martes, 9 de febrero de 2010
31 DE ENERO
31 de Enero.
Por Manuel Prieres
Día frío y nublado a las 4.00 p.m. frente al restaurant Versailles de la calle ocho. La música de Willy Chirino se esparcía a lo largo y ancho de la calle de este y oeste. Un enorme cartel con letras rojas le daba en el rostro a los conductores de los autos que circulaban. "Salsa con Sangre"-decía la pancarta. Un miembro de Vigilia mambisa le hacía señas a los vehículos para que amainaran la velocidad al pasar frente a unos 60 manifestantes situados en la acera del frente del Versailles mientras tocaban sus claxons. De la acera del Versailles comenzaban a aglomerarse numerosos curiosos, muchos con sus cámaras digitales dejando constancia. Miguel Saavedra arrodillado en la acera confeccionando letreros anti Van Vans los que iban a presentarse en concierto en el Knight Center en pocas horas. Dos formidables letreros con las siguientes expresiones: "yo no creo en el Canal 41. Villamaristas.¡Fuera!" - "Mega TV. te vendiste al Castrismo". A Vigilia Mambisa se le unirían como manifestantes blandiendo banderas cubanas dos judíos israelistas quienes estaban tan entusiasmados que dieron entrevistas a la prensa presente. Una vez más históricamente los cubanos pisaban el asfalto de la Calle Ocho, mientras que Saavedra nos pedía que moviéramos nuestros carros del parqueo del Versailles pues su dueño, Felipe Valls, amenazaba con sacarlos con grúas. Este empresario santiaguero hecho en parte rico con las manifestaciones exiliadas. Dos Omnibus escolares pintados de color amarillo habían llegado y los manifestantes de uno en fondo, en fila india, iban entrando
para dirigirse al Knight Center. Un Bus lo habíamos pagado nosotros en una ponina, el otro había sido donado por una dama cubana llena de patriotismo. Alrededor de 130 personas sobrellenaron el interior de los Autocares, algunos fuimos de pie dejándole los asientos a algunas personas con impedimentos. Vaya. Un corte seccional del Exilio Cubano componía aquella suigéneris caravana, pero -además- ecuatorianos, hondureños, venezolanos, nos acompañaban. Una débil llovizna hacía su aparición...
FRENTE AL KNIGHT CENTER-MIAMI
Llegamos frente al Knight Center (Down Town) donde iban a actuar en Concierto los Van Van al ritmo de pellejo, cuero y timba. La prensa local, nacional e internacional, aglomerada frente a las puertas de los dos omnibus pintados de amarillo. Los manifestantes que ya estaban presentes rugieron de júbilo al ver que había llegado el refuerzo. La lluvia cogía intensidad. Empezamos a mojarnos, y gracias al pequeño bosquecillo que las autoridades nos habían asignado para protestar estaba colmado de frondozos árboles, o sea que la bucolia estaba de nuestro lado. Me pregunté: ¿por qué diablos estábamos mojándonos y gritando un domingo? Giré hacia el recuerdo: Año 1959. Sur de la Florida. Los primeros cubanos precursores de un éxodo histórico que se ha prolongado por medio siglo, pioneros llegados a un páramo, un pantanal, que se les antojaba en ese entonces Miami y sus alrededores. Llegaban con una mano alante y otra atrás. Rasgados los espíritus y los corazones. Una interrogante los asaltaba que era el "comenzar en cero" dentro de un ambiente totalmente diferente al que habían dejado atrás. No llegaban como turistas. Los seres queridos y conocidos quedados atrás. Perdidos sus bienes y heredades por la voracidad comunista. Lobos rojos hambrientos. Cuba a comienzos de los 1960s era presa de una borrachera revolucionaria que se repartía por todos ámbitos del país engulléndose todo lo que les salía al paso. Eso era lo que ocurría en la isla; pero los cubanos que llegaban al sur de la Florida como "esbirros", "gusanos", "contrarrevolucionarios". Hubo que partir en cero y aguijoneados por las limitaciones y las nostalgias. Ira y deseo de desquite hacia a los causantes de sus tribulaciones. Hubo que realizar todas las labores inimaginables, desde recoger tomates en Homestead, ir a las factorías de Hialeah, a los Hoteles de la playa como limpiaplatos y mucamas. Techeros en la construcción. Así y todo los cubanos recien llegados todavía tenían "corazón" para iniciar una lucha violenta, peligrosa y desigual contra el comunismo a solo 90 millas. Ello, como resultado, habría de arrojar saldos lastimosos e inrehabilitables como muertos, heridos, prisioneros, sesgadores de vidas, descuidos de la familia. Convertidos en fieras que no daban ni pedían cuartel. Trauma colectivo imposible de olvidar, reciclar, deshacer... a pesar de medio siglo pasado. Por eso es que nos mojábamos un domingo 31 de enero frente al Knigt Center en repudio de los Van Van y su cohorte de lateros comprometidos históricamente con el oficialismo hasta donde dice "collin". Eramos alrededor de 800 manifestantes en el interior del bucólico bosquecillo que la policía nos había asignado. Algo censurable a destacar: solamente asisitó a la manifestación del exilio cubano la secretaria de un cubano americano en Washington, así como una miembro de Las Damas de Blanco. Más nadie. Ningún político cubano-americano, ningún cura o reverendo cubanoamericano. Ningún artista cubano residente en Miami; solamente los artistas Van Van pero frente a nosotros dentro del teatro Knight Center. La bulla nuestra junto a los claxons retumbaban por los vericuetos de un Down Town monumental hecho realidad gracias al éxodo de los cubanos un día. La lluvia continuaba.
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6 comentarios:
que clase de MILONGA.
Si tremenda MILONGA con muchas PAPAYAS y MOLONGAS si es que es mal intencionado calificar a los que alli estavamos con mucha DIGNIDAD y MORAL.
Sigues colaborando con Villagranadillo. Gracias. M
Le abrieron las puertas a Fidel y ahi esta , creen ustedes que en Cuba hay reprecion , ajajajajaja , tu no sabe na , dentro de poco es cuando es , ellos , los HP que usurparon el poder no soltaran el mango ni con candela , acuerdense , esa buena vida y la de sus lacayos jamas la entregaran a un pais lleno de analfabetos en lo que es la libertad y la dignidad de los hombres , todos en su gran mayoria de los que llegan son pestiferos de boquete y es el reflejo de lo que alli existe , unos pocos disidentes , unos cuantos encarcelados y sepultados en el el olvido porque ni alli les conocen y si es asi les dicen que estan por peligrosidad o por robar pasta de diente en la cañeria de la cuarteria del Palo Cagao .
Solo, que estoy muy orgulloso de los que fueron a protestar!!!!. Y si tenemos que ser 20, lo somos pero con mucha dignidad. Seguro que el "YA NUNCA MAS" esta cerca. Ramoncito
Ramoncito. Tu fuiste uno de los muchos jovenes que estuvieron en el bosquecito de la gallardía que nos asignaron, por cierto nos protegio de la lluvia. Tu estuviste allí. Dios de Bendiga. Manuel
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