sábado, 13 de junio de 2015

112 AÑ0S DE PRESENCIA AMERICANA EN LA BAHIA DE GUANTANAMO

112 AÑ0S DE PRESENCIA AMERICANA EN LA BAHIA DE GUANTANAMO
Con el paso de los años, la Base Naval de Guantánamo habrá de mantener su inalterable función inicial: la de mantenimiento de sus unidades de guerra atracadas en dicha Base, así como la de entrenamiento al personal que opera los barcos de la Flota del Atlántico.
Pero lo más interesante resulta el sitio escogido: la Bahía de Guantánamo, para que se tenga una idea de sus fabulosas condiciones naturales, digamos lo siguiente: tiene gran calado, solamente bastare salir 5 minutos mar afuera, y ya se puede maniobrar. Sus costas tienen forma de estrechos dedos que vienen a ser como cavernas protectoras para los muelles que se habrían de construir más adelante. El clima seco casi todo el año. Y un anillo montañoso rodea en su totalidad la Base, haciendo de "cortinas rompe vientos" que frenan y desintegran las tormentas y ciclones. En Guantánamo hay un dicho que reza: "A la Base no entran los ciclones, pero el día que entre uno: ¡Acaba!"
El gobierno de los Estados Unidos ha invertido en la Base Naval de Guantánamo varios centenares de millones de dólares para el mantenimiento de la Armada y estadía del personal de la Base. Así como otra cantidad similar más para el mantenimiento de la Navy , en cuanto al carácter militar se refiere.
En un momento dado, por la década de los 1960s, un total de 4,000 cubanos residentes en la ciudad de Guantánamo ( a 16 kilómetros) y el poblado de Caimanera (en frente) habrían de trabajar en la Base Naval americana. Esto representaba -por aquella época- para el gobierno cubano un total de 10,000,000 de dólares en ingresos. Sin embargo, iniciada la década de los años 1980s los cubanos trabajando en la Base Naval americana no pasaban de un centenar.
Un ex-marine quien estuvo destacado en la Base Naval de Guantánamo por los años sesenta, confesaba: "Mi vida en la Base era monótona y aburrida. Allí sólo se podía cazar, pescar y tomar mucha cerveza". Otro testimonio es el de Carlos Valle, un cubano -residente en Guantánamo- quien trabajó por muchos años en la Base, explicaba: "Después de la Segunda Guerra Mundial, en la Base no había nada que hacer y los soldados se hartaban. Entonces se me ocurrió conseguir caballos viejos, cruzarlos por un lado de la cerca que estaba rota, y alquilárselos a los marines. Ellos se mataban por montar aquellos pencos".
Realmente la vida en cualquier instalación militar comúnmente resulta bastante espartana. En elcaso de la Base Naval de Guantánamo, si bien es cierto que el personal en sus días "francos" podía saltar hasta Puerto Príncipe (Haití) o Kingston (Jamaica) y a veces hasta Puerto Rico, la verdad, monda y lironda, era que los poblados de Boquerón y Caimanera así como la ciudad de Guantánamo resultaban los lugares preferidos y más frecuentados por los marines.
Las visitas a territorio cubano se mantendrían hasta mediados de 1958 cuando un grupo de guerrilleros del Segundo Frente "Frank País", comandado por Raúl Castro, secuestró un ómnibus procedente de la Base Naval que trasladaba marines en sus días francos desde Guantánamo. Los marines fueron mantenidos como prisioneros por unos días, y como consecuencia a dicho incidente, hubo de cesar las visitas de los americanos a territorio cubano hasta el día de hoy.
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