jueves, 20 de marzo de 2008

CARTA A NORMA NIURKA




Por Alberto Gutierrez




Estimada Sra Norma Niurka.- No acostumbro a leer El Nuevo Herald y su artículo "MIami abre puertas a artistas antes vetados" publicado el dia 13 del corriente mes ha llegado a mí por pura casualidad.

Aplaudo la referencia a la libertad de expresión en dicho artículo , aunque al mismo tiempo discrepo con lo que en sus propias palabras usted define como grandes pasos de avance entre los exiliados cubanos del sur de la Florida al hoy aceptarse dentro de determinados sectores a una serie de artistas extranjeros que en el pasado actuaron en la isla.

Para comenzar, contrario a la interpretación popular y al tiempo que lucho con mi pedantería , sostengo que el conjunto de Cuba, Isla de Pinos, Cayo Coco , Cayo Romano y más de 1300 cayos e islotes distan mucho de ser simplemente una isla. Por otra parte esos pasos me recuerdan aquello de que "todo depende con el cristal con que se mira".Los artistas que usted menciona no tuvieron a menos ignorar la tragedia cubana . Y sin siquiera detenerme a considerar tendencias y declaraciones políticas ajenas al pentagrama, es innegable que la presencia de ellos en Cuba fué una colaboración con la tiranía castrista, directa en algunos casos y tácita en otros.

Por supuesto cualquier acto de violencia por parte de exiliados cubanos que pudiera haber afectado la integridad física de esos artistas hubiera sido reprensible. Pero como decimos en el argot cubano "Ni tan tan , ni muy muy.¿Es que luego de tal colaboración se esperaba en Miami una reacción de flores y abrazos "porque aquí no ha pasado nada"? Me tomo la libertad de recordarle que José Martí, nada más y nada menos, escribió en "La Revista Universal" de Méjico:"No puede combatirse con medios de respeto a los que por encima de todo respeto saltan y rompen"¿Cómo se originaron las causantes para llegar a lo que usted considera Ley del Talión criolla?.Es curioso que hasta 1959 La Habana fué visitada de manera constante por todas las verdaderamente grandes estrellas internacionales del espectáculo.Eso no ha vuelto a suceder.¿Porqué?

De la forma que yo veo las cosas la historia del abuelo exiliado que fué víctima del castrismo en Cuba , bajo ningún concepto puede ser la misma que la de su nieto norteamericano expuesto a circunstancias diametralmente distintas. Es de esperar que paulatinamente una brecha generacional origine diversas corrientes de pensamiento.Tampoco es un secreto que hoy muchos otros al venir de Cuba muestran cierta indiferencia por la amarga realidad de opresión y miseria que dejaron atrás.Pero como si no fuera suficiente en general a los hispanoamericanos que pueblan nuestro entorno les importa poco la tragedia cubana.Increíblemente hay quienes hasta se alegran de lo sucedido. Por ejemplo, ¿cuántas han sido sus muestras de&nb sp;sopo rte moral a la cabeza de playa que les facilitó establecerse en el sur de la Florida?
Facundo Cabral

De acuerdo al Sr.Cabral "El arte nunca es peligroso, habría que cuidarse de los políticos que dividen más de los artistas que unen" Y lo cierto es que lamento que en sus declaraciones él pasara por alto entre muchos otros a los miembros de la Asociación Revolucionaria de Escritores Proletarios que en la Unión Soviética fueron cómplices del materialismo dialéctico estalinista.También a La Casa de las Américas donde impúdicos artistas una y otra vez aplaudieron hasta la fórrmula de propaganda política "Dentro de la revolución, todo.Fuera de la revolución, nada" en servil respaldo a la represión en Cuba..

Por experiencias que no viene al caso describir, no me sorprende que la Sra.De Kalafe ganara una batalla legal en contra de los que hace años vetaron su presencia en el Carnaval de la Calle Ocho. Aquel veto se originó por su participación en un festival de Varadero, tan oprimido como el resto del territorio cubano. Es interesante que ella ahora habla de enmancipación, de cronistas de libertad, etc ......en Miami. Y aunque no estoy seguro si atribuirle a ella o a usted la última línea sobre nuestro cartelito, no tenemos que colgarnos un sambenito ni hacer actos de contrición por ser intransigentes.Sin lugar a dudas en su momento hasta el Padre Félix Varela y el General Antonio Maceo demostraron la necesidad de la intransigencia por la libertad de Cuba.

Lo condenable son los motivos y quienes nos empujaron a la intransigencia.Al menos a mí la imagen que podamos tener ante el mundo me tiene sin cuidado.
Durante cinco décadas de dolor y sangre en Cuba, y particularmente el día que supe del hundimiento del remolcador "13 de Marzo", me he preguntado que sucede con ese mundo y aún no he encontrado la respuesta.

Respetuosamente, Alberto Gutiérrez

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