martes, 27 de marzo de 2012

RUEDA DE PRENSA DE MONS. DIONISIO GARCIA EN EL MELIA SANTIAGO



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exto: Sergio Lázaro Cabarrouy / Fotos: Janely García 
Arquidiócesis de Santiago deCuba, 24 de marzo de 2012 /

 El Arzobispo Primado de Cuba respondió hoy preguntas de periodistas acreditados para la visita del Papa en el Hotel Meliá Santiago. La rueda de prensa en la que estuvieron presentes medios como Reuters, AIN, EFE, El Mundo, Times de Londres, CNN en Español, La Nación, y otras entre las que se encuentran Al Jazzera, El Nuevo Herald y la Voz de los Estados Unidos de América, comenzó a las 9:00 am y fue presentada por José Luis Ponce Caraballo, funcionario de  Relaciones Exteriores del gobierno. 

Interrogado por la posible repercusión de la reciente crítica del Papa al Marxismo, Mons.  García respondió que tanto la Santa Sede, la Iglesia en Cuba como el gobierno conocen mutuamente las posiciones al respecto de esta teoría social “que se ha ido superando en los últimos años, en varios países en los que fue aplicada o aún se aplica”. También reconoció que la actuación actual del gobierno cubano muestra signos decambios respecto al modo en que esta ideología se aplicaba hace años. “Las declaraciones del Papa acerca del Marxismo no tendrán ninguna repercusión negativa”, afirmó.

La ayuda que la Iglesia puede brindar a la sociedad es, en primer lugar, estar presente”, dando a conocer una visión de la persona humana y de la sociedad, acorde con el Evangelio, “la forma en que estos cambios serán hechos no corresponde a la Iglesia como institución, sí a la sociedad civil en la que participan los laicos católicos”. Afirmó al contestar sobre lo que entiende la Iglesia por ayudar a la transformación de la sociedad. “Siempre estaremos presentes diciendo lo que entendemos por el hombre que debe ser el centro de cualquier cambio. “La Iglesia a veces tiene una visión diversa de la realidad respecto a personas, grupos y al Estado, pero acogemos a todos y les presentamos nuestra visión. Es tal vez por eso que ha sido escogida como facilitadora para determinados problemas. (…) No somos los únicos que podemos hacerlo, pero con gusto servimos a todos.”

El prelado también declaró que todas los mensajes que recibió para el Santo Padre, habían llegado a su destino, desde “uno que quisiera ayuda para su vivienda hasta los de las Damas de Blanco”, pero no podía asegurar o negar que el Papa recibiera algún representante de la sociedad civil, máxime cuando no tendrá encuentros que son frecuentes en las visitas papales como aquellos con sacerdotes o religiosos. “El Santo Padre conoce muy bien nuestra realidad y las necesidades de los diferentes grupos que la integran” -afirmó. También habló “con satisfacción” de la experiencia de colaboración entre la Iglesia y distintas instituciones del gobierno “sin la cual no hubiese sido posible la estancia de  Su Santidad en el Cobre y en Santiago de Cuba”. 

A la pregunta sobre los espacios en el mundo civil donde pueden participar los católicos como ejercicio de la libertad religiosa, más allá de la muy mejorada libertad de culto, el Obispo respondió que en ambas libertades se ha avanzado, aunque se necesite mejorar, y evocó las tres grandes opciones de la Iglesia en Cuba durante el ENEC (1), celebrado en tiempos muy difíciles, ser una Iglesia Encarnada, Orante y Misionera: “Orante para poner su fuerza en Dios y no en otros poderes de este mundo. Encarnada, que vive en esta sociedad, que conoce sus problemas y que predica a Jesucristo aquí donde Dios nos ha puesto y Misionera para salir del Templo a los barrios y ambientes de la sociedad”. Aquella disposición ha propiciado un camino de diálogo que ha dado sus frutos, y ha permitido una “mejor comprensión del fenómeno religioso a todos los niveles en la sociedad”. El Obispo advirtió además que es necesario que se produzcan más aperturas, en particular a los medios, así como la posibilidad de construir lugares de culto, pero reconoció los grandes avances en términos de libertades de culto y religión.

Sobre la cantidad de personas que visitarán la Isla dijo que, aunque no podía precisar el dato, en Santiago de Cuba se esperaban alrededor de 70 obispos y 250 sacerdotes, así como varios cientos de peregrinos laicos, sobre todo cubanos. Posteriormente enfatizó que “la celebración más importante es la de los 400 años del hallazgo de la Virgen de la Caridad, el gran regalo de la visita del Papa se produce en este contexto, “por eso viene como peregrino y por eso entra por Santiago de Cuba, lo cual le agradecemos infinitamente”, además aseguró, de manera respetuosa, que “la Virgen de la Caridad es un símbolo de la patria y de los mejores anhelos de creyentes y no creyentes en toda Cuba”. 

Ante la pregunta de cuántas personas asisten a misa, Mons. Dionisio dijo que las estadísticas y los números no son tema usualmente tratado por los obispos, pero ante la reiteración accedió a responderle al interlocutor que alrededor del 1,5% de la población cubana accede a alguno de los servicios de la Iglesia, aunque el sustrato católico está presente en gran parte de la población y añadió: “El Papa viene a presentar a Jesucristo y a decirnos que la Virgen de la Caridad nos lleve a Jesús que es nuestro único Salvador. Ella nos lleve al encuentro entre los cubanos, para que nos respetemos los unos a los otros como hermanos”.

Al finalizar la rueda de prensa, y en un ambiente menos formal, el Arzobispo aceptó contestar más preguntas. Al pedírsele una evaluación sobre el “éxito de la Iglesia Católica en Cuba” respondió: “El éxito no es medible porque la experiencia de Dios ocurre en el interior de cada persona, lo cual sólo Dios sabe”. Y al ser interrogado sobre las críticas de los que califican de “excesivo el diálogo de la Iglesia con el gobierno y piden una actitud más contestataria” el obispo contestó: “La Iglesia es para todos, acoge a todos y habla con todos”.

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