lunes 14 de septiembre de 2009
JOSE M. JUARA: PARACAIDISTA DE LA BRIGADA 2506 PRENDIO FUEGO AL "PAVO REAL" DEL PINTOR OFICIALISTA MANUEL MENDIVE
a este "Pavo Real" frente al Museo Cubano de Arte y Cultura
Pequeña Habana-Miami-1988
HAY RAZONES PARA QUEMAR UN CUADRO
Por José M. Juara
Publicado por el Nuevo Herald – 26 de abril de 1988
◙ El autor expone las razones que lo motivaron a quemar “El Pavo Real”, de Mendive, en la reciente subasta del Museo Cubano.Desde la quema de la biblioteca de Alejandría por las tropes de Julio César, dicho incendio ha llegado a representar el símbolo de la civilización contra la barbarie, la lucha entre la inteligencia y la ignorancia, y, por naturaleza y por instinto nos situamos al lado de la civilización, pues una gran mayoría de los seres humanos prefiere construir que destruir.
La historia de Cuba, sin embargo, nos enseña que a veces el fuego que aparentemente destruye, se justifica cuando se utiliza en el beneficio de la patria. ¿No eran hombres cultos aquellos que en Bayamo quemaron su propia ciudad y sus pertenencias? ¿Acaso sacaron todas la obras de arte antes de prenderle fuego a Bayamo? Pues parece que a más de cien años de aquella gesta histórica, hay cubanos en el exilio que según sus expresiones y principios están dispuestos a criticar el gesto de aquellos patriotas del 68 en nombre del arte que se perdió durante aquel incendio. Me imagino que también los critiquen por falta de pragmatismo. Y a este grupo de “críticos pragmáticos” quizás pertenezcan los miembros directivos del Museo Cubano de Arte y Cultura, que votaron a favor de incluir cuadros de autores de reconocida militancia comunista en la subasta del pasado viernes.
Provocación al exilio
En contra de esta decisión se pronunciaron otros miembros del mismo Museo, invocando un sinnúmero de razones para evitar males mayores. Además, se quería repudiar, no el arte sino los artistas que todavía colaboran con la tiranía castrista. También no hay duda de que con la venta de esos cuadros y con la promoción de los artistas se ayuda directa o indirectamente a la estatizada economía cubana. Y esto, por sí mismo constituye una provocación al exilio cubano, en el corazón de la ciudad en que hemos tenido que tomar refugio,
Para mí, todas esas razones tenían suficiente peso como para eliminar los cuadros controversiales de la subasta. Pero, además existe otra razón más ponderosa que las anteriores. Y es el hecho intangible, en muchos casos, del uso del arte como medio de proselitismo y penetración marxista.
Si en algo estamos de acuerdo una gran mayoría de cubanos es en que fue el magnífico uso de lapropaganda política (además del engaño) el arma más efectiva que usó Castro para tomar el poder. Nunca hubo 20,000 muertos ni nada parecido en la revuelta civil contra Batista. Y sabemos que las batallas más encarnizadas de la lucha guerrillera se libraron en la voz de Violeta Casals a través de Radio Rebelde. Pero esto no fue el producto del trabajo de un día para otro, sino del realizado durante muchos años por los miembros del Partido Comunista dentro de los medios de comunicación de aquella época. ¿Acaso no recordamos las caras que visitaban nuestras casas a través de la televisión, de Germán Pinelli y de Manolo Ortega? ¿No resultaron marxistas clandestinos aquellos diarios visitantes, así como el mensaje que sutilmente enviaban? ¿Los recibiría usted nuevamente en sus hogares, en nombre del principio de libertad de expresión que usaron ellos para luego destruirlo una vez que tomaron el poder?
