domingo, 24 de febrero de 2013
YITO ARENADO EN SU LIBRO "CADA QUIEN CON SU DESTINO" NARRA SU EXPERIENCIA CON LOS RODILES
Para ustedes la narración de Gerardo “Yito” Arenado en su biografía CADA QUIEN CON SU DESTINO donde hace referencia su relacion de amistad con LOS RODILES:
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“En mi caso particular la política no me robaba ni un segundo de atención, -NARRA EL AUTOR DE LA BIOGRAFIA "CADA QUIEN CON SU DESTINO" - pero como ya había mencionado antes, en la Planta Eléctrica situada muy cerca de la Bodega donde yo trabajaba, trabajaban en ella los hermanos SAMUEL y MANOLITO RODILES, metidos de lleno en la clandestinidad del “26 de Julio”, específicamente SAMUEL. El paraba siempre en la bodega de mi padre donde yo trabajaba para tomar refrescos, no así MANOLITO el hermano mayor que siempre pasaba de largo.
SAMUEL era contemporáneo mío, embromador en el Parque con nosotros. Uno de los muchachos más guapetón del grupo nuestro. Y MANOLITO, su hermano, era más “echao palante” todavía. El, al igual que SAMUEL, no esperaban mucho para meterle un “piñazo a alguien que estuviera buscando líos. Al César lo que es del César. En las diferentes broncas y fajazones que se producían en los bailes, ahí estaban los RODILES.
SAMUEL un día se llegó por nuestra Bodega y habló conmigo:
----Estoy en esto, necesito que me ayudes.
----¿En qué hay que ayudarte?--le pregunté algo curioso.
----Que me compres algunos bonos del “26 de Julio”.--me contestó secamente.
Le compré bonos; así como cooperaría con él en algunas ocasiones más solamente en la compra de bonos.
Por aquellos días había explotado la casa de Demetrio Monseny Vaca, donde tenía el Movimiento “26 de Julio” un laboratorio para confeccionar bombas y petardos. En dicho siniestro habrían de morir Reinaldo Brook y Fabio Rosell.
Todavía Fidel Castro no había desembarcado en el Granma, por tanto a pesar de estas actividades que narro, la verdad era que en las calles de Guantánamo no se apreciaba ningún vestigio
de tensión callejera.
Todo cambiaría a partir del desembarco del Granma.
Días antes de alzarse SAMUEL RODILES, se me acercó y conversó conmigo, tratando de explicarme lo que era “El 26 de Julio”. El quería que yo cooperase con ellos. Me había tanteado con los bonos; conocía de mi serenidad y hombría, y finalmente quería que yo ingresara en el “26”.
Pero mi respuesta sería:”NO”. Yo no era hombre de hacer revoluciones violentas. No me atraía el lenguaje del clandestinaje ni de las armas, como tampoco quería caer en ese jueguito de muchos que se metían en el “26” por cuestión de moda, aventuras, porque ni conocían ni sentían “qué carajo era aquello”. Para muchos de aquellos “niños bien” la revolución les resultaba un capricho más.
Yo -Yito Arenado- no creía en aquellos jueguitos peligrosos que seducían a muchos amigos míos del Parque. Especialmente amigos míos de clase media y alta.
De manera que le dije a SAMUEL RODILES que sí, que yo seguiría cooperando en la compra de bonos, mandar una que otra compra de mercancía de la bodega; pero alzarme, de eso nada.Porque yo no era ni guerrero ni hombre guapo.
Aquel encuentro de SAMUEL RODILES y yo en la Bodega de mi padre terminaría respetándome él mi posición y yo respetándole la suya.
Pasaban los días y ya yo no veía a SAMUEL ni a su hermano MANOLITO pasar para el trabajo. Se había producido el desembarco del Granma, y tiempo después me enteraba que SAMUEL junto a sus dos hermanas se habían alzado. Mientras
que MANOLITO, el hermano mayor de ellos, se quedaba trabajando en la clandestinidad...”
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(Hasta aquí la narración del autor de esta Biografía CADA QUIEN CON SU DESTINO Yito Arenado que aparece en las páginas 61-62-63 de su libro).
Manuel Prieres
Miami-Tierra Firme
Enero 28 del 2013
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