domingo, 5 de septiembre de 2010

ARIEL FALCON A 4O AÑOS DE SU MUERTE UN 3 DE SEPTIEMBRE.


Fotos de Ariel Falcon y Omar Rodríguez Capó (autor del artículo).


Hace ya 40 años, el 3 de septiembre, del deceso del entrañable amigo Ariel Falcón (QPD).

Ha pasado el tiempo, y con este la inexorable y pertinaz secuencia de los años y aún está fresco e incólume en nuestro ser aquél desgarramiento sentimental que produjo aquella pérdida: joven, talentoso poeta, comprometido con su fe, sus principios e ideales.

Yo diría que fue un precursor de aquellos que se inmolan como protesta a la irracionalidad impuesta y sojuzgante : corrían aquellos fatídicos días de la UMAP, la persecución religiosa, las nefastas depuraciones universitarias etc. De todas esas horrendas circunstancias fue Ariel una víctima más, como tantos y tantos que algún día serán rescatados por el juicio inexpugnable de la historia. En aquellos tiempos la tecnología no se encontraba a la altura de hoy, si así hubiese sido, esa rebelde inmolación hubiera llegado a los confines de los países y de los pueblos como hoy sucede. Y su nombre hubiese traspasado las fronteras de aquél Guantánamo sufrido, adolorido, desconcertado, abrumado, herido…….por aquella pérdida irreparable de un buen hijo de sus entrañas amamantado con el agua apacible del Guaso. Salieron a las calles las gentes del pueblo; colmaron las aceras en un profundo silencio delator; por doquier los pañuelos enjugaban las lágrimas incontenibles; todos susurraban un “adiós” íntimo, cómplice, callado, que con la mera presencia constituía el testimonio vivo y latente de adhesión con ese joven que prefirió morir a vivir asido a la cadena del régimen tiránico y opresor impuesto.

En medio de ese pueblo transitó el cortejo fúnebre hasta las puertas del cementerio “San Rafael”.

Allí, en el umbral de aquella puerta del camposanto, un cura menudo, roto de dolor, casi exánime, arrancó de su verbo prolífero una de las piezas oratorias más bellas y sentidas que he podido escuchar. Palabras engarzadas del amor del padre por el hijo; del mentor por su discípulo; del pastor por su oveja robada y sacrificada; de la apabullante pequeñez humana frente a la magnitud del “Misterio” de lo imponderable……..toda una retórica vibrante al tiempo que lacerante, de palabras hilvanadas con amor, heroísmo y denuncia.

Este hombre, el Padre Pastor González (Párroco de Guantánamo) comenzó a morir con esta muerte. Nunca pudo recuperarse de esta tragedia. Hombre extraordinario, fuera de contexto, visionario, aguerrido, brillante……

Después de Ariel nuestras vidas quedaron de alguna forma sesgadas o marcadas de una forma u otra. Y seguirán pasando los años y seguiremos inmersos en el vivir, el diario existir, el cotidiano irreprimible…….y al retrotraer el pensamiento al barrio, a las calles del pueblo, al parque, a nuestra Iglesia, al curato…..encontraremos en todas esas imágenes evocadoras que crearon lo que somos y seremos la persona de quien fuera uno de los nuestros : Ariel Falcón

Omar Rodríguez Capó - Septiembre 4 - 2010

La noche clavó con el garfio de plata

sobre su eterno descanso

penetrando por el frío

del mes de diciembre que comienza.

El silencio muerde el mármol

que tapiza su perpetua sonrisa.

Que duerme

Que calla

Que espera al maestro,

Que te dirá algún día:

"¡LEVANTATE Y ANDA!"

Ariel Falcón (autor)

1 comentario:

Anónimo dijo...

lo recordaremos siempre , y sin querer empañar tan triste recuerdo hay otra persona que quiciera recordar tambien fallecido en circuntancias dolorosas y este fue HECTOR AMADOR, tambien hijo ilustre de nuestro amado Guaso que Dios los tenga en la Gloria.
Saludos guaseros