático, no la dejen ser oída. Tenemos que gritar y patalear para afirmarnos como corriente de opinión existente y válida. Cuando peleamos “la guerra del butacón” como dicen algún@s, puede parecernos a nosotros mismos irrelevante. Pero es que nuestra pequeña voz, sumada a muchas otras mostrará que existimos, que defendemos la libertad individual y también la de nuestra querida patria. Que no nos amedrenten, que nos nos callen. Y la batalla en este momento se da en el deporte. A jugar a Cuba!
No hay comentarios:
Publicar un comentario