El judío turco de Estambul abuelo de Los Castro.
Foto tomada del libro de las Memorias de Alina Fernández (hija de Fidel Castro)
pag. 128 -lado derecho.
MEMORIAS DE ALINA (Plaza & Janes)
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A Francisco Ruz, por más que hubiera nacido y vivido con sus memorias, los destinos en esa encarnación le eran adversos. La desidia total se describe sola. Tenía el hábito de darse por derrotado y fueron el viento del fracaso, los caracoles, los pedazos de coco de la adivinación y los huesos y palos duros de la prenda conga de su mujer Dominga, los que lo pusieron en movimiento una mañana para recorrer la isla de un extremo a otro huyéndole a la miseria…
Salieron desde cerca de Artemisa. En una carreta tirada por un par de bueyes encaramó a su mujer y a sus tres hijas. Tuvieron que recorrer más de mil doscientos kilómetros hasta llegar al Birán de su destino. La menor de las hijas se llamaba Lina….
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Francisco y Dominga habían atravesado la isla entera encimados en su carreta de infortunio.
Llegados a Birán, poco más les quedaba que echarse con la familia al mar.
Dominga se alambró el corazón y fue al encuentro de su última esperanza:
---Don Angel, lo único que tenemos son mis brujerías y estas hijas. Escoja una de las tres, y déjenos vivir en el bohío de arriba.
Don Angel había apreciado la viveza de la más chiquita, que tenía la edad de su hija Lidia. Ni un solo escrúpulo tenía esa niña, pero se le desbordaba una energía de alegría rebelde que no era la de esas guajiras sumisas y vencidas a las que él había preñado con numerosos hijos sin pena, ni mucho menos, Gloria.
---Me quedo con Lina.
Lina hija del (*judío) turco (de *Estambul) y de cubana hechicera mezclada con mandinga, congo y carabalí…
(Fragmentos del libro de Memorias escrito por Alina Fernández, hija de Fidel Castro.)
* Pie de grabado de una foto en la pag. 128 lado derecho.
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