Emilio Ichikawa director de ei con amigos en homestead
En el tema Cuba, Taddeo no podrá repetir los argumentos de Joe García
Enviado por ei en abril 22, 2015 – 5:50 am
Emilio Ichikawa
El pasado 5 de abril (2015) la periodista Patricia Mazzei confirmaba como información algo que ella misma había aventurado el 14 de enero: que la empresaria de origen colombiano Annette Taddeo (D) disputaría en las elecciones de 2016 el escaño que actualmente ocupa el Republicano Carlos Curbelo como Representante del Distrito 26 de Florida en el Congreso Federal.
Curbelo derrotó en noviembre de 2014 al entonces titular, el Demócrata Joe García; quien a su vez había derrotado dos años antes al Republicano David Rivera.
La opinión que quisiera compartir en este apunte es simple: que después de los mensajes de Raúl Castro y Barack Obama el 17 de Diciembre de 2014 sobre las relaciones entre Cuba y EEUU, Annette Taddeo no podría repetir sin descrédito en su campaña política los argumentos que sobre el tema cubano había usado Joe García.
Cuando García pierde aquellas reñidas elecciones (2008) frente a Mario Díaz-Balart, ya se presenta como un político “nuevo”; en el sentido de que reta a una figura encuadrada en la ortodoxia del establishment cubanoamericano en cuya agenda destacan dos puntos interrelacionados:
1-Democratización de Cuba y caída del gobierno de los Castro
2-Restricción de los viajes a Cuba y defensa de las sanciones a la isla; dando por sentado que estas medidas ayudaban a lograr el punto 1
El argumento que presenta Joe García al electorado y la opinión pública del sur de Florida hacía un quiebre en la conexión entre los puntos 1 y 2 de la ortodoxia anticastrista. Es decir, García se presentó ratificando (con Díaz-Balart) que era necesario democratizar a Cuba y sacar a los Castro del poder, pero torcía al asegurar que precisamente para lograrlo había que invertir el punto 2: no limitar sino aumentar los viajes a Cuba; no apretar sino relajar o quitar sanciones.
Los activistas a favor de García empezaron a difundir su interpretación de la política hacia Cuba; garantizando que se trataba de perseguir el mismo objetivo, solo que por vías distintas.
Esta versión se fue abriendo paso gradualmente, hasta el punto de que hacia el 2012 solo un pequeño grupo se atrevía a defender públicamente en Miami que lo que decía Joe García era hacerle el juego a los Castro. Esta afirmación ameritaría un análisis aparte, porque lo cierto es que ocasionalmente la prensa oficial cubana le saca a Joe García dos manchas en el expediente por transgredir la “ideología de Estado”:
1-García ha militado en una organización y mantiene amistad con miembros que han proyectado atentar contra la vida de Fidel Castro
2-García se opuso a la libertad de Los Cinco
Las dos intervenciones públicas realmente plantadas contra la posición de García que mi memoria retiene, son las de Iliana Curra frente a una impertinencia del Padre José Conrado en la Iglesia St. John the Apostle de Hialeah; y las sistemáticas denuncias deManuel Prieres sobre contubernio miamense con el castrismo en su sitio “Villa Granadillo”.
Si el debate entre el anticastrismo ortodoxo (Mario Díaz-Balart, David Rivera) y el anticastrismo reformado (Joe García) se hubiera mantenido como un tema local en torno a las elecciones por los Distritos del sur de Florida, la pelea hubiera sido más pareja. Pero dos cosas inclinaron definitivamente la balanza hacia una llamada “nueva mayoría”:
1-Joe García contó con un enorme respaldo de disidentes y opositores a Castro que gracias a la reforma migratoria raulista llegaban a Miami con la legitimidad moral de haber permanecido en la isla durante mucho tiempo.
2-Y algo más bien espectacular: Como se ha comprobado después, el tipo de estrategia hacia Cuba que defendía Joe García no era algo que simplemente se le hubiera ocurrido a él, ni se trataba de un consejo del experimentado Demócrata Raúl Martínez, ni era un dictado de la Fundación Nacional Cubano Americana a su protegido… Lo que Joe García defendía era ni más ni menos que la política del gobierno de los EEUU hacia Cuba; el punto de vista Presidencial.
En Miami se habla con bastante atrevimiento sobre cualquier tema; en un amplio rango que va desde la genialidad hasta la estupidez. Pero cuando el Presidente de EEUU “pita” hacia abajo, la clase política cubanoamericana se tira en plancha. Sin que importe la filiación partidista.
Y Obama “pitó”. Tan fuerte, que cuando en la primavera de 2013 su muchachita llegó a Miami, personas que presumiblemente iban a criticarla fueron “asustadas”. Manuel Prieres documenta incluso un caso de agresión. Armando Pérez Roura fue advertido en Radio Mambí de que no criticara, llegando a decir en un programa que no iba a criticar, pero tampoco iba a censurar al que quisiera criticar. Y a los “Rocky’s de Miami” los apartaron de la Torre de la Libertad para que no molestaran a Yoani Sánchez. No quiero decir que ella sea responsable de la discriminación desatada en Miami bajo el pretexto de protegerla del los “radicales” del exilio histórico; a lo mejor ni siquiera conoce este episodio.
Es inconcebible que en el día de hoy Ninoska Pérez Castellón y Frank Calzón protesten contra la política del Presidente Obama hacia Cuba, cuando ellos mismos apoyaron a los disidentes que abrieron paso a esa política en Miami. Porque esto debe quedar claro: La implementación de la actual política norteamericana hacia Cuba no necesitaba, pero sí contemplaba, la exclusión del anticastrismo miamense.
Subrayo la frase anticastrismo miamense porque después del 17 de Diciembre de 2014 quedó claro que no existen dos anticastrismos. La apertura de Embajadas, la aprobación acelerada de licencias de OFAC, la exclusión de Cuba de la lista de países que promueven el terrorismo, etc., no son acciones encaminadas a tumbar a la dictadura castrista por otros medios; es sencillamente el reconocimiento por parte de EEUU de que la Cuba de Castro no es un aliado ideal pero sí posible.
Es precisamente esta evidencia la que inhabilita a Annette Taddeo para repetir la argucia manejada una vez por Joe García. De Taddeo puede decirse que es una política perdedora, pero no que es mentirosa; por eso imagino que no insistirá en que los pasos del Pte. Obama respecto a Cuba buscan derrocar al gobierno de modo más sutil. En realidad no sé qué dirá Taddeo. Es una decisión que su equipo de campaña debe pensar cuidadosamente.
-IMAGEN: Candidatos, 2008. Desde la izquierda: Mario Díaz-Balart, Joe García, Ileana Ros-Lehtinen, Annette Taddeo, Lincoln Díaz-Balart, Raúl Martínez: themiamiherald
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