EL FAMOSO "NUDO" DESTRUCTIVO QUE HIZO EL CICLON FLORA EN CUBA
EN 1963
Esta es la casona de Los Prieres hoy como se ve aqui
totalmente depredada y destruida, pues el 3 de octubre de 1963
ahi mismo en esa entrada que era una cerca con un jardin de mi madre
con flores y matas ce coco, fuimos recibidos por un comisario
politico y varios milicianos con ametralladoras sovieticas PEPECHA
con la noticia que ya aquello no era de nosotros, que pasaba a manos
del pueblo, de la revolucion. Dos días despues llegaba El Ciclon FLORA
arrasando con todo aquello recien robado. Castigo divino para los que crean.
Voy a empezar con mi testimonio de cuando en Cuba mi famila y yo fuimos despojados de nuestras propiedades y heredades y expulsados a la fuerza de nuestro pequeño mundo donde vivíamos. Fue un 3 de octubre de 1963 que me marcó para siempre:
“Había pasado ya el ciclón FLORA con toda su fuerza y terrible secuela pocos días después de las intervenciones en masa en todo el país en la llamada SEGUNDA LEY DE REFORMA AGRARIA. Fue cuando me vi en un cañaveral junto a medio centenar de personas bastantes hostiles ( hacía varios días que yo estaba siendo víctima de lo que se conoce como “Actos de Repudios”). Y en un momento que el comisario interventor de nuestra finca, comenzó a calumniar a mi padre (mi gran héroe) con las injurias mas terribles del mundo y delante de todos los presentes con intención manifiesta de humillarme en público (esto lo venía haciendo él desde el mismo día de la intervención de nuestras propiedades, y yo aguantando; porqu e en realidad tenía miedo), pero esta vez si no pude aguantarme mas, cogí un pedazo de caña peojota de la pila cercana, y arremetí furiosamente contra el bribón del Partido, golpeándole con fuerza en la testa, mientras la descolorida y vieja gorra de miliciano verde oliva volaba por los aires; así y todo el indeseable tuvo tiempo para extraer su pistola y disparar una vez. Sentí primero como si se me lanzase hacia atrás, después un fuerte ardor en el brazo izquierdo para finalmente irse apoderando de mí una flojera en todas las articulaciones y músculos. Las hojas verdes y húmedas de caña se teñían de sangre a mi alrededor; pero de la misma forma, de la cabeza del interventor comunista también rodaban hilos púrpuras manchando su desagradable rostro.”
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Siempre recuerdo mi primera infancia en Yateras donde naci. Vivia en un mundo muy bonito por lo sencillo y natural. Mis primeros marzos transcurrian rodeado de un habitat fertil, colmado de imagenes, ruidos, colores, fragancias, grandes extensiones de campo abierto donde se confundian los despoblados llanos con las encrespadas elevaciones. La altura a veces me molestaba los oidos, a la vez que el limpio rio Palenquito saciaba mi sed cada vez que lo cruzaba. El rigor del trabajo de campo me obligaba, aunque muy chico, a levantarme a las 2 de la madrugada y acostarme cuando oscurecia. Nunca se podia descansar los domingos porque habia que extraerle la leche a las vacas. Saludable, fuerte como un toro, pero ignorante al nom plus ultra que me convertia en una presa facil de madrugar.
Asi llego el 3 de octubre de 1963
---En nombre de la Revolucion y el Estado Socialista, sus propiedades estan siendo intervenidas en este momento.
Era el comisario comunista Machado, escoltado por dos jovenes milicianos armados con sendas ametralladoras Pepechas de fabricacion sovietica, que nos salian al paso a la llegada nuestra a Rancho Kso provenientes de la ciudad de Guantanamo. El cabecilla le advirtio a mi padre que no se bajara del jeep que yo manejaba, que no podia poner un pie mas sobre aquella tierra que ya no le pertenecia.
La vivienda nuestra, donde naci, en la Finca Virginia de Yateras fue robada por los comunistas convirtiendola en una ergastula donde se interrogaban a los contrarrevolucionarios que caian en manos de la Seguridad del Estado.
El Rancho KSO, donde despues creci y vivi por tanto tiempo en Santa Maria-Guantanamo, fue usurpado tambien por los comunistas y convertido de igual manera en sala de interrogatorios y torturas a los prisioneros anti comunistas.
Hoy dia la casa en Santa Maria que fue nuestro hogar esta totalmente abandonada y destruida por los intrusos que la han habitado…
Al ser mis padres y yo despojados de nuestras propiedades tuvimos que ir a vivir a la ciudad de Guantanamo en una vivienda tan diminuta que no caviamos los tres. Permaneciendo ahi hasta que nos marchamos del pais. Recuerdo, jamas se me podra olvidar, cuando un miembro del Ministerio del Interior clausuro para siempre para nosotros las puertas de nuestra humilde morada en Agramonte 857, y vi como el comisario rojo con piel de ebano se llevaba el inconfundible paragua de mi anciano padre a modo de trofeo arrancado a los gusanos que se iban.
Como tantos y tantos cubanos, tuvimos que partir hacia lo lejano, hacia lo desconocido, con treinta libras de pertenencias en tres maletas de lona amarilla conocidas como gusanos.
Partimos de nuestro pais, sin bienes, sin recursos, sin herencias. Sin nada. Se tuvo que empezar de nuevo en cero. Mi anciano padre no pudo resistir mas a sus 84 febreros el trasplante de un Continente a Otro y murio en Madrid.
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