Clinton toma el Havana en una noche loca
La secretaria de Estado norteamericana, Hillary Clinton, bailando. | Afp
"Era poco más de media noche cuando, en la madrugada del domingo, Alfredo, uno de los porteros del famoso Café Havana de la ciudad colombiana de Cartagena de Indias se dirigió al gerente del establecimiento y tembloroso, sólo atinó a decir: ¡Ahí está la señora Hillary Clinton!".
Así aparece relatado en la página web del establecimiento el inicio de la que para la secretaria de Estado norteamericana fue una 'noche loca', -a juzgar por las fotos- en la que, por unas horas dejó atrás La Cumbre de las Américas, en la cual EEUU vetó la presencia de Cuba, para relajarse a ritmo del son cubano y tomarse una cerveza.
"Aquella ráfaga no dio tiempo ni a pestañear. Diciendo y traspasando el enrejado umbral del clásico de la Calle Media Luna una rubia radiante de ojos azules encendidos por la emoción ataviada con vestido azul también, pero de una tonalidad oscura, acompañada por un séquito de más de 20 personas quienes pasaron saludando a los incrédulos clientes que no salían del asombro, mientras otros se preguntaban más de una vez quién era aquella dama que habría formado semejante revuelo en 'La Esquina del Movimiento', prosigue el relato de la web.
La señora Clinton "demostró don de gente pues tuvo una sonrisa para todo parroquiano que logró acercarse" a la secretaria de Estado del país más poderoso del mundo, asegura la narración. Las imágenes en las que aparece muy sonriente fotografiándose junto a una clienta lo confirman.
Nada más desembarcar en el local, decorado al más puro estilo isleño, Hillary y sus acompañantes pidieron una docena de cervezas, -Águilas y Club Colombia- dos vasos de Whisky y dos botellas de agua.
En el transcurso de la velada, la secretaria de Estado bailó animadamente moviendo las caderas al son de temas populares como 'Se me perdió la cartera', 'Isla del encanto' y 'A matanza', junto a los miembros de su séquito.
Baile, cervezas, maracas y propina
Tal como muestran las fotos, Clinton, de 64 años, dejó a un lado el protocolo y se relajó de forma distendida. Entre baile y baile, bebió una cerveza e incluso aprovechó para llevarse un recuerdo. Se acercó a Ago Figueroa, un vendedor que ofrece maracas a los turistas que acuden al café del barrio de Getsemaní, y le compró unas, según informa el diario El Universal.
"Los integrantes de la Charanga África interrumpieron su descanso para tocar ante la distinguida visita y fueron atinados en escoger especialmente para la ocasión la inmortal 'Guantanamera' de Joseíto Fernández y cerraron con otro incunable: el mítico 'Chan chan'que nos legara Compay Segundo", cuentan los responsables del emblemático local.
Un funcionario del departamento estadounidense preguntado por su experiencia en el café, aseguró sin dudarlo que se lo pasó "muy bien". Para Alejandro Pueyo, el camarero encargado de atenderlos también será una noche inolvidable, además por la histórica visita, por los 40 dólares de propina que le dejaron.
Y es que, enemistades históricas y embargos parte, como finaliza el relato digital del Havana "la señora Clinton cedió ante el embrujo del son cubano y por sobre normas y restricciones viajó a La Habana en Cartagena que es el Café Havana".
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