viernes, 5 de abril de 2019

CARTA DE QUINTIN FERNANDEZ A MI EN ESPAÑA 43 AÑOS DESPUES DE HABERLA RECIBIDO QUE DECIDO PUBLICARLA POR EL TESORO QUE SIGNIFICA.



CARTA DE QUINTIN FERNANDEZ  A  MI EN ESPAÑA 43 AÑOS DESPUES DE HABERLA RECIBIDO QUE DECIDO PUBLICARLA POR EL TESORO QUE SIGNIFICA.

@Manuel Prieres

Buen MANOLO- Tu carta me sorprendió. Pues se que muy poca o casi ninguna gente ha recibido carta tuya. En más de una ocasión me interesé por saber de tí y siempre obtuve noticias vagas y neblinosas. María Antonia me hablaba de tí en una vieja carta, a la que contesté, y nunca obtuve respuesta.

Quiero agradecerte el Diabinese que me enviaste, y que llegó a mis manos por un excompañero de trabajo. Quedó en conseguirme tu dirección por medio de un familiar tuyo, y nunca lo hizo.

Yo también me he casado y el próximo mes cumpliré dos años. No tengo hijos. Lo que en cierto modo, por ahora, es una suerte. He tenido un lapso de interrupción literaria. He escrito poco durante este año, y nada en 1972; pero a pesar de los pesares sigo siendo escritor. Hago muy poco por publicar. Pero con frecuencia me solicitan colaboraciones, y entonces, cuando me siento de humor  contesto. He publicado algo en el extranjero en “CORMORAN Y DELFIN”, donde volveré a publicar próximamente.

Estando en Santiago de Cuba (hace solo unos días regresé de pasar una semana en Versailles con mi mujer) me informaron que en la última revista SANTIAGO, que es una publicación de U. de O. y de categoría similar a CASA, aparecía un poema mío. Te enviaré la revista tan pronto la reciba. En otros boletines y revistas de menor circulación publico  eventualmente ( pues no me propongo ni hago autopromoción), pero no es cosa que realmente me interese.

Bien sabes que no es fácil ejercer el oficio literario con honestidad.
Pero basta conmigo. Admiro  tu constancia en terminar tu novela, y confío Manolo, en que sea honesta y buena. Será una alegría también para mí el que veas DESHEREDADOS publicada.

Creo válida la opinión de Ma. Antonia y no la creo capaz de lisonjas. Háblame más de ella, y de paso le preguntas porqué no me escribe. Temo que se aburrió. Ya sabes que no tenemos grandes cosas  que contar.

Estoy enterado del acontecer literario en España, por la RNE y revistas como Carta de España. Creo que trabajando duro hay posibilidades en ese país. Ser latinoamericano y escritor, ya es algo. Los premios, concursos y editoras abundan, claro que también abundan. los  escritores; pero las posibilidades están ahí y eso es lo que el escritor necesita.

Rafael, un poco aburrido por la maquinaria burocrática, ya no escribe. Y su trabajo ahora está ligado con músicos, orquestas y bandas. Otra manifestación artística y cultural no existe en nuestra querida aldea.

Podrías explicarme que es el KSO que encabeza tu carta?

Manolo, cuatro pesetas no pueden ser de forma alguna la distancia que nos separa de la vida. Y si así fuera, no podemos permitir que así sea. Sería un asco.

También acá empezamos a tener dificultades económicas. Y los precios de muchas cosas ya no están a nuestro alcance. El mundo es terriblemente parecido en todas partes. Sólo la vida no es igual.
Esto es lo que pienso mientras veo tu foto junto a los Toros de Guisando. Estás viviendo hacia adentro intensamente, y ello me parece mucho.

Guantánamo es un desastre. En ocasiones me paso hasta un mes sin salir a la calle, excepto  obligaciones y al cine. Nada hay que hacer.
Mi madre te recuerda perfectamente y se alegró con tu carta, también Marisel. Agradezco tus fotos y espero corresponderte tan pronto pueda, ya sabes que la fotografía no es aquí un hobby fácil.

Piensas quedarte en España? Qué tal las posibilidades de trabajo? Has leído  “El sitio de nadie”. Cómo está tu familia?

Gracias Manolo por tu ofrecimiento de enviarme las pastillas. Ahora sería injusto de mi parte el aceptarlas. Ya podrás hacerlo más adelante, pues voy a necesitarlas toda la vida.

Ten todo mi aprecio (el nuestro) siempre.  Aquí me tienes para lo poco en que puedo servirte.

Te abrazo y hasta pronto.

Quintín Fernández  R.
Junio 7  73

P/D. Si es cierto que tu padre falleció, ten mi más sentido pésame.

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