En forma parecida, subrepticiamente, continúan aquí, tomando posiciones dentro del mundo del arte, los marxistas, debido a la estrecha relación que existe entre éste y los medios de comunicación masivos. En el caso de los cuadros de la subasta, sabemos que ni Mendive, ni los otros pintores son nuestros enemigos más peligrosos. Sabemos que, además de pintar, su labor verdadera es la de ser los alabarderos de los Neruda y Siqueiros, o sea de los marxistas que ya cuentan con renombre mundial. En verdad, el enemigo más peligroso es el que quiere hacer resaltar a los Mendive, Martinez, Mariano, etc., para entonces asociarlos ellos a la doctrina marxista, usarlos como medios proselitistas dentro de nuestras juventudes y amantes del arte. El mensaje es el de que si los grandes maestros, amantes de la paz y la belleza, son desinteresados marxistas, será porque el marxismo debe ser bueno. Este mensaje confunde a quienes se inquietan por adquirir un poco de cultura, quienes al toparse con un cuadro de Diego Rivera, por ejemplo, lo asocian inmediatamente al marxismo y nuevamente se asocia este ultimo con la paz, la cultura y la belleza. Un buen método de penetración sicológica, que a nosotros no nos debiera de engañar.
La Fuerza del símbolo
Por esto, al quemar públicamente el cuadro Pavo Real, se estaba quemando al marxismo asociado con todos los pintores marxistas cubanos y se estaba repudiando la exhibición y venta de productos de cariz marxista en nuestra ciudad. Por suerte, gracias al esfuerzo de los Pérez-Franco, los Calderín, los Granda y muchos compañeros más, hay otro museo cubano en Miami. Yo invito, siguiendo una idea de mi compañero Freddy Calas, a todos los que favorecieron la inclusion de los cuadros de los pintores marxistas, a debatir sobre lo que deberíamos hacer los cubanos después de la muerte de Castro, y después de liberados del marxismo, con los cuadros y estatuas que se hacen y se harán en Cuba con el tirano como modelo. ¿Debemos preservar esas estatuas por sus valores artísticos o debemos derribarlas por ser símbolos de opresion? Allí, en el Museo de la Brigada 2506, frente a la Galería de los Mártires de Girón, quizas puedan ellos clarificar algo más los principios de libertad que dicen profesar. Yo por mi parte, visualizo y comprendo el caso de Alejandría, pero dadas las condiciones actuales de mi patria, honro con el ejemplo la memoria del Bayamo del 68.JOSE M. JUARA, paracaidista de la invasion de Girón, es un ingeniero y contratista cubano radicado en Key Biscayne.
Por José M. Juara
Publicado por el Nuevo Herald – 26 de abril de 1988
◙ El autor expone las razones que lo motivaron a quemar “El Pavo Real”, de Mendive, en la reciente subasta del Museo Cubano.Desde la quema de la biblioteca de Alejandría por las tropes de Julio César, dicho incendio ha llegado a representar el símbolo de la civilización contra la barbarie, la lucha entre la inteligencia y la ignorancia, y, por naturaleza y por instinto nos situamos al lado de la civilización, pues una gran mayoría de los seres humanos prefiere construir que destruir.
La historia de Cuba, sin embargo, nos enseña que a veces el fuego que aparentemente destruye, se justifica cuando se utiliza en el beneficio de la patria. ¿No eran hombres cultos aquellos que en Bayamo quemaron su propia ciudad y sus pertenencias? ¿Acaso sacaron todas la obras de arte antes de prenderle fuego a Bayamo? Pues parece que a más de cien años de aquella gesta histórica, hay cubanos en el exilio que según sus expresiones y principios están dispuestos a criticar el gesto de aquellos patriotas del 68 en nombre del arte que se perdió durante aquel incendio. Me imagino que también los critiquen por falta de pragmatismo. Y a este grupo de “críticos pragmáticos” quizás pertenezcan los miembros directivos del Museo Cubano de Arte y Cultura, que votaron a favor de incluir cuadros de autores de reconocida militancia comunista en la subasta del pasado viernes.
Provocación al exilio
En contra de esta decisión se pronunciaron otros miembros del mismo Museo, invocando un sinnúmero de razones para evitar males mayores. Además, se quería repudiar, no el arte sino los artistas que todavía colaboran con la tiranía castrista. También no hay duda de que con la venta de esos cuadros y con la promoción de los artistas se ayuda directa o indirectamente a la estatizada economía cubana. Y esto, por sí mismo constituye una provocación al exilio cubano, en el corazón de la ciudad en que hemos tenido que tomar refugio,
Para mí, todas esas razones tenían suficiente peso como para eliminar los cuadros controversiales de la subasta. Pero, además existe otra razón más ponderosa que las anteriores. Y es el hecho intangible, en muchos casos, del uso del arte como medio de proselitismo y penetración marxista.
