Demandan a la embajada cubana en París tras hechos de violencia
Pablo Alfonso. El Nuevo Herald
El camarógrafo de televisión Ricardo Vega, esposo de la escritora cubana Zoé Valdés, exiliada en Francia, ha presentado una demanda contra la embajada cubana por ''violencias voluntarias'', por las heridas recibidas en los recientes enfrentamientos entre miembros de la embajada de Cuba en París y manifestantes contra la represión en la isla.
''Ricardo tiene una fractura en el pómulo derecho y astillado el hueso alrededor del ojo'', indicó Valdés el lunes en una entrevista desde París con El Nuevo Herald. ''Acaba de salir del hospital y el doctor le advirtió que continuará escupiendo sangre durante dos meses, sobretodo cuando estornude'', agregó.
Valdés aseguró que su marido fue golpeado con un objeto contundente por los funcionarios castristas que, al parecer, "se habían colocado manoplas para agredir a los manifestantes''.
El abogado de Vega presentó la demanda, el pasado viernes, un día después del enfrentamiento en la embajada cubana, en los que también resultó herido Christian Valdés, camarógrafo de Televisión Española, y varios miembros de la organización Reporteros Sin Fronteras (RSF).
Vega, que cubría la protesta para las cadenas hispanas de televisión Telemundo y Univision, ha podido identificar a su agresor en la cinta de video de unos 15 minutos que grabó el día de los sucesos.
El incidente se produjo cuando miembros de RSF se encadenaron a las rejas que rodean la embajada, luego de que el embajador cubano, Eumelio Caballero Rodríguez, se negara a recibir una carta de protesta por las condenas contra 75 opositores cubanos. Agentes de seguridad de la embajada armados con barras de hierro rompieron las cadenas y golpearon a los activistas, fuera de los límites de la sede diplomática, como muestran los fotos y videos filmados durante la refriega.
Por su parte, el secretario general de RSF, Robert Menard, aseguró que el embajador cubano aplaudió y alentó a los empleados de la embajada que golpearon a los manifestantes.
''No sabía yo que el lugar de un embajador era en la calle en medio de sus secuaces'', subrayó Menard quien recibió varios golpes en lacara.
palfonso@herald.com
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