Los nuevos Interventores, los nuevos Carpetbaggers cubanos
por Manuel Prieres
Dedicado a mi padre Matias Prieres un asturiano-cubano bueno y valiente.
"En nombre de los "Menesterosos del Mundo" te intervengo tu propiedad, (Cuba: 1963)"
"...teniendo en cuenta el bien común nacional, el nuevo espíritu de reconciliación y justicia, se proclama que no podrán ser devueltas a los exiliados propiedades como viviendas, tierras y otros bienes que les hayan sido confiscados en la etapa revolucionaria. Esta medida es general para los cubanos dentro y fuera de Cuba..." (PROGRAMA TRANSITORIO del Movimiento Cristiano de Liberación firmado por El Premio Sajarov Oswaldo J. Payá Sardiñas- 1992).
Siempre recuerdo mi infancia. Vivía en un mundo muy bonito, por lo sencillo y natural. El campo cubano. Mis primeros años transcurrian rodeado de un habitat fértil, colmado de imágenes, ruidos, colores, fragancias, grandes extensiones de campo abierto, donde se confundían los despoblados llanos con las encrespadas elevaciones. La altura de Yateras a veces me dañaba los oídos, a la vez que el limpio río Palenquito saciaba mi sed cada vez que lo cruzaba. El rigor del trabajo de campo me obligaba -aunque yo muy pequeño- a levantarme a las 2 de la madrugada y acostarme cuando oscurecía. Casi nunca se podía descansar los domingos pues a las vacas lecheras había que ordeñarlas todos los días de Dios porque sino se enfermaban de mastiti. Saludable yo, fuerte como un toro, pero ignorante al nom plus ultra... que me convertía en una presa fácil de "madrugar".
Así llegó el nefasto para la familia Prieres 3 de octubre de 1963:
____¡En nombre de los "Menesterosos del Mundo y el Estado Socialista", les estoy interviniendo ¡revolucionariamente! sus propiedades!
Era el comisario Machado, acompañado por dos jóvenes milicianos armados con sendas Pepechás de fabricación soviética.
Así de súbito; en forma calculada, grosera, amenazadora, entraba en nuestras vidas el agente más ruin y notorio, perpetrador de las fechorías más sucias del repertorio comunista: me estoy refiriendo al interventor comunista en su abyecta misión de despojo.
Lo más triste y despreciable de esto de las intervenciones en masa en la década de los sesentas en Cuba, ha sido cómo se ha venido ocultando la verdad de aquel criminal proceso donde sólo una versión (la oficial) ha resultado, a través de los años, la imperante en Cuba; llegándose a caricaturizar a los propietarios intevenidos como una retahíla de cobardes y explotadores (los siquitrillados) que no supieron defender lo suyo.
En respuesta aquí va el testimonio de mis vivencias dentro de aquel traumático y violento episodio histórico:"Había pasado ya el ciclón Flora con toda su terrible secuela pocos días después de las intervenciones en masa en todo el país, cuando me vi en un cañaveral junto a medio centenar de personas bastantes hostiles hacia mí. Y en un momento que el comisario interventor de nuestra finca, comenzó a calumniar a mi padre con las injurias más terribles del mundo y delante de todos los presentes con manifiesta intención de humillarme públicamente (cosa que el interventor lo venía haciendo conmigo desde el mismo día de la intervención, y yo aguantando, porque en realidad tenía miedo), pero esta vez sí que no pude aguantarme más, cogí un pedazo de caña peojota de la pila cercana, y arremetí furiosamente contra el canalla del Partido Comunista...golpeándole con fuerza en la testa, mientras la descolorida y sucia gorra de miliciano volaba por los aires; así y todo el miserable del Partido tuvo tiempo para extraer su pistola y disparar un tiro. Sentí primero como si se me lanzase hacia atrás, después un fuerte ardor en el brazo izquierdo para finalmente irse apoderando de mí una flojera en todas las articulaciones y músculos. Las hojas verdes y húmedas de caña se tiñeron de rojo a mi alrededor; pero también de la misma forma, de la cabeza del interventor comunista también rodaban hilos púrpuras manchando su rostro pálido y lleno de miedo".
Asimismo, muy cerca de allí -sigo relatando-, otro propietario rural despojado de su tierra el 3 de octubre, se había quedado a vivir en la casona de su propia finca intervenida por no tener domicilio de momento a donde ir con su familia, bastante numerosa por cierto; pero en días venideros misteriosos incendios en los potreros de yerba guinea comenzaron a brotar con regularidad, no tardando mucho tiempo que las evidencias apuntaran hacia la persona del granjero "siquitrillado", yendo finalmente a dar con sus huesos y fantasmas a la cárcel. De igual manera, un familia de "isleños" cultivadora de café, también expropiada el 3 de octubre, se atrincheró en su tierra con algunos fusiles garands y escopetas de caza, manteniendo a raya por horas a los interventores del Partido que intentaban consumar el despojo de las tierras. Todo concluiría en una terrible desgracia al desbordarse el cercano río crecido como consecuencia de las torrenciales lluvias traídas por el ciclón Flora, y sus arrolladoras aguas color café con leche tragándose el rancho donde se atrincheraban los "isleños" para más nunca saberse de ellos.
Tragedia humana ésta que el mundo en su momento nunca conoció.
Otro episodio más de aquellos aciagos días de las intervenciones: "Aquel español, aplatanado, quien había trabajado casi 50 años para lograr la propiedad de una pequeña granja, también el 3 de octubre era despojado de lo suyo. Pero amaba, necesitaba, tanto su particular mundo de tantos y tantos años, que hubo de llegar a la humillación de rogar al Interventor del Partido que lo dejara seguir viviendo en la que fue su finca... aunque fuera como peón. Renunciaba a la propiedad, sí; pero suplicaba continuar en aquellas tierras aunque fuese como el último de los peones. A lo que enfermizamente el "Compañero Interventor del Partido" accedió. Seis meses después del cruce del ciclón Flora moría el gallego aplatanado sin paz ni gloria".
Este es mi testimonio personal y el de mi entorno.
Han pasado los años. Cerca de cuarenta años.Y ahora los nuevos Interventores y Carpetbaggers cubanos se aprestan a desconocer y echar en el baúl de los olvidos aquella canallada revolucionaria y comunista. Pero se equivocan, los retoños hijos de aquellos ciudadanos honorables que fueron víctimas de los interventores del Partido... seguiremos luchando hasta el final de los tiempos porque se haga justicia, se reivindique y desagravie la propiedad privada en sus legítimos dueños. La Cuba del futuro no puede cimentarse sobre lo robado.
FIN
1 comentario:
…yo solo pido respeto para Guillermo Fariñas y para TODA la disidencia cubana -de dentro y de fuera-.
Si alguien ha obrado mal intencionadamente, alla cada cual con su conciencia.
Ahora es el momento de sumar, no de dividir.
No debemos construrir la Cuba democratica sobre cimientos tambaleantes.
El futuro, la Historia ya se encargara de poner a cada uno en su sitio.
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