Si en algo estamos de acuerdo una gran mayoría de cubanos es en que fue el magnífico uso de lapropaganda política (además del engaño) el arma más efectiva que usó Castro para tomar el poder. Nunca hubo 20,000 muertos ni nada parecido en la revuelta civil contra Batista. Y sabemos que las batallas más encarnizadas de la lucha guerrillera se libraron en la voz de Violeta Casals a través de Radio Rebelde. Pero esto no fue el producto del trabajo de un día para otro, sino del realizado durante muchos años por los miembros del Partido Comunista dentro de los medios de comunicación de aquella época. ¿Acaso no recordamos las caras que visitaban nuestras casas a través de la televisión, de Germán Pinelli y de Manolo Ortega? ¿No resultaron marxistas clandestinos aquellos diarios visitantes, así como el mensaje que sutilmente enviaban? ¿Los recibiría usted nuevamente en sus hogares, en nombre del principio de libertad de expresión que usaron ellos para luego destruirlo una vez que tomaron el poder?
En forma parecida, subrepticiamente, continúan aquí, tomando posiciones dentro del mundo del arte, los marxistas, debido a la estrecha relación que existe entre éste y los medios de comunicación masivos. En el caso de los cuadros de la subasta, sabemos que ni Mendive, ni los otros pintores son nuestros enemigos más peligrosos. Sabemos que, además de pintar, su labor verdadera es la de ser los alabarderos de los Neruda y Siqueiros, o sea de los marxistas que ya cuentan con renombre mundial. En verdad, el enemigo más peligroso es el que quiere hacer resaltar a los Mendive, Martinez, Mariano, etc., para entonces asociarlos ellos a la doctrina marxista, usarlos como medios proselitistas dentro de nuestras juventudes y amantes del arte. El mensaje es el de que si los grandes maestros, amantes de la paz y la belleza, son desinteresados marxistas, será porque el marxismo debe ser bueno. Este mensaje confunde a quienes se inquietan por adquirir un poco de cultura, quienes al toparse con un cuadro de Diego Rivera, por ejemplo, lo asocian inmediatamente al marxismo y nuevamente se asocia este ultimo con la paz, la cultura y la belleza. Un buen método de penetración sicológica, que a nosotros no nos debiera de engañar.
La Fuerza del símbolo
Por esto, al quemar públicamente el cuadro Pavo Real, se estaba quemando al marxismo asociado con todos los pintores marxistas cubanos y se estaba repudiando la exhibición y venta de productos de cariz marxista en nuestra ciudad. Por suerte, gracias al esfuerzo de los Pérez-Franco, los Calderín, los Granda y muchos compañeros más, hay otro museo cubano en Miami. Yo invito, siguiendo una idea de mi compañero Freddy Calas, a todos los que favorecieron la inclusion de los cuadros de los pintores marxistas, a debatir sobre lo que deberíamos hacer los cubanos después de la muerte de Castro, y después de liberados del marxismo, con los cuadros y estatuas que se hacen y se harán en Cuba con el tirano como modelo. ¿Debemos preservar esas estatuas por sus valores artísticos o debemos derribarlas por ser símbolos de opresion? Allí, en el Museo de la Brigada 2506, frente a la Galería de los Mártires de Girón, quizas puedan ellos clarificar algo más los principios de libertad que dicen profesar. Yo por mi parte, visualizo y comprendo el caso de Alejandría, pero dadas las condiciones actuales de mi patria, honro con el ejemplo la memoria del Bayamo del 68.JOSE M. JUARA, paracaidista de la invasion de Girón, es un ingeniero y contratista cubano radicado en Key Biscayne.
2 comentarios:
Con un gran dolor me entero del fallecimiento de Pepe Juara mi hermano. Se nos ha ido un gran cubano, un verdadero patriota. Que en Paz Descanse.
Pues razon que convence para quemarlo y aparte de todo bien feo que estaba el cuadro,y eso es arte?
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