miércoles, 28 de septiembre de 2011

LA CONTRACULTURA DESDE LOS BEATTLES HASTA EL ICWH

Por Manuel Prieres


Foto de Herbert Marcuse
La Contracultura le encuentra razones, justificaciones y méritos al rival; al tiempo que faltas, injustificaciones y deméritos al propio. La contracultura es transgresora del Entorno. Candil de la calle y Oscuridad de la casa. Su acción resquebraja, lesiona, debilita, lo de uno. Es en muchos de los casos, subversiva, irreverente a la tradición y a los símbolos patrios. Su gran anhelo es ver un mundo globalizado habitado por Androides amenizado con la tonada image de John Lenon.

La guerra de Vietnam, a comienzos de la década de los 1960s, pudiera ser el punto de partida de esta historia.

Los americanos salían de la Segunda Guerra Mundial, abigarrados, victoriosos y curtidos de entre los horrores. Los americanos sobrevivían a la conflagración mundial en mejores condiciones que los demás participantes.

¡Hay que diezmar, sangrar, a los americanos! Era a la conclusión que llegaba la Contracultura afincada en los Estados Unidos. Le preocupaba los aires hegemónicos y de victoria de la post guerra en USA. La música de Glenn Miller era sinónimo de triunfo militar estadounidense.

La Contracultura cuya divisa siempre ha sido la de contención del enemigo, no su destrucción ("Mejor rojo, que muerto" - Bertran Russell). Se puso a la tarea de balancear la correlación de fuerza entre Estados Unidos y el comunismo (otro gran ganador en la Guerra). Había que diezmar en su fuerza y poder hegemónico a América.

A continuación los artífices, los ideólogos, los activistas, de la "diezma de América" a partir de los 1960's:

El "Grupo de los Seis":

Herber Marcuse (Filósofo alemán marxista). Quien cuestionó el llamado "Sueño Americano" como algo utópico e imposible de alcanzar. En sus libros proponía incorporar influencias foráneas al "Way of Life" americano. Sembrador en la psiquis de las multitudes americanas el pesimismo y el entreguismo. A no luchar, sino evadirse. Ya que la conflagración atómica era inevitable.

Timothy Leary (Psicólogo). Experimentaba los efectos de las drogas en las personas como una manera de evasión, de escape, de disfrute. Para este señor de la Contracultura "el consumo de estupefacientes era algo socialmente "in".

Joan Baez (Cantante POP). Antibelicista. Su música protesta atacaba los estamentos más tradicionales de la sociedad americana. Proclamaba la "Revolución" en las letras de sus canciones.

Bob Dylan (Robert Zimmerman, su verdadeo nombre). Cantante POP. Antibelicista. Correa de Transmisión de la Contracultura en su agenda de "diezmar" a los EE.UU.

Allen Ginsberg ( Poeta). (Padre del movimiento contestatario "Beat" que significa algo así como "derrota", aunque en sus orígenes proviene la palabra de la poesía negra y el jazz americano).
Ginsberg promotor de la lucha del individuo enfrentado a la sociedad burguesa; instigando a las chicas blancas de la clase alta irse los week ends a acostarse con los negros de la periferia. Homosexual. Sus libros llenos de alto contenido indecente e ilustrados con terribles fotos pornográficas. Drogas. Cochambre. Dissent. Un monstruo ilustrado.

Ken Kesey (Novelista). Promotor de mensajes subliminales que invitaban a la cobardía, a la entrega sin pelear al enemigo, al pacifismo traidor y suicida: "Paz vs Guerra". "Hagamos el Amor, no la Guerra". "Pigs" a los policías estadounidenses, mientras los comisarios gobernantes en Cuba eran "Revolucionarios".

Literatura underground, música protesta anti belicista, drogas, sexo promiscuo, anti patriotismo (la bandera estadounidense colocada en el trasero), quema de la bandera americana, quema del telegrama del Servicio Militar Obligatorio (Draft), libertad sexual (las mujeres quitándose en público los sostenes), apestosos corporales, vestimenta a "lo Medio Ebo", yendo en multitudes hasta el Walden de Emerson y Thoreau para llenarlo de grafitis y excrementos, el marxismo como Biblia, el LSD como vehículo de evasión.

"Cosecha" ésta lograda en tiempo record dentro de la sociedad estadounidense por la calculada y programada agenda del "Grupo de los Seis".

Para muchos la Revolución Marxista había llegado a los EE.UU. con su gran secuela bajo los sobacos de los Hippies y los Yippies.

EL HIPPISMO.


El hippismo: Un movimiento de protesta contestataria (dissent) que se regaría por los EE.UU. e Inglaterra. De las entrañas de la Clase Media blanca estadounidense nacía en una juventud entre los 19 a 27 años llegando a conformarse un ejército de 300,000 "Chicos de las Flores".

Su Grito de Guerra era: "El Amor y la Paz Universal". Opuestos, militante y frenéticamente, a la guerra de Vietnam. Su movimiento tenía gran influencia marxista, al extremo que muchos de sus líderes llevaban en sus raídas y muchas veces apestosas mochilas guerrilleras: El "Catecismo del Revolucionario" del ruso Sergei Nechaev y "Guerras de Guerrillas" del argentino trotkista y asesino Ernesto "Che" Guevara. Renegaban y lanzaban al latón de la basura el "Modo de Vida Americano".

El hippismo (los "Chicos de la Flores") resultaría algo así como una rara mezcla de cochambre en sus personas, irreverencia, flores como armas, peregrinaciones al Walden, convivencia en comunas al estilo comunista, música comprometida, música del renacimiento, drogas, bacanales colectivas. Tontos útiles.

Ahora bien, dejemos algo en claro: El "Grupo de los Seis" quería diezmar a los EE.UU., nunca su destrucción.

La mejor ilustración y prueba de ello fue la guerra de Vietnam. Los EE.UU.,en cuanto a lo estratégico-militar, logró sus propósitos en gran parte. No así en la sicología del pueblo americano que fue aprisionado por el que posteriormente sería llamado "Síndrome de Vietnam".
Los EE.UU., militarmente en Vietnam, lograron acabar con la amenaza China en el sudeste asiático al destruir físicamente a las fuerzas comunista en el norte y en el sur de Vietnam. La campaña estadounidense en el sudeste asiático produjo a los comunistas vietnameses cerca de dos millones de muertos, así como buena parte de las infraestructuras norvietnamitas destruidas por los bombardeos USA.

Pero, como contrapartida, "El Sindrome de Vietnam" calaba en las mentes y actitudes de los norteamericanos.

Terminaba la década de los 60s y comenzaba la de los 70s.
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